Quiero mucho al Partido Popular, pero...
Quiero mucho al Partido Popular.
Dejemos de vender a la ciudadanía que somos un partido dividido.
Hagamos que no sea así, por favor.
Estoy deseando que se celebre pronto el congreso para evitar desgastes.
Ese congreso debe seguir aumentando la mayoría en la Comunidad de Madrid".
Como me gusta que las cosas se hagan con cabeza y sensatez, y quiero que todo salga bien, no voy a a decir absolutamente nada que vaya en detrimento de la imagen del Partido Popular.
Pero lo que está claro es que yo no tengo dudas acerca de la cuestión de fondo de ese enfrentamiento, que no es otro que el temor a que el liderazgo social y político alcanzado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, unido al control orgánico de la organización territorial del partido en Madrid, sea un riesgo para la actual dirección de Génova en la hipótesis de una derrota electoral ante Sánchez en los próximos comicios generales.
El temor a que si no gobierna Casado —a la tercera va la vencida— Ayuso sea una alternativa de recambio, se esconde tras esta penosa batalla por el control del partido en Madrid.
Que Ayuso quiera ser la Presidenta del Partido Popular de Madrid siendo ya la presidenta de la comunidad de Madrid es lógico y es lo normal.
Dejen votar ya a las bases del partido y quitemos este entuerto ya.
No se dan cuenta de que Ayuso siempre ha sido y será leal a Pablo Casado.
Ayuso puede hacer ganar con más claridad al PP y a Pablo Casado las elecciones Generales.
El PP arrasó en Madrid por su candidata. Ayuso no se conformó con el éxito y sigue tomando decisiones que son bien acogidas por la inmensa mayoría de los madrileños porque les alivia de cargas en tiempos de zozobra.
Más claro no lo puede decir Ayudo Insistiendo en que sus medidas no pretenden lanzarla a las alturas, sino que su cabeza y su corazón están en Madrid.
Unidad, unidad y unidad.
Querido Pablo Casado.
Sabes el aprecio personal que te tengo.
Solo quiero decirte esto:
Toma las riendas del partido y soluciona la situación cogiendo tú el timón, no delegues, toma tú el mando y soluciona este asunto que tanto daño nos está haciendo a los que queremos al PP.
Queremos gente valiente, que nos defienda ante estos gobiernos socialistas que quieren acabar con nuestra libertad y prosperidad.
Para ello es necesario que el Partido Popular plantee sin complejos la batalla cultural que la derecha necesita afrontar para ser alternativa y no mera sucesión de las actuales políticas.
La evidencia de que las leyes que transforman la sociedad son todas socialistas, exige un compromiso rotundo de derogarlas si se obtiene la mayoría que el caso requiere.
No puede ser que el PP sea quien arregla la economía, mientras la izquierda regula —transforma— la sociedad a su imagen y semejanza.
Todas las leyes —insisto, todas— las que han producido una triple brecha moral, ideológica y territorial entre los españoles, son socialistas.
El derecho de los padres a elegir la educación que desean para sus hijos; el derecho al aborto; el derecho al suicidio asistido; la familia con la ideología de género, son leyes que afectan a cuestiones de conciencia, con graves implicaciones éticas, morales y sociales.
La Memoria Histórica y ahora además «democrática» es una enmienda de totalidad al consenso constitucional que superó los bandos entre las dos españas de rojos y azules que nos precipitaron a la Guerra Civil.
Hay que ser una sustitución de todo lo que la izquierda quiere imponer, no hay que ser un relevo hay que ser un cambio real y efectivo.
Hay que acabar con la Agenda 2030.
Por si todo eso no fuera suficiente, Sánchez, con sus pactos con el separatismo catalán y los etarras, ha llevado a la dirección de España a los que quieren arrasar España.
Para la transformación social, económica y moral Sánchez va de la mano de los comunistas, y para la brecha ideológica y nacional, con los etarras y los golpistas.
Por eso atacan tanto a Vox y a Cayetana y a Ayuso.
Porque dan la batalla cultural, ideológica, a toda la perversion que la izquierda nos quiere imponer y llevar como un rebaño de ovejas.
La España plurinacional, confederal y multinivel lleva inexorablemente a su autodestrucción, objetivo que no ocultan los aliados de Sánchez.
Precisamente, por y para ello, le auparon al Gobierno con aquella moción de censura y ahora le mantienen en él.
Que sabemos en el Partido Popular gestionar la economía lo tenemos todos claro pero hace falta más, hace falta quitarnos los complejos y remover la estructura ideológica y la brecha territorial y la de entre rojos y azules que la izquierda ha promovido y enganchado a España para peor de sus suertes y vergüenza de todos los españoles.
