Tall el-Hammam
Científicos descubren importantes evidencias arqueológicas de la destrucción de la ciudad bíblica de Sodoma
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Alrededor del año 1650 antes de Jesucristo, una próspera ciudad fue destruida instantáneamente en un hecho apocalíptico que podría confirmar la historia bíblica de la destrucción de Sodoma.
Según informa The Epoch Times, un reciente artículo publicado en Nature Scientific Reports presenta pruebas de que la antigua ciudad de Tall el-Hammam, en el valle del Jordán, fue destruida por un estallido cósmico hace más de 3.600 años. El artículo se titula Un estallido cósmico del tamaño de Tunguska destruyó Tall el-Hammam, una ciudad de la Edad del Bronce Medio en el Valle del Jordán, cerca del Mar Muerto. Entre los veintiún coautores del estudio se encuentran numerosos arqueólogos, geólogos, geoquímicos, geomorfólogos, mineralogistas, paleobotánicos, sedimentólogos, expertos en influencias cósmicas y médicos.
“Consideramos que es posible que las tradiciones orales sobre la destrucción de esta ciudad urbana por un objeto cósmico pueden ser la fuente de la versión escrita de Sodoma en el Génesis”, dice el documento. “También consideramos que los detalles relatados en el Génesis coinciden razonablemente con los detalles conocidos de un evento de impacto cósmico”.
Hay que recordar que en el libro del Génesis hay un relato de la ciudad del pecado, Sodoma, donde el Señor castigó a la ciudad con azufre y fuego debido a la maldad de su gente. Como resultado, la ciudad de Sodoma se convirtió instantáneamente en ruinas. Los restos de la antigua ciudad de Tall el-Hammam, donde se están realizando excavaciones arqueológicas desde 2005, coinciden con la descripción de la ciudad de Sodoma en la Biblia, por lo que algunos eruditos creen que ese es el emplazamiento de la ciudad de Sodoma.
Tras las simulaciones, los científicos creen que las rocas del universo, de entre 60 y 75 metros de diámetro, explotaron en una bola de fuego gigante a una distancia de entre 1 y 5 kilómetros de la superficie. La temperatura en el centro de la explosión superó los 300.000 grados centígrados, muy por encima de los 5.000 grados centígrados de la superficie del sol. En un acontecimiento apocalíptico de estas características, la radiación térmica se propaga a la velocidad de la luz, fundiendo rápidamente la cerámica, la arcilla y el yeso. La temperatura de la superficie terrestre en la región de Sodoma también se elevó brevemente por encima de los 1.850 grados. Al mismo tiempo, la explosión de la roca produjo una enorme onda expansiva, y la ráfaga de viento resultante barrió toda la ciudad a una velocidad de entre 900 y 1.200 kilómetros por hora, y todos los edificios quedaron destruidos por donde pasó. Su potencia de explosión es 1.000 veces superior a la de la bomba atómica de Hiroshima.
En el sedimento de aproximadamente 1,5 metros de espesor, los investigadores desenterraron fragmentos de cerámica con una capa superficial externa de vidrio fundido, esferas granulares de metales fundidos como platino, iridio, níquel, oro, plata, circón, cromita y cuarzo, y granos de circón esparcidos. Los restos humanos son horripilantes, mostrando una dislocación total de las articulaciones y la fragmentación de los huesos.
Estos indicios sugieren que la destrucción de la ciudad estuvo relacionada con temperaturas extremadamente altas. Los arqueólogos creen que, tras excluir las guerras, los incendios, los volcanes, los rayos y los factores provocados por el hombre, insuficientes para producir tal poder destructivo, la existencia de este fenómeno solo puede provenir de un estallido cósmico.
Conforme a la información de The Epoch Times, los científicos también descubrieron que, tras la catástrofe, la ciudad de Tall el-Hammam y sus alrededores quedaron abandonados durante 300 a 600 años. La población de la región se redujo de entre 45.000 y 60.000 habitantes a solo unos cientos de nómadas. Los científicos especulan que la explosión pudo haber provocado que el agua salada del Mar Muerto, cerca de Tall el-Hammam, se evaporara o salpicara todo el valle, haciendo que los cultivos no pudieran crecer, y que los que sobrevivieron a la catástrofe, tuvieran que abandonarlos.
Los científicos dicen que esta catástrofe fue más bien un desastre que puso fin a la civilización. Por la ubicación de la ciudad de Tall el-Hammam, su marco temporal y la forma en que fue destruida, algunos estudiosos creen que esa ciudad es la ciudad bíblica de Sodoma.
Steven Collins, arqueólogo jefe del proyecto de excavación de la ciudad de Tall el-Hammam, apoya la idea de que Tall el-Hammam es Sodoma, que, en su opinión, está respaldada por pruebas indudables. Dice que la geografía, el tamaño de la ciudad y su antigüedad, todo coincide perfectamente con lo descrito en la Biblia.
Collins señala que la antigua ciudad de Tall el-Hammam data de entre 3500 a 1540 A. C. y fue abandonada abruptamente. La ciudad de Sodoma, mencionada en la Biblia como la mayor ciudad de la ribera oriental del río Jordán, estaba situada en una importante ruta comercial y contaba con altas y gruesas murallas. Se cree que la antigua ciudad excavada por el equipo arqueológico es la mayor de la región, con muros de 10 metros de altura y 5.2 metros de grosor, todo lo cual coincide con la referencia bíblica de Sodoma.
Hershel Shanks, editor de Biblical Archaeology Review, está de acuerdo en que Tall el-Hammam es Sodoma, pero argumenta que el significado detrás de la referencia de los autores a la destrucción de la ciudad por parte de Dios es el punto clave, independientemente de que la cuestión teológica pueda ser probada en última instancia por la ciencia.
