Los "Vacelar" vascos
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        
        
                
        
        Hace poco saltó a la prensa una sentencia del Tribunal Supremo, concretamente la STS 629/2021 de 27 de septiembre, que ha sido interpretada como la forma de salvar un apellido español que se demuestre que tiene más de trescientos años de vigencia y que esté en peligro de extinción. El apellido que ha protagonizado este litigio es Vacelar, apellido gallego originario de la comarca de la Ribeira Sacra, conocida por ser la denominación de origen de unos vinos muy apreciados. El caso es que Vacelar es un apellido que en el actual Padrón del INE consta con 9 portadores de primer apellido y 11 de segundo. Quien ha protagonizado el litigio es un abogado asturiano afincado en Madrid llamado Miguel Ángel Rodríguez Vacelar, quien ha conseguido para su hija que su primer apellido sea Rodríguez-Vacelar, como forma aceptada por el Tribunal Supremo para que el apellido de la abuela paterna no se pierda.
 
No obstante, existen fórmulas como la de acordar entre ambos progenitores el orden de los apellidos de los hijos. Aunque en el caso de que el apellido a salvaguardar sea el segundo de uno de los dos progenitores, se corre el riesgo de que no quede bien identificada la filiación de los hijos. Así que la solución de unir los dos apellidos de uno de los progenitores mediante un guión y pasarlo así a los hijos resulta la más idónea para el Tribunal Supremo. Esta solución, en cualquier caso, nos tememos que no satisfaría para nada –en caso de tener que recurrir a ella para salvar su apellido– a cualquier nacionalista vasco militante, porque eso supondría tener que unir mediante un guión y para siempre un apellido eusquérico a uno castellano, y quedando además el castellano por delante del eusquérico.
 
El caso es que tenemos muchísimos apellidos eusquéricos en la misma situación o peor que el Vacelar gallego. Y eso es lo que interesa destacar en esta ocasión, para la cual el caso del apellido Vacelar nos ofrece una oportunidad inmejorable. Creo que ya hemos comentado en esta serie una cuestión que resulta fundamental y es que, de los aproximadamente 11.000 apellidos vascos que constan en el Nomenclátor de Euskaltzaindia, hemos podido comprobar, contrastándolos en el Padrón del INE, que 4.930, salvo error u omisión, no presentan portadores que los lleven ni como primer ni como segundo apellido. Esto, como sabemos, no quiere decir que no tengan absolutamente ningún portador, sino que –por motivos de confidencialidad del INE– tienen de 0 a 4, lo cual quiere decir o que no existen ya como primeros apellidos o que están en trance de extinción como primer o segundo apelllido de cualquier persona. Obviamente nos referimos a España, ya que es probable que muchos de ellos mantengan su presencia en otros países, particularmente de Hispanoamérica. En cualquier caso, el tema es de extrema gravedad para el porvenir de los apellidos vascos, puesto que estamos hablando de que casi la mitad del total de apellidos del Nomenclátor de Euskaltzaindia, lo cual es bastante serio en términos de sostenibilidad de los apellidos asociados a una lengua, o no existen o cuentan con 1 a 4 portadores. Y la situación se torna dramática si, con los 6.000 restantes que sí tienen más de 4 portadores, hemos comprobado también que 2.500 tienen menos de 100 portadores.
 
Pero el caso es que, a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo que trató el apellido Vacelar, los especialistas no han podido deducir cuándo un apellido está en trance de extinción. Según se deduce de la noticia que salió en el periódico La Razón (de 12 de noviembre de 2021) y que seguimos aquí, “la realidad es que no existe ningún «dato objetivo» en la jurisprudencia que avale qué número es el que se considera «apto» a los efectos de considerarlo en peligro de extinción, por lo que ése es un dato que queda a juicio del juzgador o de la Dirección General de Registros y Notariado en su caso”. Pero un poco antes, en el relato de esa misma noticia, se dice que “será el INE donde se podrá comprobar cuántas personas en España tienen ese apellido y el número de personas que lo ostentan como primero y segundo, siendo especialmente relevante el primer dato, puesto que son los que tienen capacidad de transmitirlo. Si este número es inferior a 300 personas, considera el letrado que recurrió ante el Tribunal Supremo, "hay posibilidades de litigar por ello”.
 
Pensemos que, si para el litigante el número de 300 sitúa a un apellido en trance de extinción, ¿qué podemos decir cuando ese número es de 100 o menos? Pues con menos de 100 portadores ya hemos dicho que se encuentran 2.500 apellidos vascos. Y si nos vamos a esos 300 portadores del litigante aplicados al caso vasco, tenemos que entre 101 y 300 portadores hay otros 1.118 apellidos vascos más, que sumados a los 2.500 con menos de 100, nos da una cifra de 3.618 apellidos en total de menos de 300 portadores, que son bastante más de la mitad de los 6.000 apellidos vascos que decíamos antes que tienen más de 4 portadores. Quiere decirse que la existencia de apellidos vascos con un porvenir despejado (y computamos como tales los de más de 300 portadores) reposa sobre una magra cifra de poco más de 2.000 apellidos.
 
