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Miércoles, 19 de Enero de 2022 Tiempo de lectura:

La terapia como forma de crecimiento personal

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Cuando aparecen sentimientos negativos y no sabemos por qué nos invaden lo primero que tendemos a creer es que el origen está en el exterior y no somos capaces de verlo. No nos paramos a pensar en que quizás no lo vemos porque no está ahí, está en nuestro interior y es un total desconocido para nosotros. 

 

A que nos atrevamos a conocernos es en lo que se implican las terapias humanistas, como las que se siguen con este Psicólogo ansiedad en Vitoria. No son otra cosa que ayudar a conocerse a uno mismo y aceptarse logrando así el crecimiento personal que acabe con esos sentimientos negativos.

 

El crecimiento personal

 

Este proceso, inherente al ser humano, se podría describir como el proceso que deberíamos seguir de forma consciente y natural de cara a desplegar todo nuestro potencial y nuestra personalidad y con ello lograr ser individuos únicos y aceptarnos con todas nuestras particularidades.

 

¿Cómo nos ayuda la psicoterapia en este proceso?

 

El crecimiento personal debería ir asociado al crecimiento físico, pero en muchas ocasiones queda frenado por los factores externos que nos rodean y es cuando se produce un desencanto vital que solo se puede eliminar siendo conscientes de que nuestro yo interno no está acabado del todo.

 

Aquí es donde entra en juego la ayuda del psicólogo cuya labor se centrará en estimular positivamente ese crecimiento total para que podamos conocer nuestras habilidades internas y saber cómo hacer uso de ellas.

 

Cuando se habla de hacerlo de manera positiva no significa que la terapia únicamente se centre en conocer lo mejor de nosotros mismos, sino también de que conozcamos lo peor y de que seamos capaces de comprender que es parte de nuestra personalidad y que aceptarlo es algo beneficioso.

 

El autoconocimiento que vamos adquiriendo es el que nos permitirá saber si lo que a veces nos ocurre es el resultado de un manejo erróneo de nuestra capacidad de obrar y no dará las herramientas para corregirlo. 

 

Esta es la forma de entender que el sentimiento de frustración que aparece en determinados momentos de nuestra vida no es más que un alto en el camino producido por emociones que afloran de forma inconsciente, pero que no debemos ignorar sino racionalizar. De este modo dejarán de ser elementos que nos incapacitan para seguir adelante.

 

La búsqueda del conocimiento de uno mismo implica el que en ocasiones debamos apartar del camino todo aquello que nos impide realizarnos como seres únicos, que es lo que somos, pero como este freno solemos tenerlo muy arraigado es necesaria la presencia de un profesional que nos ayude a hacerlo.

 

El progreso terapéutico siempre estará condicionado a nuestra capacidad de asimilar que hay momentos durante el crecimiento personal en que todo será de color rosa, pero que habrá otros donde la oscuridad aparezca.  

 

Esta, con sus incertidumbres y sus miedos, forman parte de la realidad y no es necesario apartarla, sino aceptarla como inherente a nuestra vida y un factor imprescindible para continuar con nuestro desarrollo personal.

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