Las cuentas del "Gran Capitán"
Cuentan que aquel soldado que mandó los Tercios en Flandes bajo las órdenes del temible Duque de Alba, no sólo era ducho en tácticas militares, sino que también lo era a la hora de presentar "facturas" a los superiores.
Desconozco si los actuales responsables de las cuentas públicas para el ejercicio 2022 son descendientes de tal insigne personaje, pero algo me dice que este país nuestro, al menos durante el otoño, reúne a los padres de la patria en las Cortes para debatir las cuentas -ingresos y gastos- que se presumen como necesidad para la maniobra del Gobierno de España y en parte para los fragmentos de Estado que son las autonomías.
La primera fase consiste en asegurarse el voto que evite esas enmiendas a la totalidad que pretenden una mayoría parlamentaria ordenando la devolución del "trabajo" realizado por la Ministra de Hacienda, por cierto, me pregunto cómo es posible que una médico de profesión reúna conocimientos para diagnóstico y tratamiento necesarios a un enfermo que sufre la crisis económica y financiera crónica agravada por una de las derivadas que ha producido la pandemia vírica. Ya sé que en este país cualquiera, con atrevimiento y osadía, puede adjudicarse virtudes y dar dicterios con esa seriedad que ofrece un burro puesto de perfil. Lo mismo que todo españolito lleva un seleccionador para el fútbol patrio, también lleva aquel personaje - "petulante Periquito"- que todo lo arreglaba de un plumazo.
Pues bien, en el patio del hemiciclo dónde sus señorías parten y reparten para terminar ejerciendo su derecho a pulsar el botón -sin equivocarse- con el que afirman, niegan o se abstienen sobre cualquier asunto mayor o menor, de antemano saben que en cenáculos y despachos ajenos a la Cámara legislativa, se han producido reuniones de mercadeo entre intereses de toda índole. El fin una vez más confirma precios y entregas. Pero está claro el método. El asunto no coincide necesariamente con atender las necesidades del pueblo, consiste en atender las demandas partidarias que salvo filtraciones malévolas nunca llegaremos a conocer del todo.
¿Qué han pedido y qué les han dado, desde Hacienda, Economía y Presidencia, del Gobierno en su esfera PSOE a los socios "preferentes"?. Primero, a los más cercanos. Después a los nacionalistas. Incluso, ¡boto a bríos!, a esos malignos herederos de aquella ETA que hace diez años manifestó que nos perdonaba la vida a los amenazados.
Me inquieta lo que se sabe y lo que se oculta. El tiempo nos irá mostrando la verdad final del cambalache. A buen seguro que veremos asesinos de ETA en las calles de sus pueblos, haciendo vida normal, incluso paseando y trabajando muy cerca de sus víctimas y amenazados. Más dinero y poder para el PNV. Más carga ideológica para hacer en Cataluña esa revolución que consiste en, desde las escuelas, convertir a los nuevos ciudadanos en personas ajenas, como miembros de la nación españa, ya que se trata de un mensaje doble. Rechazar todo lo que suena a español, incluido el castellano. Aumentar el sentimiento identitario de ser para decidir en el movimiento independentista al servicio de la nación catalana, y si se puede, incrementando el espacio "imperial" a los países catalanes, como Baleares y Valencia, cuyos dirigentes padecen la idiocia de entregarse sin rechistar al colonizador de la barretina y las sardanas.
Ya tenemos promesa firme de votar contra las enmiendas a la totalidad, de "las derechas". Y es que volvemos a lo de siempre. Ser nacionalista y separatista es progresismo. Ser defensor para la unidad de tierras y gentes en la vieja España -siglo XV- es reaccionario, fascistoide y obstáculo para el nuevo orden patrio, y desde luego ajeno a las demandas de solidaridad, igualdad y libertad, que conforman desde finales del siglo XVIII, las coordenadas de la ciudadanía frente al absolutismo.
Una vez conclusa la etapa de los mercaderes en el templo, puede que algunos gasten su tiempo en leerse las cuentas públicas. Y ahí verán, si saben de tal ciencia, que hacen trampas. Los ingresos están inflados. Los gastos aminorados. Los objetivos muestran una foto fija o movida de un Estado caminando hacia la ruina. Condenando a varias generaciones de contribuyentes a pagar una brutal deuda, que tarde o temprano, los acreedores prestamistas, nos exigirán. Amén de una pérdida de soberanía por entrega a quienes han aprovechado nuestras debilidades para actuar como mandarines instalados en la usura.
