Vidas truncadas
Una asociación de Lasarte-Oria ha organizado una serie de charlas sin debates ni preguntas acompañadas de material diverso sobre la incidencia del terrorismo en el municipio guipuzcoano.
Profundizando en tan doloroso asunto es preciso recordar e insistir que a nivel ético y de conciencia debemos diferenciar con nitidez entre aquellos vecinos, gente de bien, que fueron asesinados por la espalda sin posibilidad alguna de defensa y aquellos que militaban "mottu proprio" en una organización terrorista. A los primeros les arrebataron sus vidas de la forma más vil mientras que los otros murieron, no fueron asesinados, en enfrentamientos y forcejeos con miembros de las FSE; gente dedicada a truncar vidas, a generar sufrimiento, no puede ser colocada al mismo nivel que las víctimas que provocaron. Mezclar churras, merinas y latxas puede llevar a conclusiones erróneas a quienes por edad no son conocedores de lo que en realidad aconteció y pueden pensar que todos ellos fueron víctimas de una guerra, de un supuesto "conflicto" entre dos bandos, nada más lejos de la realidad. Unos fueron sólo víctimas mientras que otros, victimarios y víctimas de su propio fanatismo. Las jornadas adolecen de un debate, una mesa redonda y de intervención del público. Gracias.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Una asociación de Lasarte-Oria ha organizado una serie de charlas sin debates ni preguntas acompañadas de material diverso sobre la incidencia del terrorismo en el municipio guipuzcoano.
Profundizando en tan doloroso asunto es preciso recordar e insistir que a nivel ético y de conciencia debemos diferenciar con nitidez entre aquellos vecinos, gente de bien, que fueron asesinados por la espalda sin posibilidad alguna de defensa y aquellos que militaban "mottu proprio" en una organización terrorista. A los primeros les arrebataron sus vidas de la forma más vil mientras que los otros murieron, no fueron asesinados, en enfrentamientos y forcejeos con miembros de las FSE; gente dedicada a truncar vidas, a generar sufrimiento, no puede ser colocada al mismo nivel que las víctimas que provocaron. Mezclar churras, merinas y latxas puede llevar a conclusiones erróneas a quienes por edad no son conocedores de lo que en realidad aconteció y pueden pensar que todos ellos fueron víctimas de una guerra, de un supuesto "conflicto" entre dos bandos, nada más lejos de la realidad. Unos fueron sólo víctimas mientras que otros, victimarios y víctimas de su propio fanatismo. Las jornadas adolecen de un debate, una mesa redonda y de intervención del público. Gracias.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria