No aprenden, y así unos pierden y otros se aprovechan
Hace varias décadas, uno de esos días grises, fríos, propios de la llanada alavesa, alguien cansado de las gamberradas nacionalistas y el postureo madrileño que salía desde la calle Génova a las provincias, incluidas las del norte vasco, alguien con su vida resuelta por méritos y trayectoria profesional-laboral, tuvo un sueño. Escribir un nuevo capítulo con tres vértices: dar un escarmiento a los engominados partidarios que siempre viven a costa del pueblo llano; poner freno a la ocupación y separación de un trozo en la España asimétrica; conectar con aquellos que dejaron sus pueblos, pequeñas ciudades y vidas acomodadas al costumbrismo que tan bien reflejaba la película " Plaza mayor". Dicho en román paladino: ser políticamente rebelde y capaz de ilusionar y emocionar a ciudadanos huérfanos del poder democrático, ofreciendo un discurso entendible y asumible.
Esto que cuento, me lo inspira lo que acontece entre el PP de Madrid y el PP nacional. Y es que los amos de la partidocracia no han aprendido nada en tantos años. Lo suyo es disfrutar y controlar el poder, importándoles un comino la opinión del pueblo soberano. Y así la política es una guerra continua, dónde son más graves las escaramuzas del fuego amigo que el procedente de los contrarios. Y si alguien no me comprende, pongo por testigos al PP del País Vasco, al que casi han logrado laminar desde la sede central en Madrid, o lo que están intentando gentes ligadas a la factoría FAES del ínclito Aznar, con un resultado espectacular logrado por la señora Ayuso desde su organización madrileña, y cuyo secreto es el de siempre. La candidatura de Ayuso supo conectar comportamiento, discurso y objetivos, con el sentimiento de los madrileños.
Vuelvo a decir lo que aprendimos cuando fundamos Unidad Alavesa. Los cargos electos representan a la circunscripción electoral. De ahí que el éxito cuando nace un nuevo partido, más aun en esta España asimétrica y vaciada, tenga mucha relación con la confianza que se logra en el cuerpo electoral sabiendo lo que pide y ofreciendo servicio a tal causa, hechos muy alejados de las pirámides jerárquicas y la obediencia debida a los aparatos partidarios. Personajes como Aznar, ni antes, ni ahora, han aprendido tal lección.
Por eso y haciendo historia, Unidad Alavesa al igual que UPN, conectaron con el electorado. UA se enfrentó con aquellas afrentas. El vertedero para residuos tóxicos. En plena sequía, la confiscación del agua en los pantanos alaveses con destino a la industria de la margen izquierda. El intolerable reparto del dinero que produce el Concierto Económico, y es que le reprochaban a Madrid su cicatería y aplicaban tal centralismo cicatero con Álava. La imposición de una cultura y un idioma que no se correspondían con la realidad social. Y la guinda del pastel. Lo que algunos estúpidos "juntaletras", siguiendo al Aznar del bigotillo, denominaron "broma foral". Si Euskadi arma un proceso de autodeterminación para Euskadi, Álava, como Navarra, armarán un proceso para que la comunidad de ciudadanos alaveses, en nombre de sus derechos forales, salgan fuera de la Euskal Herría nacionalista, y sean comunidad foral dentro de España. Con mensajes tan oportunos y claros, UA logró sorprender a los encuestadores pagados con el dinero público, algo así como lo que está sucediendo con Tezanos y sus encuestas.
No se puede exigir a los partidos políticos que sean súbditos de las viejas tradiciones progresistas o conservadoras. Cabe el mestizaje. Cabe una política transversal. Cabe retroceder para avanzar con la gente. Y, sobre todo, cabe romper moldes, y revolucionar a esa casposa curia oficial, mediante nuevas o viejas ideas, pero que son del pueblo y para el pueblo, por tanto ajenas a esos discursos, tácticas y enconadas luchas para el poder, que ocupa despachos y coches oficiales, siempre ajeno al sentir popular.
Con los acontecimientos referentes al PP, vuelvo a recordar aquel domingo 17 de junio en 1990. Vitoria. El Palacio Europa lleno hasta la bandera. Se estaba celebrando la fundación pública y popular de Unidad Alavesa. Mientras, los rancios partidos nacionales sonreían con harta soberbia. ¿Cómo un grupo de ciudadanos se atrevía a postular un movimiento social para ser oferta a las elecciones del otoño, y así poner voz a los alaveses en el Parlamento Vasco?.