Alrededor del año 1650 antes de Jesucristo, una próspera ciudad fue destruida instantáneamente en un hecho apocalíptico que podría confirmar la historia bíblica de la destrucción de Sodoma.
Según informa The Epoch Times, un reciente artículo publicado en Nature Scientific Reports presenta pruebas de que la antigua ciudad de Tall el-Hammam, en el valle del Jordán, fue destruida por un estallido cósmico hace más de 3.600 años. El artículo se titula Un estallido cósmico del tamaño de Tunguska destruyó Tall el-Hammam, una ciudad de la Edad del Bronce Medio en el Valle del Jordán, cerca del Mar Muerto. Entre los veintiún coautores del estudio se encuentran numerosos arqueólogos, geólogos, geoquímicos, geomorfólogos, mineralogistas, paleobotánicos, sedimentólogos, expertos en influencias cósmicas y médicos.
“Consideramos que es posible que las tradiciones orales sobre la destrucción de esta ciudad urbana por un objeto cósmico pueden ser la fuente de la versión escrita de Sodoma en el Génesis”, dice el documento. “También consideramos que los detalles relatados en el Génesis coinciden razonablemente con los detalles conocidos de un evento de impacto cósmico”.
Hay que recordar que en el libro del Génesis hay un relato de la ciudad del pecado, Sodoma, donde el Señor castigó a la ciudad con azufre y fuego debido a la maldad de su gente. Como resultado, la ciudad de Sodoma se convirtió instantáneamente en ruinas. Los restos de la antigua ciudad de Tall el-Hammam, donde se están realizando excavaciones arqueológicas desde 2005, coinciden con la descripción de la ciudad de Sodoma en la Biblia, por lo que algunos eruditos creen que ese es el emplazamiento de la ciudad de Sodoma.
Tras las simulaciones, los científicos creen que las rocas del universo, de entre 60 y 75 metros de diámetro, explotaron en una bola de fuego gigante a una distancia de entre 1 y 5 kilómetros de la superficie. La temperatura en el centro de la explosión superó los 300.000 grados centígrados, muy por encima de los 5.000 grados centígrados de la superficie del sol. En un acontecimiento apocalíptico de estas características, la radiación térmica se propaga a la velocidad de la luz, fundiendo rápidamente la cerámica, la arcilla y el yeso. La temperatura de la superficie terrestre en la región de Sodoma también se elevó brevemente por encima de los 1.850 grados. Al mismo tiempo, la explosión de la roca produjo una enorme onda expansiva, y la ráfaga de viento resultante barrió toda la ciudad a una velocidad de entre 900 y 1.200 kilómetros por hora, y todos los edificios quedaron destruidos por donde pasó. Su potencia de explosión es 1.000 veces superior a la de la bomba atómica de Hiroshima.
En el sedimento de aproximadamente 1,5 metros de espesor, los investigadores desenterraron fragmentos de cerámica con una capa superficial externa de vidrio fundido, esferas granulares de metales fundidos como platino, iridio, níquel, oro, plata, circón, cromita y cuarzo, y granos de circón esparcidos. Los restos humanos son horripilantes, mostrando una dislocación total de las articulaciones y la fragmentación de los huesos.
Estos indicios sugieren que la destrucción de la ciudad estuvo relacionada con temperaturas extremadamente altas. Los arqueólogos creen que, tras excluir las guerras, los incendios, los volcanes, los rayos y los factores provocados por el hombre, insuficientes para producir tal poder destructivo, la existencia de este fenómeno solo puede provenir de un estallido cósmico.
Conforme a la información de The Epoch Times, los científicos también descubrieron que, tras la catástrofe, la ciudad de Tall el-Hammam y sus alrededores quedaron abandonados durante 300 a 600 años. La población de la región se redujo de entre 45.000 y 60.000 habitantes a solo unos cientos de nómadas. Los científicos especulan que la explosión pudo haber provocado que el agua salada del Mar Muerto, cerca de Tall el-Hammam, se evaporara o salpicara todo el valle, haciendo que los cultivos no pudieran crecer, y que los que sobrevivieron a la catástrofe, tuvieran que abandonarlos.
Los científicos dicen que esta catástrofe fue más bien un desastre que puso fin a la civilización. Por la ubicación de la ciudad de Tall el-Hammam, su marco temporal y la forma en que fue destruida, algunos estudiosos creen que esa ciudad es la ciudad bíblica de Sodoma.
Steven Collins, arqueólogo jefe del proyecto de excavación de la ciudad de Tall el-Hammam, apoya la idea de que Tall el-Hammam es Sodoma, que, en su opinión, está respaldada por pruebas indudables. Dice que la geografía, el tamaño de la ciudad y su antigüedad, todo coincide perfectamente con lo descrito en la Biblia.
Collins señala que la antigua ciudad de Tall el-Hammam data de entre 3500 a 1540 A. C. y fue abandonada abruptamente. La ciudad de Sodoma, mencionada en la Biblia como la mayor ciudad de la ribera oriental del río Jordán, estaba situada en una importante ruta comercial y contaba con altas y gruesas murallas. Se cree que la antigua ciudad excavada por el equipo arqueológico es la mayor de la región, con muros de 10 metros de altura y 5.2 metros de grosor, todo lo cual coincide con la referencia bíblica de Sodoma.
Hershel Shanks, editor de Biblical Archaeology Review, está de acuerdo en que Tall el-Hammam es Sodoma, pero argumenta que el significado detrás de la referencia de los autores a la destrucción de la ciudad por parte de Dios es el punto clave, independientemente de que la cuestión teológica pueda ser probada en última instancia por la ciencia.