Presidenta de Abogados Cristianos
Polonia Castellanos: "España es un lugar más inseguro y peor para vivir que Hungría"
![[Img #21803]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/04_2022/1659_polonia-castellanos.jpg)
Polonia Castellanos, presidenta de Abogados Cristianos, acaba de regresar de Hungría donde junto a otros miembros de la mencionada asociación ha sido Observadora Internacional con motivo de las elecciones y el referéndum recientemente celebrados.
¿Qué supone para usted, como máxima representante de Abogados Cristianos, haber estado en Polonia como observador internacional?
Ha sido una gran oportunidad y un auténtico honor que Abogados Cristianos haya estado en Hungría como observadores internacionales. Significa que se reconoce y se valora internacionalmente nuestro trabajo.
¿Cuál es el balance general de la experiencia y que conclusiones han sacado?
La experiencia ha sido muy positiva. El pueblo húngaro es un gran pueblo, amable y trabajador, además he podido conocer otras organizaciones europeas que defienden la vida, la familia y la libertad religiosa y creo que podemos forjar buenas alianzas para juntos defender con más fuerza los derechos fundamentales.
¿A qué atribuye el arrollador éxito de Orban?
Es evidente, cualquiera que vaya a Hungría puede comprobarlo por sí mismo. Ha aumentado la seguridad, el trabajo, se ayuda a la maternidad, se facilita que las mujeres puedan conciliar la vida laboral y familiar, se premia la natalidad, hay respeto y libertad, prueba de ello es el referéndum que hace que sean los ciudadanos los que decidan.
¿Cómo ha visto al país en defensa de la vida desde la concepción a la muerte natural?
Ya había estado en Hungría hace 20 años y me ha sorprendido el gran cambio que ha experimentado el país. He visto muchísima seguridad en las calles, muchos niños, mucho trabajo… Me he alegrado porque he visto mucho mejor a Hungría que la última vez que fui, y me ha dado también mucha pena por mi patria, España, porque sus calles cada vez son más inseguras, porque la pobreza aumenta, no hay niños, hay ataques a iglesias… he podido comparar, y hoy, España es un lugar peor para vivir y más inseguro que Hungría.
Dan muchas facilidades a la natalidad...
Sí, muchas, porque se respeta la vida y se valora a la mujer. Hay ayudas a la natalidad y las bajas por maternidad son de hasta dos años con el cobro del 70% del sueldo. Por eso hay familias, hay niños, hay trabajo y los húngaros saben que eso es lo importante y por eso el resultado de las elecciones ha sido arrollador.
¿Cómo valora el hecho de que hagan referéndum para cosas importantes, como el tema LGTB?
Hay que partir de que los Estados deben ser neutrales, por lo que no debería imponerse ideología de género o ideología LGTBI, que además es perniciosa para todos, especialmente para los niños y jóvenes; pero, a pesar de ello, en Hungría han querido que fuesen los ciudadanos los que se pronunciasen, y a pesar del boicot perpetrado por la izquierda, la respuesta ha sido unánime: no al adoctrinamiento LGTBI a los niños. Además, creo firmemente que en una democracia deberían ser los ciudadanos los que decidiesen aspectos fundamentales, sobre todo si, además, los van a tener que pagar con sus impuestos. En España no sólo tratan de imponer a nuestros niños una ideología perniciosa, a pesar de que es contraria a la Constitución, sino que además nos suben el precio de la gasolina y la cesta de la compra para pagar más de 20.000 millones de euros para adoctrinamiento y chiringuitos.
¿Qué otras buenas cosas ha visto en las costumbres de Hungría?
Me ha parecido un sistema electoral más limpio y más eficiente, por ejemplo, no se desperdicia papel, una persona va a votar, le dan una papeleta y tiene que seleccionar lo que quiere, no hay cientos de papeletas que van a la basura. Además es más garantista, la comprobación de votos, el recuento… Es todo más transparente y más fiable. Pero, sobre todo, me ha alegrado ver muchos niños, significa que Hungría tiene futuro.
Todavía arrastran sin embargo una pequeña rémora de su pasado comunista...
Efectivamente, parte de ello se ve en la herencia de algunos edificios y sobre todo en los húngaros, que tienen todavía reciente la lacra del comunismo y no quieren volver a pasar hambre, miseria, represión. Por eso votan lo que votan, son listos, lo han vivido en sus propias carnes.
¿Qué tendría que copiar España del modelo húngaro?
Urgentemente, el modelo de natalidad, dejar de dar ayudas a los abortorios y dárselas a las mujeres; el fomento del trabajo y no los subsidios, y, sobre todo, el respeto a la fe.
¿Cómo sale reforzado Abogados Cristianos de esta experiencia internacional?
Abogados Cristianos gana experiencia, gana alianzas con otras organizaciones de Europa, gana repercusión y relevancia y, sobre todo, gana esperanza porque ve un gran pueblo que se ha liberado de la tiranía del comunismo y del socialismo y ha crecido y mejorado. Me despido con una frase de San Juan Pablo II: “Animados por el Espíritu, comuniquemos la esperanza”.
