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Lunes, 20 de Diciembre de 2021 Tiempo de lectura:

Eric Zemmour: "Acuso a Emmanuel Macron y a su Gobierno de instrumentalizar la crisis sanitaria"

[Img #21176]Lo que ha caracterizado, desde el inicio, la gestión de la crisis sanitaria Covid-19 en nuestro país es la falta de estrategia. Por supuesto, todos recuerdan el fiasco y las mentiras sobre las máscarillas, la total falta de preparación de nuestro sistema hospitalario, que carecía de batas, guantes, camas o respiradores, o las aberrantes medidas para cerrar negocios o departamentos denominados “no imprescindibles”, cuyo único efecto fue hacer más rica a Amazon.

 

Tampoco nos olvidamos el desprecio con el que Emmanuel Macron juzgó la ambición de Donald Trump de brindar al mundo una vacuna eficaz para finales de 2020. Fracaso de la industria farmacéutica francesa para desarrollar una vacuna, a diferencia de nuestros vecinos alemanes y británicos. Mientras Emmanuel Macron daba lecciones, otros se arremangaron. Pero no pasemos demasiado tiempo criticando lo (mal) hecho, esto los franceses ya lo saben. Lo que necesitamos es altura moral para trazar una estrategia real para salir de una manera creíble de esta crisis de salud que socava la moral de los franceses, que ataca algunas de sus libertades individuales fundamentales y que hunde nuestra economía en la deuda.

 

(...)

 

La inmensa mayoría de los franceses ahora son inmunes, ya sea por vacunación o por haber sido infectados. Por supuesto, el virus continúa mutando, pero los estudios parecen mostrar que la inmunidad adquirida sigue siendo eficaz contra las nuevas variantes. Además, a partir del año 2021, a pesar de tres nuevas oleadas de Covid, apenas observamos ningún exceso de mortalidad en nuestro país. Por supuesto, este virus sigue haciendo daño, pero la situación no tiene nada que ver con la del año pasado.


Poco a poco esta enfermedad se va haciendo endémica, es decir, que el virus no va a desaparecer y que, por lo tanto, tendremos que vivir con él, como lo hemos hecho durante siglos con otras enfermedades respiratorias como la gripe. Esto significa que las medidas que tomemos ahora contra el virus deben ser medidas preparadas para que sean sostenibles.
 

En este contexto, mantener un clima de miedo es un gran error político. Es incluso peor que eso: acuso a Emmanuel Macron y a su Gobierno de instrumentalizar la crisis sanitaria, por ejemplo, poniendo sobre la mesa hoy medidas inútiles como el pase sanitario o de vacunación, solo con fines políticos. Pase lo que pase, busca imponer estos temas que sabe que son divisivos (excepto para su propio electorado) en la campaña. Rara vez un presidente de la República ha alcanzado tal nivel de cinismo.

 

(...)  ¿Qué sentido tiene aumentar los ataques a las libertades de toda la población cuando los franceses ya son uno de los pueblos más vacunados del mundo? En lugar de obstaculizar la vida de los franceses o incluso considerar vacunar a los niños, el Gobierno debería centrar sus esfuerzos en los ancianos y en las personas frágiles que no están vacunadas. Por mi parte, mi mensaje es inequívoco: invito a todas estas personas mayores y frágiles que aún no están vacunadas, incluso con una tercera dosis, para que reduzcan las posibilidades de desarrollar formas graves de enfermedad y de sobrecargar nuestro sistema hospitalario.


La segunda prioridad debe ser administrar ampliamente los tratamientos efectivos que están comenzando a llegar, cinco de los cuales ya están autorizados en la Unión Europea. Se trata de una tremenda noticia que debería permitir reducir aún más drásticamente el número de casos graves y muertes vinculadas a esta enfermedad.

 

La tercera prioridad es, obviamente, enderezar nuestro sistema hospitalario, que ha sido abusado durante décadas, en nombre del ahorro presupuestario a corto plazo. Desde este punto de vista, toda la clase política es culpable: izquierda, derecha y centro combinados. Carecemos de camas de reanimación, de médicos y de enfermeras ... Si la Ségur de la Santé es un primer paso en la dirección correcta, no alcanza para compensar los terribles atentados que se han producido conra el sistema hospitalario.


La cuarta prioridad a más largo plazo es restaurar nuestra red de investigación médica. No es normal que Francia estuviera ausente de la carrera de vacunas y tratamientos contra el Covid-19, mientras nosotros somos el país de Pasteur. Este fracaso es síntoma de nuestra degradación, a la que pretendo poner fin reindustrializando el país y reviviendo la excelencia de nuestra investigación, pública y privada.


Con esta estrategia, es una vuelta a la vida normal la que les propongo a los franceses. En lugar de despertar temores con fines electorales, debemos mostrarles de manera creíble la luz al final del túnel. Conmigo no habrá más confinamiento o restricción de libertades individuales como el pase de salud o de vacunación. Propongo una estrategia que combate con fuerza la epidemia, pero que no cede al pánico y a las locuras de quienes quieren obligarnos a vivir eternamente enmascarados, distantes y confinados.


En lugar del miedo, optemos por la razón, la responsabilidad y la ciencia, para recuperar, lo antes posible, nuestra vida anterior.
 

(*) Eric Zemmour es presidente de Reconquête y candidato a las elecciones presidenciales de 2022

 

(*) El texto de Eric Zemmour se ha extractado del artículo "Mi estrategia para salir de la crisis sanitaria", publicado en el diario l' Opinion. Traducción: LTPV

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