La cruz
Leo la noticia y el cuerpo se estremece; pena, rabia e impotencia se entremezclan. El símbolo por antonomasia de Buruntzaldea ha sido derribado; la cruz que corona el monte Buruntza ha caído víctima de una vileza perpetrada aprovechando la noche. Unos bípedos matxotes, alegres y combativos que al grito de "haika mutil"habrán celebrado su hazaña con kalimotxo y unas cuantas birras mientras fumaban los consabidos canutos riendo como simios. Unos ignorantes, zotes totalitarios abducidos por el odio que han instilado en sus mentes. La cruz representa la historia, cultura, creencias, civilización, etc. y ésta, en concreto, forma además parte de la vida de millares de guipuzcoanos que han subido hasta ella en romería, con un grupo de amigos o en solitario. Forma parte de nuestras vidas; risas, jadeos, bromas, piques, caídas, chistes, bocadillos, cantimploras, canciones, fotografías, ligues, barro, sol, lluvia, nieve, viento, sábados, domingos ascendiendo y bajando. Todo ello con la cruz como testigo silencioso. Quienes vivimos en Buruntzaldea nos sentimos huérfanos porque nos han arrebatado algo nuestro que exigimos sea restaurado cuanto antes. Insto a los Ayuntamientos de la zona para que aúnen esfuerzos de forma que cuanto antes veamos de nuevo la majestuosa cruz en la cima del Buruntza.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Leo la noticia y el cuerpo se estremece; pena, rabia e impotencia se entremezclan. El símbolo por antonomasia de Buruntzaldea ha sido derribado; la cruz que corona el monte Buruntza ha caído víctima de una vileza perpetrada aprovechando la noche. Unos bípedos matxotes, alegres y combativos que al grito de "haika mutil"habrán celebrado su hazaña con kalimotxo y unas cuantas birras mientras fumaban los consabidos canutos riendo como simios. Unos ignorantes, zotes totalitarios abducidos por el odio que han instilado en sus mentes. La cruz representa la historia, cultura, creencias, civilización, etc. y ésta, en concreto, forma además parte de la vida de millares de guipuzcoanos que han subido hasta ella en romería, con un grupo de amigos o en solitario. Forma parte de nuestras vidas; risas, jadeos, bromas, piques, caídas, chistes, bocadillos, cantimploras, canciones, fotografías, ligues, barro, sol, lluvia, nieve, viento, sábados, domingos ascendiendo y bajando. Todo ello con la cruz como testigo silencioso. Quienes vivimos en Buruntzaldea nos sentimos huérfanos porque nos han arrebatado algo nuestro que exigimos sea restaurado cuanto antes. Insto a los Ayuntamientos de la zona para que aúnen esfuerzos de forma que cuanto antes veamos de nuevo la majestuosa cruz en la cima del Buruntza.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria