Un afamado escritor ha acuñado el palabro que da título a esta carta. Frente al vocablo <<negacionista>> que se arroja como si fuera un dardo contra todo aquel que se opone o simplemente duda de algo, los llamados tragacionistas aceptan y embaulan a pies juntillas todo lo que se les dice y señalan con el dedo acusador a los apóstatas. La variante Ómicron ha supuesto un desbarajuste y caos para la sociedad; la mayoría de la clase política ha decidido lo más sencillo, a saber, imponer la mascarilla en la calle y exigir un documento para zancadillear la vida social a quien no lo exhiba. Se da voz a virólogos, científicos, etc. que apoyan dichas medidas, pero se trata de acallar a otros muchos que consideran que la imposición del bozal y del documento discriminatorio no ha lugar y se trata de algo ineficaz en la lucha contra el virus. Gran parte de la sociedad muestra cansancio psíquico ante tanta restricción y abogan por algo tan sencillo como es que les de dejen vivir en paz. El ser humano defiende su libertad y se rebela cuando los poderes públicos se entrometen e inmiscuyen en lo más íntimo de sus vidas. Covidictadura y democracia totalitaria son conceptos que peligrosamente están tomando cuerpo. Feliz Navidad.