En resumidas cuentas, más de la mitad de los 6.000 apellidos vascos realmente computables, es decir, que según el INE tienen portadores (o, dicho de otro modo, que tienen más de 4 portadores seguro), estarían en el caso de poder litigar en busca de un método de supervivencia, que, como sabemos por la sentencia del Tribunal Supremo comentada al principio, pasaría por adherirse a un apellido castellano, por detrás de él se entiende, mediante un guión, lo cual sería, como ya hemos comentado también, algo así como el infierno en vida para cualquier nacionalista vasco de estos que conocemos por aquí. Pasamos a continuación a dar ejemplos de apellidos vascos conocidos que estarían en esta situación del apellido Vacelar gallego. Por citar solo los que nos pueden sonar más.
 
De menos de 100 portadores tenemos los siguientes apellidos: Urkullu (Lendacari Gobierno Vasco), Zupiria (Consejero Cultura Gobierno Vasco), Artolazabal (Consejera Igualdad, Justicia y Políticas Sociales Gobierno Vasco), Sagardui (Consejera Sanidad Gobierno Vasco), Bildarratz (Consejero Educación Gobierno Vasco), Egibar (Presidente del PNV de Guipúzcoa), Otadui (Presidenta Juntas Generales de Vizcaya) y Ezeizabarrena (Presidente Juntas Generales de Guipúzcoa).
 
Entre 100 y 300 están: Erkoreka (Vicelendacari Gobierno Vasco), Tejeria (Presidenta Parlamento Vasco), Aburto (Alcalde de Bilbao), Goia (Alcalde de San Sebastián), Urtaran (Alcalde de Vitoria), Elosegi (Presidente Juntas Generales de Álava).
 
Como acabamos de ver, la mitad del actual Gobierno Vasco, incluido su Presidente, así como otros políticos de primer rango del País Vasco, todos del PNV, están en la situación que el abogado del caso Vacelar contemplaba como con posibilidades de litigar por la supervivencia de su apellido.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                    	
                                        
                                                                                                                                                                        
    
    
	
