Carta abierta a Pablo Casado de un militante de Nuevas Generaciones del PP en el País Vasco
![[Img #21012]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/11_2021/5962_pablo-casado.jpg)
Estimado Sr. Casado:
Mi nombre es Unai Laño Matas, tengo 20 años y vivo en Vitoria, a pesar de que ahora mismo me encuentre cursando mis estudios de derecho en la UPV de San Sebastián.
Soy militante del PP en Nuevas Generaciones Euskadi, y me dirijo a usted dado el descontento en el que me veo sumido y debido a la deriva y al rumbo nacional que usted como presidente del Partido Popular ha decidido llevar.
Considero que es usted una persona muy válida; su victoria en las primarias frente a Soraya Sáenz de Santamaría fue lo que me llevo con 17 años a afiliarme al PP en Álava, circunscripción a la que pertenezco, no siendo fácil dar el paso hoy en día en muchos rincones del País Vasco, dado que ya sabrá lo que ello socialmente todavía supone.
Me afilié al ver en usted juventud, ganas e ilusión como las que yo tenía y una regeneración en el PP hasta la fecha de entonces abandonada por su antecesor, volver a recuperar ese partido que una vez fue enorme y usted nos devolvería. Confié en usted, di la cara públicamente suponiendo lo que eso aquí conlleva, le apoyé en la universidad, en la calle, en actos, sindicatos estudiantiles, redes sociales y mítines del PP vasco, sin importarme lo que en mi día a día eso podría llegar a suponer, cosa de la que no me arrepiento porque en el momento así lo sentí.
Mi descontento con su proyecto comenzó tras las primeras elecciones del 28 de abril, en donde logró 66 escaños. No considero que aquellos malos resultados que cosechamos fueran derivados de la línea ideológica que hasta la fecha usted llevaba, que fue precisamente la que le llevó a ganar el Congreso, sino de la situación y del contexto del partido que usted heredó.
Las personas y apuestas personales de las que usted se rodeó eran y siguen siendo las idóneas para su proyecto para España, desde Cayetana Álvarez de Toledo hasta Isabel Díaz Ayuso, a la que tanto debemos. Por lo que tras aquel batacazo electoral sustituirlas para lograr esa imagen de moderación y supuestamente de esta manera mejorar electoralmente no creo que fuese la mejor idea para el futuro de nuestra nación.
Considero que debemos de seguir dando la batalla cultural ante la izquierda sin complejos y sin intentar contentar a aquellos que jamás nos votarán; solamente volver a aquellas ideas de las que usted era defensor y que hoy en día parece haber olvidado. No tenga miedo a Vox, vote lo que usted considere y más oportuno le parezca respecto a distintos temas sociales sin miedo a coincidir con ellos. Así es como se los comerá, no alejándose de la derecha ni atacando a sus votantes y yendo hacia un centro inexistente que contenta a todos, pero que nadie vota.
No se comerá usted a Vox alejándose de la derecha o atacando a sus votantes y yendo hacia un centro inexistente que contenta a todos, pero que nadie vota
Madrid es el claro ejemplo de cómo con un PP fuerte ante la izquierda Vox se queda en la sombra. Sus bases le apoyamos, vuelva a dar la batalla contra la ideología de género, leyes LGTBI, memoria histórica, ley del aborto, derecho a la vida… como lo hacía en un principio. Apoye internacionalmente a Polonia, defensora de las fronteras en la actualidad de todos los
ciudadanos europeos y la cristiandad ante la crisis migratoria y desvincúlese de votar junto a Podemos y Bildu negarle ayudas económicas por primar su ordenamiento interno frente al común negándose a imponer a sus ciudadanos leyes de género impuestas por Europa a los países miembros, no teniendo ésta tan siquiera competencia para hacerlo en esta materia.
Sea usted mismo, confíe en usted, no ceda todo el poder a su secretario general del cual ya dependen prácticamente todos los líderes regionales. Si a alguien entonces debe temer como rival y a consecuencia de esto es a él, al que todos deben su cargo y se hace con el partido, no a Isabel Díaz Ayuso. Usted es muy válido para saber dirigir un partido y una nación, ya lo demostró una vez, no divida al partido a través de su círculo con luchas internas de poder que únicamente nos perjudican, sea un líder y tome las riendas. Devuelva la portavocía del grupo popular en el Congreso a alguien válido con principios y que merezca el cargo, y no a alguien con un discurso para contentar a la izquierda.
Debemos aspirar a ganar unas elecciones convenciendo a la sociedad de que nuestro proyecto, nuestras ideas y valores son las mejores para España, no conformándonos a recibir la ruinosa herencia socialista convirtiéndonos en partido de recambio dado que el anterior lo ha hecho mal y al que la población entonces no le queda otra al que votar.
No opte por no hacer oposición por miedo a que el votante desencantado del PSOE tal vez no le vote, no sea conformista y opte por la pasividad como su antecesor, pise la calle, sea crítico con las personas que le rodean sin complejos, miedos ni cobardía alguna por lo que puedan llegar a pensar sobre usted; ayude a la España rural que siempre ha estado con nosotros, no solo cuando se acercan elecciones, luche por ellos, convenza a la gente de que nuestro proyecto es el mejor para este país, haga oposición y sobre todo no acepte ninguna lección de superioridad moral, esa será desde mi punto de vista la manera digna de una victoria electoral, no la seguida hasta ahora que terminará con un gran acuerdo nacional con el Partido Socialista.
Puse mis esperanzas una vez en usted y me he visto tristemente obligado a retirarlas, huérfano ideológico con 20 años en la que una vez consideré mi casa donde en teoría todos, tanto liberales como conservadores, teníamos voz, pero que realmente se me ha demostrado que solo caben algunos.
No entiendo a qué se debe este cambio de rumbo, si ha sido a consecuencia de las personas de las cuales usted se ha rodeado y le han recomendado seguir esta determinada estrategia política con el fin de ocupar el centro político para primeramente acabar de absorber el voto a Ciudadanos y posteriormente centrarse en Vox, volviendo al lugar donde estábamos antes, dejando de lado el perfil de sus votantes para contentar al resto, dando por hecho que estos, haga lo que usted haga, le seguirán apoyando y olvidando el detalle de que ya no está solo y tiene un partido creciendo a la derecha suya. Rogaría que me lo explicase, porque en mi caso no ha funcionado.
Pablo, no le pido que cambie, sino que vuelva a ser usted mismo cumpliendo con sus propuestas electorales que fueron las que me hicieron con mi edad afiliarme aquí y a usted a ganar las primarias del partido. Tiene usted fuerza, inteligencia, oratoria, un partido con bases consolidadas y asentadas desde hace años en todas las provincias autonómicas de las que otros por su juventud carecen, es el único en toda la derecha que puede por tanto hacerlo, sabemos que saben gestionar y gobernar bien, lo han demostrado durante años, pero es mucho más que eso lo que
debe saber hacer un partido político.
Debemos aspirar a ganar unas elecciones convenciendo a la sociedad de que nuestro proyecto, nuestras ideas y valores son las mejores para España, no conformándonos a recibir la ruinosa herencia socialista convirtiéndonos en partido de recambio dado que el anterior lo ha hecho mal y al que la población entonces no le queda otra al que votar.
Tiene una nación abandonada, rota y arruinada nuevamente por la izquierda y soy consciente de que es usted la única alternativa que puede salvarla, no tenga miedo de nada ni de nadie y salga a por ella. No sirve de nada ganar unas elecciones ni llegar a un Gobierno si mantenemos sin derogar todo el mal que hasta ahora la izquierda socialmente, enfrentándonos entre hermanos, ha hecho, simplemente se convierte en continuidad política de otro color.
Soy consciente de que esta carta ni tan siquiera será leída por usted; no será respondida o quizás tampoco llegue a su despacho y si de llegar, como otra de tantas, apenas le dedique mayor importancia, pero es mi último recurso para ser atendido por usted. Si no de desahogo personal habrá servido, no pretendo cambiar ni aconsejar a nadie, no soy nadie más que un simple militante raso de base como tantos otros para interferir en su dirección, solamente quería que fuese conocedor de mi grito a la desesperada por la situación personal en la que me encuentro y más en el País Vasco, si de algo tal vez sirve me pueda leer unos minutos, no voy contra usted, créame, aunque pueda parecer lo contrario. Busco lo mejor para este partido que desde hace años he considerado mi casa y a la que ahora por coherencia con mis principios y valores no puedo tan siquiera votar.