![[Img #21803]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/04_2022/1659_polonia-castellanos.jpg)
Polonia Castellanos, presidenta de Abogados Cristianos, acaba de regresar de Hungría donde junto a otros miembros de la mencionada asociación ha sido Observadora Internacional con motivo de las elecciones y el referéndum recientemente celebrados.
¿Qué supone para usted, como máxima representante de Abogados Cristianos, haber estado en Polonia como observador internacional?
Ha sido una gran oportunidad y un auténtico honor que Abogados Cristianos haya estado en Hungría como observadores internacionales. Significa que se reconoce y se valora internacionalmente nuestro trabajo.
¿Cuál es el balance general de la experiencia y que conclusiones han sacado?
La experiencia ha sido muy positiva. El pueblo húngaro es un gran pueblo, amable y trabajador, además he podido conocer otras organizaciones europeas que defienden la vida, la familia y la libertad religiosa y creo que podemos forjar buenas alianzas para juntos defender con más fuerza los derechos fundamentales.
¿A qué atribuye el arrollador éxito de Orban?
Es evidente, cualquiera que vaya a Hungría puede comprobarlo por sí mismo. Ha aumentado la seguridad, el trabajo, se ayuda a la maternidad, se facilita que las mujeres puedan conciliar la vida laboral y familiar, se premia la natalidad, hay respeto y libertad, prueba de ello es el referéndum que hace que sean los ciudadanos los que decidan.
¿Cómo ha visto al país en defensa de la vida desde la concepción a la muerte natural?
Ya había estado en Hungría hace 20 años y me ha sorprendido el gran cambio que ha experimentado el país. He visto muchísima seguridad en las calles, muchos niños, mucho trabajo… Me he alegrado porque he visto mucho mejor a Hungría que la última vez que fui, y me ha dado también mucha pena por mi patria, España, porque sus calles cada vez son más inseguras, porque la pobreza aumenta, no hay niños, hay ataques a iglesias… he podido comparar, y hoy, España es un lugar peor para vivir y más inseguro que Hungría.
Dan muchas facilidades a la natalidad...
Sí, muchas, porque se respeta la vida y se valora a la mujer. Hay ayudas a la natalidad y las bajas por maternidad son de hasta dos años con el cobro del 70% del sueldo. Por eso hay familias, hay niños, hay trabajo y los húngaros saben que eso es lo importante y por eso el resultado de las elecciones ha sido arrollador.
¿Cómo valora el hecho de que hagan referéndum para cosas importantes, como el tema LGTB?
Hay que partir de que los Estados deben ser neutrales, por lo que no debería imponerse ideología de género o ideología LGTBI, que además es perniciosa para todos, especialmente para los niños y jóvenes; pero, a pesar de ello, en Hungría han querido que fuesen los ciudadanos los que se pronunciasen, y a pesar del boicot perpetrado por la izquierda, la respuesta ha sido unánime: no al adoctrinamiento LGTBI a los niños. Además, creo firmemente que en una democracia deberían ser los ciudadanos los que decidiesen aspectos fundamentales, sobre todo si, además, los van a tener que pagar con sus impuestos. En España no sólo tratan de imponer a nuestros niños una ideología perniciosa, a pesar de que es contraria a la Constitución, sino que además nos suben el precio de la gasolina y la cesta de la compra para pagar más de 20.000 millones de euros para adoctrinamiento y chiringuitos.
¿Qué otras buenas cosas ha visto en las costumbres de Hungría?
Me ha parecido un sistema electoral más limpio y más eficiente, por ejemplo, no se desperdicia papel, una persona va a votar, le dan una papeleta y tiene que seleccionar lo que quiere, no hay cientos de papeletas que van a la basura. Además es más garantista, la comprobación de votos, el recuento… Es todo más transparente y más fiable. Pero, sobre todo, me ha alegrado ver muchos niños, significa que Hungría tiene futuro.
Todavía arrastran sin embargo una pequeña rémora de su pasado comunista...
Efectivamente, parte de ello se ve en la herencia de algunos edificios y sobre todo en los húngaros, que tienen todavía reciente la lacra del comunismo y no quieren volver a pasar hambre, miseria, represión. Por eso votan lo que votan, son listos, lo han vivido en sus propias carnes.
¿Qué tendría que copiar España del modelo húngaro?
Urgentemente, el modelo de natalidad, dejar de dar ayudas a los abortorios y dárselas a las mujeres; el fomento del trabajo y no los subsidios, y, sobre todo, el respeto a la fe.
¿Cómo sale reforzado Abogados Cristianos de esta experiencia internacional?
Abogados Cristianos gana experiencia, gana alianzas con otras organizaciones de Europa, gana repercusión y relevancia y, sobre todo, gana esperanza porque ve un gran pueblo que se ha liberado de la tiranía del comunismo y del socialismo y ha crecido y mejorado. Me despido con una frase de San Juan Pablo II: “Animados por el Espíritu, comuniquemos la esperanza”.











