Sábado, 13 de Septiembre de 2025

Actualizada Sábado, 13 de Septiembre de 2025 a las 13:46:26 horas

Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

Ernesto Ladrón de Guevara
Domingo, 10 de Abril de 2022 Tiempo de lectura:

Tenemos un problema muy serio

La vara de medir de nuestros políticos está en el respeto a nuestras instituciones, símbolos y tradiciones. La defección, incluso la falta de respeto a las mismas, refleja la situación a la que abocan con su estilo de gobierno a nuestra soberanía nacional.

 

La escuela de Zapatero en la forma de gobierno marca un punto y aparte en el devenir de nuestro país en los dos últimos decenios, para desembocar en este presidente actual que simplemente es una marioneta de Zapatero. Zapatero inauguró un estilo profundamente antiespañol, al servicio de intereses ajenos y a merced de las satrapías internacionales que son las que dirigen la gran operación de desmantelamiento de nuestras superestructuras colectivas e individuales de naturaleza espiritual y cognitiva. Con él vino el derrumbamiento programado en todos los órdenes para dejarnos debilitados y que los grandes fondos financieros internacionales se fueran haciendo con el dominio de nuestros activos privados y públicos. El empobrecimiento en todas sus acepciones no ha parado desde entonces y no somos conscientes aún de las consecuencias que con ello van a contraerse para desgracia de las generaciones futuras. El daño producido es infinito y solamente por este hecho tanto Zapatero como su discípulo más aplicado deberían ser repudiados públicamente.

           

Es necesario de una vez que se establezca un Estatuto de Responsabilidad del Político para cuando se demuestre que con dolo y alevosía se perjudica gravemente los intereses nacionales. No es aceptable que, tras el paso de un nefasto mandatario, derrochando el presupuesto para finalidades ajenas al interés general, con conciencia de hacerlo para crear un clientelismo del que viven muchas gentes improductivas que no aportan nada al acerbo colectivo, éste se vaya de rositas. Hay que poner en marcha un sistema de control férreo sobre las conductas de los que accedan a la gestión pública, cualquiera que sea su naturaleza. Y no valen tribunales de cuentas o cosas por el estilo que solamente son tinglados para colocar a amigos y colegas de reparto de prebendas. Esas instituciones de control, incluidos todos los órganos del poder judicial, y de la propia Fiscalía, deberían ser por estricta oposición y carrera profesional. Mientras eso no suceda estamos en manos de verdaderos desaprensivos.

           

Existen múltiples ejemplos para ilustrar las palabras anteriores, pero en lo que respecta a las noticias más recientes tenemos una imagen que vale más que mil palabras. Es esa foto del encuentro con el rey alauita, donde se ha puesto la bandera de nuestro país invertida, lo cual no puede ser un error. Nadie puede imaginar que un aparato de poder, como el del rey de Marruecos, meta la pata de esa manera; y de todas formas, si lo hace, para eso están los servicios de protocolo de nuestro mal presidente. Dejar pasar ese hecho como si no tuviera importancia refleja la baja estofa del señor Sánchez y lo poco y mal que defiende a nuestro país, con una política exterior que ni se sabe de ella ni se la conoce.

 

Cómo se nos va a respetar así en el marco internacional. Tenemos un problema muy serio y se llama Pedro Sánchez.

Portada

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.