Miura / Mihura
De las dos maneras, Miura y Mihura, dice Luis Michelena en su libro Apellidos vascos (epígrafe 448), se puede escribir en eusquera la palabra castellana “muérdago”, que como se sabe es una planta semiparásita que crece en las ramas de ciertos árboles, como manzanos, pinos y álamos formando una especie de ramos entrelazados, con hojas lanceoladas y que produce unas pequeñas bayas de color amarillo o verde. A esta planta desde la antigüedad se le atribuían efectos mágicos o medicinales y en la actualidad sirve para elaborar adornos navideños, pero en este último caso no confundirla con el acebo, cuyas hojas pueden presentar terminación en espinas y sus bayas son de color rojo intenso.
En eusquera tenemos las dos grafías, Miura y Mihura, que ejercen como apellidos vascos recogidos ambos por el Nomenclátor de Euskaltzaindia. También aparecen en los demás diccionarios de apellidos que manejamos. En El solar vasco-navarro solo aparece Miura en la entrada “Miura Iturralde”, a la que le dedica apenas una frase: “De Fuenterrabía (Guipúzcoa), donde, en 1645, probó su hidalguía Martín Miura Iturralde”. Parece ser que el apellido se origina al norte de Navarra, cerca de la frontera francesa, en la comarca del Baztán y en concreto en dos localizaciones: Zugarramurdi y Urdax, separadas entre sí unos 4 kilómetros, por el llamado “camino de las brujas”.
Miura tiene 130 portadores como primer apellido y 142 como segundo. En el País Vasco no aparece y en Navarra solo viven 14 portadores con Miura de segundo apellido. El resto, o sea, casi todos, están en otras 6 provincias españolas, por orden de más a menos presencia: Sevilla, Madrid, Barcelona, Málaga, Castellón y Baleares. En cambio, Mihura tiene menos portadores, pero más presencia en el País Vasco y Navarra. Concretamente hay 80 personas apellidadas así de primero y 67 de segundo, de los cuales más de la mitad viven en Navarra y luego también hay unos pocos en Guipúzcoa y Vizcaya. En Sevilla y Huelva también viven algunos Mihura.
Nadie apellidado Miura o Mihura nacido en País Vasco o Navarra ha pasado a la historia por nada reseñable. No ha ocurrido lo mismo con otras personas apellidadas así nacidas en otras partes de España. Respecto del apellido con la grafía Mihura tenemos que recordar al famoso dramaturgo Miguel Mihura, nacido en Madrid en 1905 y fallecido en 1977, que revolucionó la escena española en 1952 con su obra “Tres sombreros de copa”, escrita veinte años antes, esto es, en plena Segunda República, y que pasa por ser la precursora del luego conocido como teatro del absurdo, del que Eugène Ionesco fue su representante más conocido, lo cual explica también que el propio Ionesco, que recordemos que fue miembro de la Academia Francesa entre 1970 y 1994, dedicara un estudio a esta obra. A Miguel Mihura el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no le quiso honrar con motivo del centenario de su nacimiento en 2005, porque consideraban que era un autor de derechas. Miguel Mihura perteneció a Falange Española, como la mayoría de los autores de su época en pleno régimen franquista. Fundó el semanario satírico “La Codorniz” en 1941 y lo dirigió hasta 1944. Fue varias veces Premio Nacional de Teatro y en 1976 ingresó en la Real Academia Española. En la última etapa de su vida tuvo casa en Fuenterrabía, donde pasaba largas temporadas.