Cuando quisieron darse cuenta, Unidad Alavesa se había convertido en el Partido de Álava, y como dijo su Presidente, un ciudadano hasta entonces ajeno a la política, "Álava es nuestra madre, y los ciudadanos alaveses somos sus hijos". José luís Añua acababa de pronunciar las letanías mágicas que abrieron los corazones de muchos huérfanos de la política oficial. Había comenzado el camino que daría como "Peto de ánimas" una organización salida del pueblo, con las raíces en la sociedad civil, que fue creciendo, entre la ilusión y la emoción, hasta irrumpir en aquel solemne resultado electoral y su posterior presencia en la Cámara Común de los Vascos. Todo con la sorpresa de la cátedra, que como siempre, seguía sin enterarse de lo que pasaba en Álava.
Los que nos habíamos criado entre patrones de la mar Cantábrica, hacía mucho tiempo habíamos aprendido que cualquier singladura necesita rumbo y tripulación. El rumbo era lo que decían, sentían y pedían las gentes. La tripulación fue llegando y creciendo, con ciudadanos de las más diversas condiciones.
Aquellas reuniones impositivas. Aquellas visitas traicioneras. Aquellas amenazantes diatribas. Todo ello, gestionado por patricios venidos de la villa y Corte, sólo sirvió para demostrar que ellos eran los tránsfugas. Ya que el transfuguismo consiste en traicionar al pueblo, contarle milongas en campaña electoral, para después olvidarle y dedicarse a la lucha interna partidaria. En definitiva. Lo que estamos viendo sucede en el PP del joven Casado, que funciona con el mando a distancia que desde FAES manipula un tal Aznar.
¿Serán capaces de hacer en la Comunidad de Madrid lo que han hecho en otros rincones de una España, que nos duele, bosteza, y se indigna con unos mandarines que son capaces de poner más énfasis en lograr acuerdos con los herederos batasunos, que con los dirigentes del todavía PP que lidera la señora Ayuso y asesora Miguel Ángel Rodríguez- por cierto, un auténtico experto en triunfos electorales-?
Hace varias décadas, uno de esos días grises, fríos, propios de la llanada alavesa, alguien cansado de las gamberradas nacionalistas y el postureo madrileño que salía desde la calle Génova a las provincias, incluidas las del norte vasco, alguien con su vida resuelta por méritos y trayectoria profesional-laboral, tuvo un sueño. Escribir un nuevo capítulo con tres vértices: dar un escarmiento a los engominados partidarios que siempre viven a costa del pueblo llano; poner freno a la ocupación y separación de un trozo en la España asimétrica; conectar con aquellos que dejaron sus pueblos, pequeñas ciudades y vidas acomodadas al costumbrismo que tan bien reflejaba la película " Plaza mayor". Dicho en román paladino: ser políticamente rebelde y capaz de ilusionar y emocionar a ciudadanos huérfanos del poder democrático, ofreciendo un discurso entendible y asumible.
Esto que cuento, me lo inspira lo que acontece entre el PP de Madrid y el PP nacional. Y es que los amos de la partidocracia no han aprendido nada en tantos años. Lo suyo es disfrutar y controlar el poder, importándoles un comino la opinión del pueblo soberano. Y así la política es una guerra continua, dónde son más graves las escaramuzas del fuego amigo que el procedente de los contrarios. Y si alguien no me comprende, pongo por testigos al PP del País Vasco, al que casi han logrado laminar desde la sede central en Madrid, o lo que están intentando gentes ligadas a la factoría FAES del ínclito Aznar, con un resultado espectacular logrado por la señora Ayuso desde su organización madrileña, y cuyo secreto es el de siempre. La candidatura de Ayuso supo conectar comportamiento, discurso y objetivos, con el sentimiento de los madrileños.
Vuelvo a decir lo que aprendimos cuando fundamos Unidad Alavesa. Los cargos electos representan a la circunscripción electoral. De ahí que el éxito cuando nace un nuevo partido, más aun en esta España asimétrica y vaciada, tenga mucha relación con la confianza que se logra en el cuerpo electoral sabiendo lo que pide y ofreciendo servicio a tal causa, hechos muy alejados de las pirámides jerárquicas y la obediencia debida a los aparatos partidarios. Personajes como Aznar, ni antes, ni ahora, han aprendido tal lección.