    
Hace poco saltó a la prensa una sentencia del Tribunal Supremo, concretamente la STS 629/2021 de 27 de septiembre, que ha sido interpretada como la forma de salvar un apellido español que se demuestre que tiene más de trescientos años de vigencia y que esté en peligro de extinción. El apellido que ha protagonizado este litigio es Vacelar, apellido gallego originario de la comarca de la Ribeira Sacra, conocida por ser la denominación de origen de unos vinos muy apreciados. El caso es que Vacelar es un apellido que en el actual Padrón del INE consta con 9 portadores de primer apellido y 11 de segundo. Quien ha protagonizado el litigio es un abogado asturiano afincado en Madrid llamado Miguel Ángel Rodríguez Vacelar, quien ha conseguido para su hija que su primer apellido sea Rodríguez-Vacelar, como forma aceptada por el Tribunal Supremo para que el apellido de la abuela paterna no se pierda.
No obstante, existen fórmulas como la de acordar entre ambos progenitores el orden de los apellidos de los hijos. Aunque en el caso de que el apellido a salvaguardar sea el segundo de uno de los dos progenitores, se corre el riesgo de que no quede bien identificada la filiación de los hijos. Así que la solución de unir los dos apellidos de uno de los progenitores mediante un guión y pasarlo así a los hijos resulta la más idónea para el Tribunal Supremo. Esta solución, en cualquier caso, nos tememos que no satisfaría para nada –en caso de tener que recurrir a ella para salvar su apellido– a cualquier nacionalista vasco militante, porque eso supondría tener que unir mediante un guión y para siempre un apellido eusquérico a uno castellano, y quedando además el castellano por delante del eusquérico.
El caso es que tenemos muchísimos apellidos eusquéricos en la misma situación o peor que el Vacelar gallego. Y eso es lo que interesa destacar en esta ocasión, para la cual el caso del apellido Vacelar nos ofrece una oportunidad inmejorable. Creo que ya hemos comentado en esta serie una cuestión que resulta fundamental y es que, de los aproximadamente 11.000 apellidos vascos que constan en el Nomenclátor de Euskaltzaindia, hemos podido comprobar, contrastándolos en el Padrón del INE, que 4.930, salvo error u omisión, no presentan portadores que los lleven ni como primer ni como segundo apellido. Esto, como sabemos, no quiere decir que no tengan absolutamente ningún portador, sino que –por motivos de confidencialidad del INE– tienen de 0 a 4, lo cual quiere decir o que no existen ya como primeros apellidos o que están en trance de extinción como primer o segundo apelllido de cualquier persona. Obviamente nos referimos a España, ya que es probable que muchos de ellos mantengan su presencia en otros países, particularmente de Hispanoamérica. En cualquier caso, el tema es de extrema gravedad para el porvenir de los apellidos vascos, puesto que estamos hablando de que casi la mitad del total de apellidos del Nomenclátor de Euskaltzaindia, lo cual es bastante serio en términos de sostenibilidad de los apellidos asociados a una lengua, o no existen o cuentan con 1 a 4 portadores. Y la situación se torna dramática si, con los 6.000 restantes que sí tienen más de 4 portadores, hemos comprobado también que 2.500 tienen menos de 100 portadores.
Pero el caso es que, a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo que trató el apellido Vacelar, los especialistas no han podido deducir cuándo un apellido está en trance de extinción. Según se deduce de la noticia que salió en el periódico La Razón (de 12 de noviembre de 2021) y que seguimos aquí, “la realidad es que no existe ningún «dato objetivo» en la jurisprudencia que avale qué número es el que se considera «apto» a los efectos de considerarlo en peligro de extinción, por lo que ése es un dato que queda a juicio del juzgador o de la Dirección General de Registros y Notariado en su caso”. Pero un poco antes, en el relato de esa misma noticia, se dice que “será el INE donde se podrá comprobar cuántas personas en España tienen ese apellido y el número de personas que lo ostentan como primero y segundo, siendo especialmente relevante el primer dato, puesto que son los que tienen capacidad de transmitirlo. Si este número es inferior a 300 personas, considera el letrado que recurrió ante el Tribunal Supremo, "hay posibilidades de litigar por ello”.
Pensemos que, si para el litigante el número de 300 sitúa a un apellido en trance de extinción, ¿qué podemos decir cuando ese número es de 100 o menos? Pues con menos de 100 portadores ya hemos dicho que se encuentran 2.500 apellidos vascos. Y si nos vamos a esos 300 portadores del litigante aplicados al caso vasco, tenemos que entre 101 y 300 portadores hay otros 1.118 apellidos vascos más, que sumados a los 2.500 con menos de 100, nos da una cifra de 3.618 apellidos en total de menos de 300 portadores, que son bastante más de la mitad de los 6.000 apellidos vascos que decíamos antes que tienen más de 4 portadores. Quiere decirse que la existencia de apellidos vascos con un porvenir despejado (y computamos como tales los de más de 300 portadores) reposa sobre una magra cifra de poco más de 2.000 apellidos.
En resumidas cuentas, más de la mitad de los 6.000 apellidos vascos realmente computables, es decir, que según el INE tienen portadores (o, dicho de otro modo, que tienen más de 4 portadores seguro), estarían en el caso de poder litigar en busca de un método de supervivencia, que, como sabemos por la sentencia del Tribunal Supremo comentada al principio, pasaría por adherirse a un apellido castellano, por detrás de él se entiende, mediante un guión, lo cual sería, como ya hemos comentado también, algo así como el infierno en vida para cualquier nacionalista vasco de estos que conocemos por aquí. Pasamos a continuación a dar ejemplos de apellidos vascos conocidos que estarían en esta situación del apellido Vacelar gallego. Por citar solo los que nos pueden sonar más.
De menos de 100 portadores tenemos los siguientes apellidos: Urkullu (Lendacari Gobierno Vasco), Zupiria (Consejero Cultura Gobierno Vasco), Artolazabal (Consejera Igualdad, Justicia y Políticas Sociales Gobierno Vasco), Sagardui (Consejera Sanidad Gobierno Vasco), Bildarratz (Consejero Educación Gobierno Vasco), Egibar (Presidente del PNV de Guipúzcoa), Otadui (Presidenta Juntas Generales de Vizcaya) y Ezeizabarrena (Presidente Juntas Generales de Guipúzcoa).
Entre 100 y 300 están: Erkoreka (Vicelendacari Gobierno Vasco), Tejeria (Presidenta Parlamento Vasco), Aburto (Alcalde de Bilbao), Goia (Alcalde de San Sebastián), Urtaran (Alcalde de Vitoria), Elosegi (Presidente Juntas Generales de Álava).
Como acabamos de ver, la mitad del actual Gobierno Vasco, incluido su Presidente, así como otros políticos de primer rango del País Vasco, todos del PNV, están en la situación que el abogado del caso Vacelar contemplaba como con posibilidades de litigar por la supervivencia de su apellido.











