Informe del Centro Europeo para la Ley y la Justicia
George Soros, Bill Gates y la Fundación Ford pagan al 30% de los relatores especiales de la ONU
![[Img #20971]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/11_2021/9004_soros-gates.png)
Un reciente informe del Centro Europeo para la Ley y la Justicia ha puesto sobre el tapete los múltiples mecanismos a través de los cuales la Fundación Ford y la Open Society de George Soros, entre otras organizaciones, financian la labor de los relatores especiales de la ONU, dirigiendo sus investigaciones, informes y conclusiones.
(*) Los suscriptores del Club del Lector de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del informe [email protected]
El informe, que se basa en el estudio y análisis de cuentas entre los años 2015-2019 y en entrevistas personales de una hora con 28 relatores especiales entre el 2010 y el 2020, concluye que un 30% de relatores especiales de la ONU -37 de los 121 analizados- recibieron financiación privada, principalmente de la Fundación Ford y de la Open Society de George Soros.
Para la financiación de los relatores especiales existen aportaciones presupuestarias del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU que cubren anualmente dos visitas a países, una visita a Nueva York y un viaje a Ginebra. El presupuesto anual para estas labores es de 68 millones de dólares. Además de este patrocinio del sistema por parte de la ONU, también está la financiación voluntaria al sistema de Derechos Humanos realizada por países como Holanda, Alemania o Estados Unidos, por empresas como Microsoft y ONGs como la Fundación Ford o la Open Society. Esto suma 20 millones de euros, a los que, además, hay que sumar otros 15 millones que llegan de las aportaciones directas realizadas a los relatores y que éstos no tienen obligación de declarar.
Según la investigación del Centro Europeo para la Ley y la Justicia, el resultado de todo este entramado es que 37 de los 121 relatores especiales analizados recibieron financiación privada ajena al sistema ONU por valor de 10,7 millones de dólares. Estas donaciones provenían de 134 fuentes diferentes de las que resulta prácticamente imposible hallar información.
Un reciente informe del Centro Europeo para la Ley y la Justicia ha puesto sobre el tapete los múltiples mecanismos a través de los cuales la Fundación Ford y la Open Society de George Soros, entre otras organizaciones, financian la labor de los relatores especiales de la ONU, dirigiendo sus investigaciones, informes y conclusiones.
(*) Los suscriptores del Club del Lector de La Tribuna del País Vasco pueden solicitar una copia del informe [email protected]
El informe, que se basa en el estudio y análisis de cuentas entre los años 2015-2019 y en entrevistas personales de una hora con 28 relatores especiales entre el 2010 y el 2020, concluye que un 30% de relatores especiales de la ONU -37 de los 121 analizados- recibieron financiación privada, principalmente de la Fundación Ford y de la Open Society de George Soros.
Para la financiación de los relatores especiales existen aportaciones presupuestarias del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU que cubren anualmente dos visitas a países, una visita a Nueva York y un viaje a Ginebra. El presupuesto anual para estas labores es de 68 millones de dólares. Además de este patrocinio del sistema por parte de la ONU, también está la financiación voluntaria al sistema de Derechos Humanos realizada por países como Holanda, Alemania o Estados Unidos, por empresas como Microsoft y ONGs como la Fundación Ford o la Open Society. Esto suma 20 millones de euros, a los que, además, hay que sumar otros 15 millones que llegan de las aportaciones directas realizadas a los relatores y que éstos no tienen obligación de declarar.
Según la investigación del Centro Europeo para la Ley y la Justicia, el resultado de todo este entramado es que 37 de los 121 relatores especiales analizados recibieron financiación privada ajena al sistema ONU por valor de 10,7 millones de dólares. Estas donaciones provenían de 134 fuentes diferentes de las que resulta prácticamente imposible hallar información.