Han intentado callar al Banco de España. Han intentado ocultar o desacreditar a los organismos expertos en auditar las cuentas públicas. Han aprovechado la permisividad coyuntural de aquellos temibles hombres de negro, frenados en su severa función, por la pandemia. Para hacer ver que todo en el monte es orégano. Que como el Gran Capitán, la pólvora que se utiliza o no se paga o es un regalo ajeno al Imperio. Pero salvo sexta oleada del virus, todos tememos que a las buenas noticias del espacio salud se le sumen las malas noticias del freno en la política del banco Central Europeo, cuando nos compran las emisiones de la deuda, sin olvidarnos de esa nueva estrategia que supone la guerra en el suministro del gas.
Y algo muy importante. Puede que a estas alturas la partida se juegue en el reparto del gasto en los presupuestos que han superado las malvadas intenciones de la oposición a este Gobierno sanchista, empezando por el pago obligado de los intereses de la deuda. Mientras, y tirando con pólvora real, el Gran Capitán, justifica dar diezmos y primicias a ciudadanos con necesidades perentorias, ya que de esa guisa se obtienen votos clientelares con los que tratan de revertir intenciones para un voto alternativo al actual régimen socialista-podemita-nacionalista.
El modelo económico es de corto recorrido. Ya lo dijo aquel gran hombre oriental. Más importante y necesario que regalar el pez, es enseñar a pescar. En este caso, las medidas deberían estimular la creación de pequeñas empresas, autónomos, fomentadores y emprendedores. Ellos son y han sido siempre el tejido socio-económico de España, amén de estimular el talento de nuestras gentes. Esas que sí quieren se les atienda en sus proyectos, no les queda otra que marcharse a otros países mucho más permeables a la I+D+I.
Pero cómo explicarle todo estos a personajes tan cultos y doctos como las Irenes, Belarra, Echenique, Rufián, etc. Veremos qué les dicen en Bruselas. Veremos qué consecuencias tienen las cuentas del Gran Capitán en la llegada final de esos cacareados fondos de la UE, para la recuperación económica, o para el mejor de los casos, como se usan. Pues no olvidemos el pasado, cuando los Fondos Europeos se usaron para inversiones inconfesables...
Cuentan que aquel soldado que mandó los Tercios en Flandes bajo las órdenes del temible Duque de Alba, no sólo era ducho en tácticas militares, sino que también lo era a la hora de presentar "facturas" a los superiores.
Desconozco si los actuales responsables de las cuentas públicas para el ejercicio 2022 son descendientes de tal insigne personaje, pero algo me dice que este país nuestro, al menos durante el otoño, reúne a los padres de la patria en las Cortes para debatir las cuentas -ingresos y gastos- que se presumen como necesidad para la maniobra del Gobierno de España y en parte para los fragmentos de Estado que son las autonomías.
La primera fase consiste en asegurarse el voto que evite esas enmiendas a la totalidad que pretenden una mayoría parlamentaria ordenando la devolución del "trabajo" realizado por la Ministra de Hacienda, por cierto, me pregunto cómo es posible que una médico de profesión reúna conocimientos para diagnóstico y tratamiento necesarios a un enfermo que sufre la crisis económica y financiera crónica agravada por una de las derivadas que ha producido la pandemia vírica. Ya sé que en este país cualquiera, con atrevimiento y osadía, puede adjudicarse virtudes y dar dicterios con esa seriedad que ofrece un burro puesto de perfil. Lo mismo que todo españolito lleva un seleccionador para el fútbol patrio, también lleva aquel personaje - "petulante Periquito"- que todo lo arreglaba de un plumazo.
Pues bien, en el patio del hemiciclo dónde sus señorías parten y reparten para terminar ejerciendo su derecho a pulsar el botón -sin equivocarse- con el que afirman, niegan o se abstienen sobre cualquier asunto mayor o menor, de antemano saben que en cenáculos y despachos ajenos a la Cámara legislativa, se han producido reuniones de mercadeo entre intereses de toda índole. El fin una vez más confirma precios y entregas. Pero está claro el método. El asunto no coincide necesariamente con atender las necesidades del pueblo, consiste en atender las demandas partidarias que salvo filtraciones malévolas nunca llegaremos a conocer del todo.
¿Qué han pedido y qué les han dado, desde Hacienda, Economía y Presidencia, del Gobierno en su esfera PSOE a los socios "preferentes"?. Primero, a los más cercanos. Después a los nacionalistas. Incluso, ¡boto a bríos!, a esos malignos herederos de aquella ETA que hace diez años manifestó que nos perdonaba la vida a los amenazados.
Me inquieta lo que se sabe y lo que se oculta. El tiempo nos irá mostrando la verdad final del cambalache. A buen seguro que veremos asesinos de ETA en las calles de sus pueblos, haciendo vida normal, incluso paseando y trabajando muy cerca de sus víctimas y amenazados. Más dinero y poder para el PNV. Más carga ideológica para hacer en Cataluña esa revolución que consiste en, desde las escuelas, convertir a los nuevos ciudadanos en personas ajenas, como miembros de la nación españa, ya que se trata de un mensaje doble. Rechazar todo lo que suena a español, incluido el castellano. Aumentar el sentimiento identitario de ser para decidir en el movimiento independentista al servicio de la nación catalana, y si se puede, incrementando el espacio "imperial" a los países catalanes, como Baleares y Valencia, cuyos dirigentes padecen la idiocia de entregarse sin rechistar al colonizador de la barretina y las sardanas.
Ya tenemos promesa firme de votar contra las enmiendas a la totalidad, de "las derechas". Y es que volvemos a lo de siempre. Ser nacionalista y separatista es progresismo. Ser defensor para la unidad de tierras y gentes en la vieja España -siglo XV- es reaccionario, fascistoide y obstáculo para el nuevo orden patrio, y desde luego ajeno a las demandas de solidaridad, igualdad y libertad, que conforman desde finales del siglo XVIII, las coordenadas de la ciudadanía frente al absolutismo.
Una vez conclusa la etapa de los mercaderes en el templo, puede que algunos gasten su tiempo en leerse las cuentas públicas. Y ahí verán, si saben de tal ciencia, que hacen trampas. Los ingresos están inflados. Los gastos aminorados. Los objetivos muestran una foto fija o movida de un Estado caminando hacia la ruina. Condenando a varias generaciones de contribuyentes a pagar una brutal deuda, que tarde o temprano, los acreedores prestamistas, nos exigirán. Amén de una pérdida de soberanía por entrega a quienes han aprovechado nuestras debilidades para actuar como mandarines instalados en la usura.
Han intentado callar al Banco de España. Han intentado ocultar o desacreditar a los organismos expertos en auditar las cuentas públicas. Han aprovechado la permisividad coyuntural de aquellos temibles hombres de negro, frenados en su severa función, por la pandemia. Para hacer ver que todo en el monte es orégano. Que como el Gran Capitán, la pólvora que se utiliza o no se paga o es un regalo ajeno al Imperio. Pero salvo sexta oleada del virus, todos tememos que a las buenas noticias del espacio salud se le sumen las malas noticias del freno en la política del banco Central Europeo, cuando nos compran las emisiones de la deuda, sin olvidarnos de esa nueva estrategia que supone la guerra en el suministro del gas.
Y algo muy importante. Puede que a estas alturas la partida se juegue en el reparto del gasto en los presupuestos que han superado las malvadas intenciones de la oposición a este Gobierno sanchista, empezando por el pago obligado de los intereses de la deuda. Mientras, y tirando con pólvora real, el Gran Capitán, justifica dar diezmos y primicias a ciudadanos con necesidades perentorias, ya que de esa guisa se obtienen votos clientelares con los que tratan de revertir intenciones para un voto alternativo al actual régimen socialista-podemita-nacionalista.
El modelo económico es de corto recorrido. Ya lo dijo aquel gran hombre oriental. Más importante y necesario que regalar el pez, es enseñar a pescar. En este caso, las medidas deberían estimular la creación de pequeñas empresas, autónomos, fomentadores y emprendedores. Ellos son y han sido siempre el tejido socio-económico de España, amén de estimular el talento de nuestras gentes. Esas que sí quieren se les atienda en sus proyectos, no les queda otra que marcharse a otros países mucho más permeables a la I+D+I.
Pero cómo explicarle todo estos a personajes tan cultos y doctos como las Irenes, Belarra, Echenique, Rufián, etc. Veremos qué les dicen en Bruselas. Veremos qué consecuencias tienen las cuentas del Gran Capitán en la llegada final de esos cacareados fondos de la UE, para la recuperación económica, o para el mejor de los casos, como se usan. Pues no olvidemos el pasado, cuando los Fondos Europeos se usaron para inversiones inconfesables...