Alquileres y ¿discriminación?
Uno de los fundamentos de toda sociedad libre es la propiedad privada, la ley de la oferta y la demanda; hay propietarios que deciden sacar una vivienda al mercado de alquiler para complementar sus ingresos; todos los arrendadores, absolutamente todos, exigen <<filtros de seguridad> y por ello las agencias inmobiliarias tamizan las listas de los potenciales arrendatarios para evitar posibles contratiempos y tratar de garantizar que todo se desarrolle con normalidad. Los motivos de tal selección son de toda índole y deben respetarse, ya que el dueño del piso, sólo él, es quien decide a quién entregar las llaves. No debe tildarse de discriminatorio sino como un acto preventivo para salvaguardar su propiedad. Nadie debe inmiscuirse en una decisión personal ya que ello supondría un ataque frontal, un menoscabo a la libertad del individuo. Los arrendadores a día de hoy ven cómo la ley está muy inclinada en beneficio de los arrendatarios y ello conlleva desconfianza y recelo. De puertas afuera todos somos buenos.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Uno de los fundamentos de toda sociedad libre es la propiedad privada, la ley de la oferta y la demanda; hay propietarios que deciden sacar una vivienda al mercado de alquiler para complementar sus ingresos; todos los arrendadores, absolutamente todos, exigen <<filtros de seguridad> y por ello las agencias inmobiliarias tamizan las listas de los potenciales arrendatarios para evitar posibles contratiempos y tratar de garantizar que todo se desarrolle con normalidad. Los motivos de tal selección son de toda índole y deben respetarse, ya que el dueño del piso, sólo él, es quien decide a quién entregar las llaves. No debe tildarse de discriminatorio sino como un acto preventivo para salvaguardar su propiedad. Nadie debe inmiscuirse en una decisión personal ya que ello supondría un ataque frontal, un menoscabo a la libertad del individuo. Los arrendadores a día de hoy ven cómo la ley está muy inclinada en beneficio de los arrendatarios y ello conlleva desconfianza y recelo. De puertas afuera todos somos buenos.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria