Análisis
¿Cuántos virus más se pueden crear en el futuro para mantener la "nueva normalidad"?
![[Img #21052]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/11_2021/4467_corona-g76f1b97d8_1920.jpg)
En cuanto a la génesis de la epidemia de SARS-CoV-2, se han planteado esencialmente tres hipótesis: a) evolución espontánea a partir del murciélago ("zoonosis" en términos técnicos, es decir, infección transmitida de un animal a los seres humanos); b) escape accidental del laboratorio de Wuhan de un virus de bioingeniería; c) producción intencionada in vitro de un virus altamente contagioso con intenciones bioterroristas secretas. Aunque la primera hipótesis es la que inmediatamente surgió como la más seguida por la comunidad científica, las otras dos no pueden excluirse a priori. En palabras de la doctora Ilaria Capua, ciertamente más allá de cualquier sospecha de heterodoxia con respecto al nuevo orden terapéutico, "se acepta y se sabe que en algunos laboratorios del mundo existe la tecnología para alterar virus naturales más o menos inofensivos y transformarlos en cepas virales potencialmente pandémicas”.
Por ejemplo, la hipótesis de que el Sars-Cov-2 podría ser hijo de un virus generado en un laboratorio se considera tan plausible que hay que enviar un equipo de expertos para verificar lo ocurrido en ese laboratorio. ("Il Corriere della Sera", 5.4.2021). Sin dudarlo, el Dr. Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina en 2008, apoyó inmediatamente la tesis del virus producido in vitro en el laboratorio (véase "Agi.it", 17.4.2020). Además, si la hipótesis de la bioingeniería del virus en el laboratorio resultara fundada, surgirían legítimas sospechas sobre la posibilidad de producir virus similares en el futuro, con el objetivo de mantener -o incluso potenciar- la nueva normalidad de la emergencia pandémica. En definitiva, si el virus es un producto no de la naturaleza (zoonosis), sino de la mano humana (laboratorio), ¿qué nos impide pensar que en el futuro se producirán nuevos virus para mantener el estado de emergencia como la nueva normalidad?
La epidemia como método de gobierno podría -el condicional es un deber- confirmarse como una herramienta del bloque oligárquico neoliberal: que no sólo la utilizaría, sino que incluso la crearía ad usum sui. Además, desde hace algún tiempo se habla en muchos sectores de nuevas y más mortíferas epidemias por venir. Esto subraya el hecho de que nuestro tiempo, como queramos entenderlo, coincide ya con el tiempo de las pandemias: "estamos entrando en la era de las pandemias" era también -¿recuerdan? - la pomposa proclamación de la vestal del neoliberalismo al estilo de la UE, Ursula von der Leyen.
En definitiva, parece realmente que la estrategia virus-antivirus, ya utilizada desde hace tiempo en el ámbito de las máquinas, podría afirmarse plenamente también en el ámbito de lo humano o, como ya se denomina abiertamente, de lo "posthumano". Preparémonos, es sólo el principio: "Sileri dice que probablemente habrá una nueva pandemia en los próximos años" ('Fanpage.it', 27.5.2021). Veremos qué pasa, mientras tanto, preparémonos. Y no pensemos que el distanciamiento, los cierres y las máscaras son molestias temporales: está en marcha una remodelación telúrica de nuestra forma de habitar el mundo, así como de la forma de gobernar las cosas y las personas. Es, además, la desaparición de las democracias burguesas.
En cuanto a la génesis de la epidemia de SARS-CoV-2, se han planteado esencialmente tres hipótesis: a) evolución espontánea a partir del murciélago ("zoonosis" en términos técnicos, es decir, infección transmitida de un animal a los seres humanos); b) escape accidental del laboratorio de Wuhan de un virus de bioingeniería; c) producción intencionada in vitro de un virus altamente contagioso con intenciones bioterroristas secretas. Aunque la primera hipótesis es la que inmediatamente surgió como la más seguida por la comunidad científica, las otras dos no pueden excluirse a priori. En palabras de la doctora Ilaria Capua, ciertamente más allá de cualquier sospecha de heterodoxia con respecto al nuevo orden terapéutico, "se acepta y se sabe que en algunos laboratorios del mundo existe la tecnología para alterar virus naturales más o menos inofensivos y transformarlos en cepas virales potencialmente pandémicas”.
Por ejemplo, la hipótesis de que el Sars-Cov-2 podría ser hijo de un virus generado en un laboratorio se considera tan plausible que hay que enviar un equipo de expertos para verificar lo ocurrido en ese laboratorio. ("Il Corriere della Sera", 5.4.2021). Sin dudarlo, el Dr. Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina en 2008, apoyó inmediatamente la tesis del virus producido in vitro en el laboratorio (véase "Agi.it", 17.4.2020). Además, si la hipótesis de la bioingeniería del virus en el laboratorio resultara fundada, surgirían legítimas sospechas sobre la posibilidad de producir virus similares en el futuro, con el objetivo de mantener -o incluso potenciar- la nueva normalidad de la emergencia pandémica. En definitiva, si el virus es un producto no de la naturaleza (zoonosis), sino de la mano humana (laboratorio), ¿qué nos impide pensar que en el futuro se producirán nuevos virus para mantener el estado de emergencia como la nueva normalidad?
La epidemia como método de gobierno podría -el condicional es un deber- confirmarse como una herramienta del bloque oligárquico neoliberal: que no sólo la utilizaría, sino que incluso la crearía ad usum sui. Además, desde hace algún tiempo se habla en muchos sectores de nuevas y más mortíferas epidemias por venir. Esto subraya el hecho de que nuestro tiempo, como queramos entenderlo, coincide ya con el tiempo de las pandemias: "estamos entrando en la era de las pandemias" era también -¿recuerdan? - la pomposa proclamación de la vestal del neoliberalismo al estilo de la UE, Ursula von der Leyen.
En definitiva, parece realmente que la estrategia virus-antivirus, ya utilizada desde hace tiempo en el ámbito de las máquinas, podría afirmarse plenamente también en el ámbito de lo humano o, como ya se denomina abiertamente, de lo "posthumano". Preparémonos, es sólo el principio: "Sileri dice que probablemente habrá una nueva pandemia en los próximos años" ('Fanpage.it', 27.5.2021). Veremos qué pasa, mientras tanto, preparémonos. Y no pensemos que el distanciamiento, los cierres y las máscaras son molestias temporales: está en marcha una remodelación telúrica de nuestra forma de habitar el mundo, así como de la forma de gobernar las cosas y las personas. Es, además, la desaparición de las democracias burguesas.