Por eso y haciendo historia, Unidad Alavesa al igual que UPN, conectaron con el electorado. UA se enfrentó con aquellas afrentas. El vertedero para residuos tóxicos. En plena sequía, la confiscación del agua en los pantanos alaveses con destino a la industria de la margen izquierda. El intolerable reparto del dinero que produce el Concierto Económico, y es que le reprochaban a Madrid su cicatería y aplicaban tal centralismo cicatero con Álava. La imposición de una cultura y un idioma que no se correspondían con la realidad social. Y la guinda del pastel. Lo que algunos estúpidos "juntaletras", siguiendo al Aznar del bigotillo, denominaron "broma foral". Si Euskadi arma un proceso de autodeterminación para Euskadi, Álava, como Navarra, armarán un proceso para que la comunidad de ciudadanos alaveses, en nombre de sus derechos forales, salgan fuera de la Euskal Herría nacionalista, y sean comunidad foral dentro de España. Con mensajes tan oportunos y claros, UA logró sorprender a los encuestadores pagados con el dinero público, algo así como lo que está sucediendo con Tezanos y sus encuestas.
No se puede exigir a los partidos políticos que sean súbditos de las viejas tradiciones progresistas o conservadoras. Cabe el mestizaje. Cabe una política transversal. Cabe retroceder para avanzar con la gente. Y, sobre todo, cabe romper moldes, y revolucionar a esa casposa curia oficial, mediante nuevas o viejas ideas, pero que son del pueblo y para el pueblo, por tanto ajenas a esos discursos, tácticas y enconadas luchas para el poder, que ocupa despachos y coches oficiales, siempre ajeno al sentir popular.
Con los acontecimientos referentes al PP, vuelvo a recordar aquel domingo 17 de junio en 1990. Vitoria. El Palacio Europa lleno hasta la bandera. Se estaba celebrando la fundación pública y popular de Unidad Alavesa. Mientras, los rancios partidos nacionales sonreían con harta soberbia. ¿Cómo un grupo de ciudadanos se atrevía a postular un movimiento social para ser oferta a las elecciones del otoño, y así poner voz a los alaveses en el Parlamento Vasco?.
Cuando quisieron darse cuenta, Unidad Alavesa se había convertido en el Partido de Álava, y como dijo su Presidente, un ciudadano hasta entonces ajeno a la política, "Álava es nuestra madre, y los ciudadanos alaveses somos sus hijos". José luís Añua acababa de pronunciar las letanías mágicas que abrieron los corazones de muchos huérfanos de la política oficial. Había comenzado el camino que daría como "Peto de ánimas" una organización salida del pueblo, con las raíces en la sociedad civil, que fue creciendo, entre la ilusión y la emoción, hasta irrumpir en aquel solemne resultado electoral y su posterior presencia en la Cámara Común de los Vascos. Todo con la sorpresa de la cátedra, que como siempre, seguía sin enterarse de lo que pasaba en Álava.
Los que nos habíamos criado entre patrones de la mar Cantábrica, hacía mucho tiempo habíamos aprendido que cualquier singladura necesita rumbo y tripulación. El rumbo era lo que decían, sentían y pedían las gentes. La tripulación fue llegando y creciendo, con ciudadanos de las más diversas condiciones.
Aquellas reuniones impositivas. Aquellas visitas traicioneras. Aquellas amenazantes diatribas. Todo ello, gestionado por patricios venidos de la villa y Corte, sólo sirvió para demostrar que ellos eran los tránsfugas. Ya que el transfuguismo consiste en traicionar al pueblo, contarle milongas en campaña electoral, para después olvidarle y dedicarse a la lucha interna partidaria. En definitiva. Lo que estamos viendo sucede en el PP del joven Casado, que funciona con el mando a distancia que desde FAES manipula un tal Aznar.
¿Serán capaces de hacer en la Comunidad de Madrid lo que han hecho en otros rincones de una España, que nos duele, bosteza, y se indigna con unos mandarines que son capaces de poner más énfasis en lograr acuerdos con los herederos batasunos, que con los dirigentes del todavía PP que lidera la señora Ayuso y asesora Miguel Ángel Rodríguez- por cierto, un auténtico experto en triunfos electorales-?