Muchas gracias por su atención.
Reciba un cordial saludo.
Unai Laño
Estimado Sr. Casado:
Mi nombre es Unai Laño Matas, tengo 20 años y vivo en Vitoria, a pesar de que ahora mismo me encuentre cursando mis estudios de derecho en la UPV de San Sebastián.
Soy militante del PP en Nuevas Generaciones Euskadi, y me dirijo a usted dado el descontento en el que me veo sumido y debido a la deriva y al rumbo nacional que usted como presidente del Partido Popular ha decidido llevar.
Considero que es usted una persona muy válida; su victoria en las primarias frente a Soraya Sáenz de Santamaría fue lo que me llevo con 17 años a afiliarme al PP en Álava, circunscripción a la que pertenezco, no siendo fácil dar el paso hoy en día en muchos rincones del País Vasco, dado que ya sabrá lo que ello socialmente todavía supone.
Me afilié al ver en usted juventud, ganas e ilusión como las que yo tenía y una regeneración en el PP hasta la fecha de entonces abandonada por su antecesor, volver a recuperar ese partido que una vez fue enorme y usted nos devolvería. Confié en usted, di la cara públicamente suponiendo lo que eso aquí conlleva, le apoyé en la universidad, en la calle, en actos, sindicatos estudiantiles, redes sociales y mítines del PP vasco, sin importarme lo que en mi día a día eso podría llegar a suponer, cosa de la que no me arrepiento porque en el momento así lo sentí.
Mi descontento con su proyecto comenzó tras las primeras elecciones del 28 de abril, en donde logró 66 escaños. No considero que aquellos malos resultados que cosechamos fueran derivados de la línea ideológica que hasta la fecha usted llevaba, que fue precisamente la que le llevó a ganar el Congreso, sino de la situación y del contexto del partido que usted heredó.
Las personas y apuestas personales de las que usted se rodeó eran y siguen siendo las idóneas para su proyecto para España, desde Cayetana Álvarez de Toledo hasta Isabel Díaz Ayuso, a la que tanto debemos. Por lo que tras aquel batacazo electoral sustituirlas para lograr esa imagen de moderación y supuestamente de esta manera mejorar electoralmente no creo que fuese la mejor idea para el futuro de nuestra nación.
Considero que debemos de seguir dando la batalla cultural ante la izquierda sin complejos y sin intentar contentar a aquellos que jamás nos votarán; solamente volver a aquellas ideas de las que usted era defensor y que hoy en día parece haber olvidado. No tenga miedo a Vox, vote lo que usted considere y más oportuno le parezca respecto a distintos temas sociales sin miedo a coincidir con ellos. Así es como se los comerá, no alejándose de la derecha ni atacando a sus votantes y yendo hacia un centro inexistente que contenta a todos, pero que nadie vota.
No se comerá usted a Vox alejándose de la derecha o atacando a sus votantes y yendo hacia un centro inexistente que contenta a todos, pero que nadie vota
Madrid es el claro ejemplo de cómo con un PP fuerte ante la izquierda Vox se queda en la sombra. Sus bases le apoyamos, vuelva a dar la batalla contra la ideología de género, leyes LGTBI, memoria histórica, ley del aborto, derecho a la vida… como lo hacía en un principio. Apoye internacionalmente a Polonia, defensora de las fronteras en la actualidad de todos los
ciudadanos europeos y la cristiandad ante la crisis migratoria y desvincúlese de votar junto a Podemos y Bildu negarle ayudas económicas por primar su ordenamiento interno frente al común negándose a imponer a sus ciudadanos leyes de género impuestas por Europa a los países miembros, no teniendo ésta tan siquiera competencia para hacerlo en esta materia.
Sea usted mismo, confíe en usted, no ceda todo el poder a su secretario general del cual ya dependen prácticamente todos los líderes regionales. Si a alguien entonces debe temer como rival y a consecuencia de esto es a él, al que todos deben su cargo y se hace con el partido, no a Isabel Díaz Ayuso. Usted es muy válido para saber dirigir un partido y una nación, ya lo demostró una vez, no divida al partido a través de su círculo con luchas internas de poder que únicamente nos perjudican, sea un líder y tome las riendas. Devuelva la portavocía del grupo popular en el Congreso a alguien válido con principios y que merezca el cargo, y no a alguien con un discurso para contentar a la izquierda.