Pero quizás sea la otra grafía del apellido, la de Miura, la que más rastro ha dejado y más ascendiente tiene en la cultura española entendida en sentido amplio. Y es que Juan Manuel Miura Rodríguez (Sevilla, 1802-1854) fundó en 1842 la ganadería de ese nombre, con 429 vacas y novillos de El Puerto de Santa María y Arcos de la Frontera, en la provincia de Cádiz. Hoy la finca donde se crían los Miura se llama “Zahariche” y está en la provincia de Sevilla, en la carretera que va de Lora del Río a La Campana, regentada por los hermanos Eduardo y Antonio Miura Martínez. Los toros de Miura se han convertido, a lo largo de sus más de 180 años de historia, en los más famosos de la tauromaquia en España, hasta el punto de que la palabra “miura” entró en el Diccionario de la Real Academia Española desde 1984 con el significado de: “Toro de la ganadería de Miura, famosa por la bravura e intención atribuida a sus reses”; y como segunda acepción: “Persona aviesa, de malas intenciones”. La edición actual del DRAE sigue recogiendo ambos significados. Los toros de la ganadería Miura han protagonizado corridas memorables y también muchos episodios sangrientos en las plazas de España y también en Francia. En la biografía de Eduardo Miura Fernández, del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, se dice que “los toros de Miura tienen unas características morfológicas y un temperamento muy determinados, que les hacen únicos y distintos de los demás toros bravos. Estas reses son largas y altas, corpulentas y de gran envergadura, además de que en general están muy armadas de pitones; en cuanto a su juego, son toros muy listos, y aunque algunos salen nobles, lo normal es que sean difíciles, cuando no terroríficos, para los toreros”.
Más consecuencias palpables de su ascendiente popular, rebasando las fronteras de España las encontramos en Italia, donde la marca de coches Lamborghini bautizó uno de sus modelos Lamborguini Miura. Por otra parte, el primer cohete espacial reutilizable europeo fabricado en España y cuyo lanzamiento está previsto para este año 2022 llevará el nombre de “Miura”.
El hecho de que el nombre de esta ganadería esté tan íntimamente ligado a lo que en otras épocas se llamaba la Fiesta Nacional y que hoy siga siendo en toda España y también, como hemos visto, en el extranjero, sinónimo de bravura y poderío, es lo que quizás ha acabado desvinculando esa denominación de su concreto origen etimológico. Lo cierto es que hoy nadie asocia un Miura con algo que tenga que ver con el eusquera o con lo vasco. Es tan español un Miura, está tan asociado con una estética típicamente española en todo el mundo, que nadie repara en que en realidad es una palabra del idioma vasco, del eusquera, que significa “muérdago”.
De las dos maneras, Miura y Mihura, dice Luis Michelena en su libro Apellidos vascos (epígrafe 448), se puede escribir en eusquera la palabra castellana “muérdago”, que como se sabe es una planta semiparásita que crece en las ramas de ciertos árboles, como manzanos, pinos y álamos formando una especie de ramos entrelazados, con hojas lanceoladas y que produce unas pequeñas bayas de color amarillo o verde. A esta planta desde la antigüedad se le atribuían efectos mágicos o medicinales y en la actualidad sirve para elaborar adornos navideños, pero en este último caso no confundirla con el acebo, cuyas hojas pueden presentar terminación en espinas y sus bayas son de color rojo intenso.
En eusquera tenemos las dos grafías, Miura y Mihura, que ejercen como apellidos vascos recogidos ambos por el Nomenclátor de Euskaltzaindia. También aparecen en los demás diccionarios de apellidos que manejamos. En El solar vasco-navarro solo aparece Miura en la entrada “Miura Iturralde”, a la que le dedica apenas una frase: “De Fuenterrabía (Guipúzcoa), donde, en 1645, probó su hidalguía Martín Miura Iturralde”. Parece ser que el apellido se origina al norte de Navarra, cerca de la frontera francesa, en la comarca del Baztán y en concreto en dos localizaciones: Zugarramurdi y Urdax, separadas entre sí unos 4 kilómetros, por el llamado “camino de las brujas”.
Miura tiene 130 portadores como primer apellido y 142 como segundo. En el País Vasco no aparece y en Navarra solo viven 14 portadores con Miura de segundo apellido. El resto, o sea, casi todos, están en otras 6 provincias españolas, por orden de más a menos presencia: Sevilla, Madrid, Barcelona, Málaga, Castellón y Baleares. En cambio, Mihura tiene menos portadores, pero más presencia en el País Vasco y Navarra. Concretamente hay 80 personas apellidadas así de primero y 67 de segundo, de los cuales más de la mitad viven en Navarra y luego también hay unos pocos en Guipúzcoa y Vizcaya. En Sevilla y Huelva también viven algunos Mihura.
Nadie apellidado Miura o Mihura nacido en País Vasco o Navarra ha pasado a la historia por nada reseñable. No ha ocurrido lo mismo con otras personas apellidadas así nacidas en otras partes de España. Respecto del apellido con la grafía Mihura tenemos que recordar al famoso dramaturgo Miguel Mihura, nacido en Madrid en 1905 y fallecido en 1977, que revolucionó la escena española en 1952 con su obra “Tres sombreros de copa”, escrita veinte años antes, esto es, en plena Segunda República, y que pasa por ser la precursora del luego conocido como teatro del absurdo, del que Eugène Ionesco fue su representante más conocido, lo cual explica también que el propio Ionesco, que recordemos que fue miembro de la Academia Francesa entre 1970 y 1994, dedicara un estudio a esta obra. A Miguel Mihura el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no le quiso honrar con motivo del centenario de su nacimiento en 2005, porque consideraban que era un autor de derechas. Miguel Mihura perteneció a Falange Española, como la mayoría de los autores de su época en pleno régimen franquista. Fundó el semanario satírico “La Codorniz” en 1941 y lo dirigió hasta 1944. Fue varias veces Premio Nacional de Teatro y en 1976 ingresó en la Real Academia Española. En la última etapa de su vida tuvo casa en Fuenterrabía, donde pasaba largas temporadas.
Pero quizás sea la otra grafía del apellido, la de Miura, la que más rastro ha dejado y más ascendiente tiene en la cultura española entendida en sentido amplio. Y es que Juan Manuel Miura Rodríguez (Sevilla, 1802-1854) fundó en 1842 la ganadería de ese nombre, con 429 vacas y novillos de El Puerto de Santa María y Arcos de la Frontera, en la provincia de Cádiz. Hoy la finca donde se crían los Miura se llama “Zahariche” y está en la provincia de Sevilla, en la carretera que va de Lora del Río a La Campana, regentada por los hermanos Eduardo y Antonio Miura Martínez. Los toros de Miura se han convertido, a lo largo de sus más de 180 años de historia, en los más famosos de la tauromaquia en España, hasta el punto de que la palabra “miura” entró en el Diccionario de la Real Academia Española desde 1984 con el significado de: “Toro de la ganadería de Miura, famosa por la bravura e intención atribuida a sus reses”; y como segunda acepción: “Persona aviesa, de malas intenciones”. La edición actual del DRAE sigue recogiendo ambos significados. Los toros de la ganadería Miura han protagonizado corridas memorables y también muchos episodios sangrientos en las plazas de España y también en Francia. En la biografía de Eduardo Miura Fernández, del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia, se dice que “los toros de Miura tienen unas características morfológicas y un temperamento muy determinados, que les hacen únicos y distintos de los demás toros bravos. Estas reses son largas y altas, corpulentas y de gran envergadura, además de que en general están muy armadas de pitones; en cuanto a su juego, son toros muy listos, y aunque algunos salen nobles, lo normal es que sean difíciles, cuando no terroríficos, para los toreros”.
Más consecuencias palpables de su ascendiente popular, rebasando las fronteras de España las encontramos en Italia, donde la marca de coches Lamborghini bautizó uno de sus modelos Lamborguini Miura. Por otra parte, el primer cohete espacial reutilizable europeo fabricado en España y cuyo lanzamiento está previsto para este año 2022 llevará el nombre de “Miura”.
El hecho de que el nombre de esta ganadería esté tan íntimamente ligado a lo que en otras épocas se llamaba la Fiesta Nacional y que hoy siga siendo en toda España y también, como hemos visto, en el extranjero, sinónimo de bravura y poderío, es lo que quizás ha acabado desvinculando esa denominación de su concreto origen etimológico. Lo cierto es que hoy nadie asocia un Miura con algo que tenga que ver con el eusquera o con lo vasco. Es tan español un Miura, está tan asociado con una estética típicamente española en todo el mundo, que nadie repara en que en realidad es una palabra del idioma vasco, del eusquera, que significa “muérdago”.











