Fusilamientos
Leo que el Sr. Urkullu ha asistido a un acto del Gobierno Vasco organizado por Gogora para ensalzar a los vascos del bando republicano fusilados por el enemigo. La guerra civil es sin género de dudas la peor plaga con la que puede ser castigado un país; una lucha encarnizada a sangre y fuego entre familiares, amigos y vecinos que de un día a otro se convierten en enemigos irreconciliables, a menudo por rencillas y odios ajenos a la política, matándose con saña e inquina.
Los vascos, como todos los demás, se dividieron. Debemos reconocer que tanto unos como otros mataron lo que pudieron cometiendo todo tipo de sevicias. A decir verdad, el susodicho homenaje rezuma partidismo; el reconocimiento debería tener como destinatarios a todos los vascos, independientemente de los ideales que abrazaron, ya que todos anhelaban y luchaban por una sociedad mejor.
La Guerra Civil no debe recordarse de una forma sesgada e interesada abrazando a un bando y denostando al otro. No caigamos en el simplismo de tildar a unos de malos y entronizar a sus enemigos como santos varones. Al igual que en la botica, había de todo y ahí están los hechos para mostrarnos la verdad pura y dura, aunque a algunos no les guste.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
Leo que el Sr. Urkullu ha asistido a un acto del Gobierno Vasco organizado por Gogora para ensalzar a los vascos del bando republicano fusilados por el enemigo. La guerra civil es sin género de dudas la peor plaga con la que puede ser castigado un país; una lucha encarnizada a sangre y fuego entre familiares, amigos y vecinos que de un día a otro se convierten en enemigos irreconciliables, a menudo por rencillas y odios ajenos a la política, matándose con saña e inquina.
Los vascos, como todos los demás, se dividieron. Debemos reconocer que tanto unos como otros mataron lo que pudieron cometiendo todo tipo de sevicias. A decir verdad, el susodicho homenaje rezuma partidismo; el reconocimiento debería tener como destinatarios a todos los vascos, independientemente de los ideales que abrazaron, ya que todos anhelaban y luchaban por una sociedad mejor.
La Guerra Civil no debe recordarse de una forma sesgada e interesada abrazando a un bando y denostando al otro. No caigamos en el simplismo de tildar a unos de malos y entronizar a sus enemigos como santos varones. Al igual que en la botica, había de todo y ahí están los hechos para mostrarnos la verdad pura y dura, aunque a algunos no les guste.
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria