La estrella de Covid
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Una tela cosida en la ropa representando una estrella de David de color amarillo era la forma en que la sociedad alemana durante el Tercer Reich identificaba a la muy minoritaria población judía; durante la Edad Media los leprosos hacían sonar una campanilla y las calles quedaban desiertas para que pudieran pasar. Dos ejemplos muy extremos para excluir al otro; a día de hoy el tanto por ciento de población vacunada es muy grande, pero quién no conoce a alguien que por diferentes motivos no da su brazo a torcer y no desea que le puncionen el hombro. El individuo como ser libre es el único que decide qué inocular en su organismo, nos guste o no. La gente padece todo tipo de enfermedades físicas o mentales y hasta ahora nadie obliga a nadie a portar un documento que certifique que están curados o que siguen un tratamiento específico. La clase política es proclive a inmiscuirse en la privacidad del ser humano, de controlarlo compulsivamente hasta convertirlo en un perro de Pávlov. Existe una línea muy delgada, casi imperceptible, que no se debe traspasar, ya que supondría la desaparición del individuo para convertirlo en una masa amorfa. "La estrella de Covid" sería la continuación, no la culminación de un proceso en marcha.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Una tela cosida en la ropa representando una estrella de David de color amarillo era la forma en que la sociedad alemana durante el Tercer Reich identificaba a la muy minoritaria población judía; durante la Edad Media los leprosos hacían sonar una campanilla y las calles quedaban desiertas para que pudieran pasar. Dos ejemplos muy extremos para excluir al otro; a día de hoy el tanto por ciento de población vacunada es muy grande, pero quién no conoce a alguien que por diferentes motivos no da su brazo a torcer y no desea que le puncionen el hombro. El individuo como ser libre es el único que decide qué inocular en su organismo, nos guste o no. La gente padece todo tipo de enfermedades físicas o mentales y hasta ahora nadie obliga a nadie a portar un documento que certifique que están curados o que siguen un tratamiento específico. La clase política es proclive a inmiscuirse en la privacidad del ser humano, de controlarlo compulsivamente hasta convertirlo en un perro de Pávlov. Existe una línea muy delgada, casi imperceptible, que no se debe traspasar, ya que supondría la desaparición del individuo para convertirlo en una masa amorfa. "La estrella de Covid" sería la continuación, no la culminación de un proceso en marcha.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
