Golpe geoestratégico
Rusia y China sellan un acuerdo gasista a 30 años financiado en euros
La red energética Power of Siberia, que suministra gas ruso a China y a otras regiones del extremo oriente, es parte de un acuerdo a 30 años firmado por Vladimir Putin y Xi Jinping por el que Moscú suministrará a Pekín 38 billones de metros cúbicos (bcm) de gas hasta 2025. Ahora, un nuevo contrato firmado por ambos mandatarios durante la visita de Vladimir Putin a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, ha añadido otros 10 billones al suministro. Desde un punto de vista geoestratégico, esta alianza energética añade, además, un factor crucial: los pagos entre ambos países se harán en euros, lo que supone un golpe feroz contra la primacía del dólar como moneda estratégica y, consecuentemente, al liderazgo de Estados Unidos como potencia global.
El gas ruso se transportará a través de un oleoducto a través del Mar de Japón hasta la provincia nororiental china de Heilongjiang, alcanzando un suministro anual de hasta 10 bcm alrededor de 2026, según fuentes del Partido Comunista Chino.
Las conversaciones entre las empresas rusas y chinas comenzaron hace varios años, después de la puesta en marcha del Power of Siberia, un oleoducto de 4.000 km (2.500 millas), pero los acuerdos se aceleraron después de que Pekín estableciera su meta de "carbono neutral" para 2060. Las mismas fuentes, citadas por la agencia británica Reuters, explican que "la escasez de carbón en China el año pasado sirvió como otra llamada de atención de que el gas natural tiene un valor especial, y es por eso por lo que China decidió potenciar este nuevo acuerdo.
![[Img #21401]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/02_2022/3139_screenshot-2022-02-09-at-08-19-11-russia-china-agree-30-year-gas-deal-via-new-pipeline-to-settle-in-euros.png)
La red energética Power of Siberia, que suministra gas ruso a China y a otras regiones del extremo oriente, es parte de un acuerdo a 30 años firmado por Vladimir Putin y Xi Jinping por el que Moscú suministrará a Pekín 38 billones de metros cúbicos (bcm) de gas hasta 2025. Ahora, un nuevo contrato firmado por ambos mandatarios durante la visita de Vladimir Putin a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, ha añadido otros 10 billones al suministro. Desde un punto de vista geoestratégico, esta alianza energética añade, además, un factor crucial: los pagos entre ambos países se harán en euros, lo que supone un golpe feroz contra la primacía del dólar como moneda estratégica y, consecuentemente, al liderazgo de Estados Unidos como potencia global.
El gas ruso se transportará a través de un oleoducto a través del Mar de Japón hasta la provincia nororiental china de Heilongjiang, alcanzando un suministro anual de hasta 10 bcm alrededor de 2026, según fuentes del Partido Comunista Chino.
Las conversaciones entre las empresas rusas y chinas comenzaron hace varios años, después de la puesta en marcha del Power of Siberia, un oleoducto de 4.000 km (2.500 millas), pero los acuerdos se aceleraron después de que Pekín estableciera su meta de "carbono neutral" para 2060. Las mismas fuentes, citadas por la agencia británica Reuters, explican que "la escasez de carbón en China el año pasado sirvió como otra llamada de atención de que el gas natural tiene un valor especial, y es por eso por lo que China decidió potenciar este nuevo acuerdo.