Por primera vez en los últimos años, Marine Le Pen, a la cabeza de Agrupación Nacional, una de las grandes formaciones de las nuevas derechas europeas, tiene posibilidades ciertas de alcanzar la presidencia de Francia enfrentándose al gran favorito, Emmanuel Macron, actual máximo dirigente del país galo.

Pero Marine Le Pen, soberanista, antiglobalista, defensora de la tradición y crítica con el multiculturalismo y la inmigración ilegal que asuela el Hexágono, se ha convertido en el enemigo a batir por las élites socialdemócratas europeas, hasta el punto de que la Unión Europea, a través de su autodenominado organismo antifraude ha acusado a Le Pen y a varios de los miembros de su partido, incluido su padre, de malversar presuntamente hace más de 10 años unos 620.000 euros mientras se desempeñaban como miembros del Parlamento Europeo. Todo ello, seis días antes de que tenga lugar la segunda vuelta de la elección presidencial gala, y filtrando la información a uno de los principales medios de la extrema-izquierda gala: la web Mediapart.

"Filtrar esto una semana antes de las elecciones solamente puede calificarse como un truco sucio", se ha señalado desde Agrupación Nacional. Su portavoz lo tiene claro: "Marine Le Pen niega esto. Lo niega, además, sin haber tenido acceso a los detalles de la acusación. Es una manipulación; desafortunadamente, no me sorprende", dijo Rodolphe Bosselut al canal francés BFMTV. "Las autoridades europeas no nos han enviado ningún informe. Se trata de que las acusaciones no pueden ser respondidas, por lo que se presentan ante los votantes para disminuir los apoyos a Le Pen".

-- Publicidad --