Viernes, 19 de Septiembre de 2025

Actualizada Jueves, 18 de Septiembre de 2025 a las 16:16:24 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Pablo Mosquera
Sábado, 12 de Febrero de 2022 Tiempo de lectura:

Sr. Sánchez: no logro entenderlo

Con lo listo que aparenta ser, cuánto tiempo ha tardado en darse cuenta del problema que han creado desde la banca a los obligados usuarios españoles. Cierre de oficinas en el medio rural de esa España vaciada que dicen sus correligionarios les preocupa. La banca cierra oficinas, llega a los acuerdos oportunos para jubilar anticipadamente a sus trabajadores -bancarios- cuando el resto de los mortales de este viejo país, ven endurecidas las condiciones para tal disfrute en el tercer periodo de la vida- formación, trabajo, jubilación-.

 

Pero es que hábilmente sustituyen el trato personal, de confianza, confidencial, por esas máquinas que producen adicción en los más jóvenes y se han convertido en otro espacio para la delincuencia experta en la revolución tecnológica, que va desde romper con la confidencialidad protegida por ley, hasta toda suerte de apropiaciones y engaños a costa del bolsillo del usuario con una función más en su teléfono móvil.

 

Además, y en medio del marasmo, con los créditos a la baja del negocio tradicional, las ganancias del sector se logran con las comisiones. ¿No se ha enterado usted que ahora en vez de dar dinero por una cuenta, cobran lo que denominan gastos de mantenimiento?. Y es que el dinero que se deposita en los bancos sólo produce gastos al titular de la cuenta...

 

Entonces: ¿cómo es posible que un gobierno progresista no se haya enterado?. Menos mal que ha sido un colega médico el que ha tenido la santa paciencia de recoger firmas bajo el eslogan de "somos mayores, pero no somos idiotas". Y eso que seguimos reclamando en el desierto que se nos libere de pagar dos veces por lo mismo. Me refiero a la retención sobre las pensiones, que ya fueron objeto de retención cuando eran salarios a través de los que adquirimos y pagamos el derecho a la pensión.       

 

Pero la solución no tiene desperdicio. En Galicia hubo dos entidades bancarias que magnánimamente proclamaron que desde la apertura de las oficinas hasta las 14 horas atenderían a los mayores sin restricciones horarias. Y viene la pregunta. ¿Dónde ponen la frontera de la edad para diferenciar mayores de otros usuarios?. ¿Será gratuito o habrá cargo de comisiones por no hacer uso de los medios modernos bien cajero a bien programa telefónico?

 

La otra cuestión de la semana. Nos han ido lavando la sensibilidad ante los muertos. Si, como lo ven. Y es muy grave lo que digo. Mucho más siendo médico. Llevamos más de cien mil muertos por la pandemia que comenzó hace dos años. Y que ahora oficialmente controlada está produciendo casi doscientos muertos diarios en España. Lo tratan como si fueran los flecos de algo previsto y asumible. Y es que la sexta oleada se decidió por los políticos de turno que era mucho más benigna que las anteriores, y que sólo debían temerla los negacionistas. Otro embuste. Este virus Ómicron, cepa mutante del Covid-19 ha saltado por encima de vacunados, infectados y gentes sin patologías crónicas. Es más, las víctimas están en cohortes poblacionales mucho más jóvenes que en las anteriores oleadas.

 

Ya no tenemos aquellas impactantes imágenes con Simón a la cabeza. Aquella inaudita declaración de Estado de alarma. Aquellos plenos monográficos de las Cortes en las que sus señorías daban vergüenza, ya que la pandemia servía a sus fines, tomar el poder al asalto entre muertos y enfermos. Pero este país sigue rigiéndose por la ley del péndulo. Pasamos de la tempestad de movimientos y el exceso de información, a tratar la enfermedad como una gripe estacional, asumiendo las muertes como algo mucho más natural que los accidentes en la red viaria. Y es que el modelo económico de España no soporta un estado de aislamiento tal como recogen los manuales de epidemiología para hacer frente a las enfermedades infecto-contagiosas. Así que tengamos muy en cuenta que una vez más habrá distancias entre la pandemia oficial y la real. 

 

Y qué decir para lo acontecido en las residencias de mayores. Esas que eran parte de la política social que se encomendó al entonces vicepresidente Iglesias. ¿No sería por tal catástrofe con miles de muertos por lo que un buen día escapó del Gobierno?. Ahora anda por tierras de Cataluña dedicado a la comunicación en medio del grupo más independentista que allí da dicterios al pueblo.

 

Pero la semana terminará con una noticia que hará correr ríos de tinta y opiniones circunspectas entre tertulianos enteradillos. Ya verán los resultados de Castilla y León. Lo de menos será el número de escaños para los viejos partidos centralistas. A mí lo que me importa es cuántos escaños lograrán esos pequeños partidos que son plataformas ciudadanas en defensa de la España vaciada. Será el comienzo de otra revuelta. Y además tendrán en su decisión quién gobierna la Junta de Castilla y León. Veremos a más de un erudito sociólogo decir que se veía venir. Pero a los que hacen campañas electorales para mantener o conquistar el poder, les pondrá cara de hastío, y volverán a lo de siempre, señalar que la división del voto que consideran de su propiedad se ha dividido propiciando una situación indeseable. Y es que todo lo que no puedan controlar les resulta indeseable.

 

Aun recuerdo alguna campaña de Unidad Alavesa en la que reuníamos en Vitoria a muchas de estas formaciones llamadas regionalistas -valencianos, andaluces, extremeños, castellanos, riojanos, asturianos- que tuvieron importante representación en los Parlamentos Regionales y alguna de ellas en Las Cortes. Volveremos a ver gentes como la de aquel cantautor que dijo "Teruel también existe" .

 

No aprende el sanchismo. España no es sólo urbanita. España no sólo es de camisa blanca. España es de pantalón de pana y boina. Pero sobre todo de pueblos y parroquias que miran al cielo cada vez que se declara una pertinaz sequía.        

 

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.