Quiero mucho al Partido Popular.
Dejemos de vender a la ciudadanía que somos un partido dividido.
Hagamos que no sea así, por favor.
Estoy deseando que se celebre pronto el congreso para evitar desgastes.
Ese congreso debe seguir aumentando la mayoría en la Comunidad de Madrid".
Como me gusta que las cosas se hagan con cabeza y sensatez, y quiero que todo salga bien, no voy a a decir absolutamente nada que vaya en detrimento de la imagen del Partido Popular.
Pero lo que está claro es que yo no tengo dudas acerca de la cuestión de fondo de ese enfrentamiento, que no es otro que el temor a que el liderazgo social y político alcanzado por la presidenta Isabel Díaz Ayuso, unido al control orgánico de la organización territorial del partido en Madrid, sea un riesgo para la actual dirección de Génova en la hipótesis de una derrota electoral ante Sánchez en los próximos comicios generales.
El temor a que si no gobierna Casado —a la tercera va la vencida— Ayuso sea una alternativa de recambio, se esconde tras esta penosa batalla por el control del partido en Madrid.
Que Ayuso quiera ser la Presidenta del Partido Popular de Madrid siendo ya la presidenta de la comunidad de Madrid es lógico y es lo normal.
Dejen votar ya a las bases del partido y quitemos este entuerto ya.
No se dan cuenta de que Ayuso siempre ha sido y será leal a Pablo Casado.
Ayuso puede hacer ganar con más claridad al PP y a Pablo Casado las elecciones Generales.
El PP arrasó en Madrid por su candidata. Ayuso no se conformó con el éxito y sigue tomando decisiones que son bien acogidas por la inmensa mayoría de los madrileños porque les alivia de cargas en tiempos de zozobra.
Más claro no lo puede decir Ayudo Insistiendo en que sus medidas no pretenden lanzarla a las alturas, sino que su cabeza y su corazón están en Madrid.
Unidad, unidad y unidad.
Querido Pablo Casado.
Sabes el aprecio personal que te tengo.
Solo quiero decirte esto:
Toma las riendas del partido y soluciona la situación cogiendo tú el timón, no delegues, toma tú el mando y soluciona este asunto que tanto daño nos está haciendo a los que queremos al PP.
Queremos gente valiente, que nos defienda ante estos gobiernos socialistas que quieren acabar con nuestra libertad y prosperidad.
Para ello es necesario que el Partido Popular plantee sin complejos la batalla cultural que la derecha necesita afrontar para ser alternativa y no mera sucesión de las actuales políticas.
La evidencia de que las leyes que transforman la sociedad son todas socialistas, exige un compromiso rotundo de derogarlas si se obtiene la mayoría que el caso requiere.
No puede ser que el PP sea quien arregla la economía, mientras la izquierda regula —transforma— la sociedad a su imagen y semejanza.
Todas las leyes —insisto, todas— las que han producido una triple brecha moral, ideológica y territorial entre los españoles, son socialistas.
El derecho de los padres a elegir la educación que desean para sus hijos; el derecho al aborto; el derecho al suicidio asistido; la familia con la ideología de género, son leyes que afectan a cuestiones de conciencia, con graves implicaciones éticas, morales y sociales.
La Memoria Histórica y ahora además «democrática» es una enmienda de totalidad al consenso constitucional que superó los bandos entre las dos españas de rojos y azules que nos precipitaron a la Guerra Civil.
Hay que ser una sustitución de todo lo que la izquierda quiere imponer, no hay que ser un relevo hay que ser un cambio real y efectivo.
Hay que acabar con la Agenda 2030.
Por si todo eso no fuera suficiente, Sánchez, con sus pactos con el separatismo catalán y los etarras, ha llevado a la dirección de España a los que quieren arrasar España.
Para la transformación social, económica y moral Sánchez va de la mano de los comunistas, y para la brecha ideológica y nacional, con los etarras y los golpistas.
Por eso atacan tanto a Vox y a Cayetana y a Ayuso.
Porque dan la batalla cultural, ideológica, a toda la perversion que la izquierda nos quiere imponer y llevar como un rebaño de ovejas.
La España plurinacional, confederal y multinivel lleva inexorablemente a su autodestrucción, objetivo que no ocultan los aliados de Sánchez.
Precisamente, por y para ello, le auparon al Gobierno con aquella moción de censura y ahora le mantienen en él.
Que sabemos en el Partido Popular gestionar la economía lo tenemos todos claro pero hace falta más, hace falta quitarnos los complejos y remover la estructura ideológica y la brecha territorial y la de entre rojos y azules que la izquierda ha promovido y enganchado a España para peor de sus suertes y vergüenza de todos los españoles.