Exige también el consentimiento informado
Japón coloca una advertencia sobre miocarditis en las "vacunas" contra el Covid-19
![[Img #21127]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/12_2021/5613_tram-gc222905ef_1920.jpg)
Según informa Raid Foundation USA, Japón ha anunciado que los sectores público y privado no pueden discriminar a quienes rechacen las inyecciones experimentales de terapia génica de ARNm. De hecho, el Gobierno japonés está etiquetando las “vacunas” contra el Covid para advertir sobre efectos secundarios peligrosos y potencialmente mortales como la miocarditis. Además, el país asiático ha reafirmado su compromiso con los requisitos de notificación de reacciones adversas para garantizar que se documenten bien todos los posibles efectos secundarios.
Estos esfuerzos de la autoridad sanitaria de Japón contrastan radicalmente con las medidas adoptadas por numerosos países occidentales para obligar a los ciudadanos a que se inyecten, minimizando los efectos secundarios y desalentando la notificación adecuada de eventos adversos. En este orden de cosas, Japón está potenciando el consentimiento informado y la autonomía individual de sus ciudadanos. El Gobierno de Tokio muestra una particular preocupación por los riesgos de miocarditis en los hombres jóvenes inyectados con Pfizer o Moderna. Por ello, el país nipón está imponiendo un estricto requisito de notificación legal de los efectos secundarios que deben tener lugar dentro de los 28 días posteriores a las inyecciones.
El sitio web del Ministerio de Salud de Japón alienta a los ciudadanos a recibir la “vacuna”; sin embargo, enfatiza que ésta no es obligatoria. "Aunque animamos a todos los ciudadanos a recibir la vacuna contra el Covid-19, ésta no es obligatoria. La vacunación se administrará únicamente con el consentimiento de la persona a vacunar después de la información proporcionada. Además, el Gobierno recomienda a quienes están considerando tomar la inyección que consideren cuidadosamente tanto su efectividad como sus efectos secundarios. Vacúnese por su propia decisión, entendiendo tanto la eficacia en la prevención de enfermedades infecciosas como el riesgo de efectos secundarios. No se administrará ninguna vacuna sin consentimiento".
![[Img #21260]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/01_2022/4779_add.jpg)
Según informa Raid Foundation USA, Japón ha anunciado que los sectores público y privado no pueden discriminar a quienes rechacen las inyecciones experimentales de terapia génica de ARNm. De hecho, el Gobierno japonés está etiquetando las “vacunas” contra el Covid para advertir sobre efectos secundarios peligrosos y potencialmente mortales como la miocarditis. Además, el país asiático ha reafirmado su compromiso con los requisitos de notificación de reacciones adversas para garantizar que se documenten bien todos los posibles efectos secundarios.
Estos esfuerzos de la autoridad sanitaria de Japón contrastan radicalmente con las medidas adoptadas por numerosos países occidentales para obligar a los ciudadanos a que se inyecten, minimizando los efectos secundarios y desalentando la notificación adecuada de eventos adversos. En este orden de cosas, Japón está potenciando el consentimiento informado y la autonomía individual de sus ciudadanos. El Gobierno de Tokio muestra una particular preocupación por los riesgos de miocarditis en los hombres jóvenes inyectados con Pfizer o Moderna. Por ello, el país nipón está imponiendo un estricto requisito de notificación legal de los efectos secundarios que deben tener lugar dentro de los 28 días posteriores a las inyecciones.
El sitio web del Ministerio de Salud de Japón alienta a los ciudadanos a recibir la “vacuna”; sin embargo, enfatiza que ésta no es obligatoria. "Aunque animamos a todos los ciudadanos a recibir la vacuna contra el Covid-19, ésta no es obligatoria. La vacunación se administrará únicamente con el consentimiento de la persona a vacunar después de la información proporcionada. Además, el Gobierno recomienda a quienes están considerando tomar la inyección que consideren cuidadosamente tanto su efectividad como sus efectos secundarios. Vacúnese por su propia decisión, entendiendo tanto la eficacia en la prevención de enfermedades infecciosas como el riesgo de efectos secundarios. No se administrará ninguna vacuna sin consentimiento".