Debemos aspirar a ganar unas elecciones convenciendo a la sociedad de que nuestro proyecto, nuestras ideas y valores son las mejores para España, no conformándonos a recibir la ruinosa herencia socialista convirtiéndonos en partido de recambio dado que el anterior lo ha hecho mal y al que la población entonces no le queda otra al que votar.
No opte por no hacer oposición por miedo a que el votante desencantado del PSOE tal vez no le vote, no sea conformista y opte por la pasividad como su antecesor, pise la calle, sea crítico con las personas que le rodean sin complejos, miedos ni cobardía alguna por lo que puedan llegar a pensar sobre usted; ayude a la España rural que siempre ha estado con nosotros, no solo cuando se acercan elecciones, luche por ellos, convenza a la gente de que nuestro proyecto es el mejor para este país, haga oposición y sobre todo no acepte ninguna lección de superioridad moral, esa será desde mi punto de vista la manera digna de una victoria electoral, no la seguida hasta ahora que terminará con un gran acuerdo nacional con el Partido Socialista.
Puse mis esperanzas una vez en usted y me he visto tristemente obligado a retirarlas, huérfano ideológico con 20 años en la que una vez consideré mi casa donde en teoría todos, tanto liberales como conservadores, teníamos voz, pero que realmente se me ha demostrado que solo caben algunos.
No entiendo a qué se debe este cambio de rumbo, si ha sido a consecuencia de las personas de las cuales usted se ha rodeado y le han recomendado seguir esta determinada estrategia política con el fin de ocupar el centro político para primeramente acabar de absorber el voto a Ciudadanos y posteriormente centrarse en Vox, volviendo al lugar donde estábamos antes, dejando de lado el perfil de sus votantes para contentar al resto, dando por hecho que estos, haga lo que usted haga, le seguirán apoyando y olvidando el detalle de que ya no está solo y tiene un partido creciendo a la derecha suya. Rogaría que me lo explicase, porque en mi caso no ha funcionado.
Pablo, no le pido que cambie, sino que vuelva a ser usted mismo cumpliendo con sus propuestas electorales que fueron las que me hicieron con mi edad afiliarme aquí y a usted a ganar las primarias del partido. Tiene usted fuerza, inteligencia, oratoria, un partido con bases consolidadas y asentadas desde hace años en todas las provincias autonómicas de las que otros por su juventud carecen, es el único en toda la derecha que puede por tanto hacerlo, sabemos que saben gestionar y gobernar bien, lo han demostrado durante años, pero es mucho más que eso lo que
debe saber hacer un partido político.
Debemos aspirar a ganar unas elecciones convenciendo a la sociedad de que nuestro proyecto, nuestras ideas y valores son las mejores para España, no conformándonos a recibir la ruinosa herencia socialista convirtiéndonos en partido de recambio dado que el anterior lo ha hecho mal y al que la población entonces no le queda otra al que votar.
Tiene una nación abandonada, rota y arruinada nuevamente por la izquierda y soy consciente de que es usted la única alternativa que puede salvarla, no tenga miedo de nada ni de nadie y salga a por ella. No sirve de nada ganar unas elecciones ni llegar a un Gobierno si mantenemos sin derogar todo el mal que hasta ahora la izquierda socialmente, enfrentándonos entre hermanos, ha hecho, simplemente se convierte en continuidad política de otro color.
Soy consciente de que esta carta ni tan siquiera será leída por usted; no será respondida o quizás tampoco llegue a su despacho y si de llegar, como otra de tantas, apenas le dedique mayor importancia, pero es mi último recurso para ser atendido por usted. Si no de desahogo personal habrá servido, no pretendo cambiar ni aconsejar a nadie, no soy nadie más que un simple militante raso de base como tantos otros para interferir en su dirección, solamente quería que fuese conocedor de mi grito a la desesperada por la situación personal en la que me encuentro y más en el País Vasco, si de algo tal vez sirve me pueda leer unos minutos, no voy contra usted, créame, aunque pueda parecer lo contrario. Busco lo mejor para este partido que desde hace años he considerado mi casa y a la que ahora por coherencia con mis principios y valores no puedo tan siquiera votar.
Muchas gracias por su atención.
Reciba un cordial saludo.
Unai Laño