Arropado y aplaudido
Leo con pena, desprecio y asco que un grupo de escritores se han concentrado en la capital guipuzcoana para apoyar, arropar y aplaudir a un siniestro personaje exjefe de la organización terrorista ETA. Para más inri, la plataforma de la que forman parte se llama <<Eman Bakea>> y declaran que necesitamos libertad y paz. ¿Qué paz?, de acuerdo con el <<currículum vitae>> del jaleado, la paz de los cementerios: tumbas, nichos, columbarios y panteones llenos de gente de bien, víctimas de la creatividad ideológica del terrorista en jefe; tanta sangre derramada habrá servido a buen seguro para que el terrorista-escritor tenga tinta suficiente, roja, para deleitarnos con su prosa.
Los escritores-militantes afirman que quieren que siga entre ellos. ¿alguna mención al inmenso dolor causado por su amiguete y a la libertad que proporcionaban la serpiente y el hacha?. Asistimos a la enésima puesta en escena para blanquear de manera diáfana e impoluta a la banda criminal que durante medio siglo nos tuvo sojuzgados. Sería muy gratificante que esos mismos escritores se atreviesen a condenar y escribir acerca de todas las aberraciones que se llevaron a cabo cuando su <<compi>> era el jefe y también cuando no lo era. Leyendo sus nombres se constata de qué pie cojean. Son consecuentes y coherentes.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Leo con pena, desprecio y asco que un grupo de escritores se han concentrado en la capital guipuzcoana para apoyar, arropar y aplaudir a un siniestro personaje exjefe de la organización terrorista ETA. Para más inri, la plataforma de la que forman parte se llama <<Eman Bakea>> y declaran que necesitamos libertad y paz. ¿Qué paz?, de acuerdo con el <<currículum vitae>> del jaleado, la paz de los cementerios: tumbas, nichos, columbarios y panteones llenos de gente de bien, víctimas de la creatividad ideológica del terrorista en jefe; tanta sangre derramada habrá servido a buen seguro para que el terrorista-escritor tenga tinta suficiente, roja, para deleitarnos con su prosa.
Los escritores-militantes afirman que quieren que siga entre ellos. ¿alguna mención al inmenso dolor causado por su amiguete y a la libertad que proporcionaban la serpiente y el hacha?. Asistimos a la enésima puesta en escena para blanquear de manera diáfana e impoluta a la banda criminal que durante medio siglo nos tuvo sojuzgados. Sería muy gratificante que esos mismos escritores se atreviesen a condenar y escribir acerca de todas las aberraciones que se llevaron a cabo cuando su <<compi>> era el jefe y también cuando no lo era. Leyendo sus nombres se constata de qué pie cojean. Son consecuentes y coherentes.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria