Cerveza artesanal: el arte de degustar tu propia creación
Preparar cerveza es una práctica que requiere ciertos conocimientos básicos, materiales de primera calidad y la mejor disposición para hacerla. Por suerte, los amantes de esta exquisita bebida tienen la posibilidad de hacerla por sí mismos de manera artesanal, dándole matices propios y las formulaciones más adecuadas según sus gustos. Conozcamos un poco más sobre ese fascinante mundo.
Quienes aman la cerveza, conocen la gran variedad de marcas, estilos y tipos que existen de esta mundialmente conocida bebida milenaria, pero muy pocos realmente la preparan por sí mismos. Hacerla no es difícil, solo se necesita tener algunos conocimientos básicos, equipos adecuados y el material o los ingredientes necesarios, lo demás es voluntad y ganas.
En principio, hay que saber cómo se hace la malta, conocer el proceso básico para hacerla de manera artesanal en la propia casa, como si se tratara de una receta más. Verdaderamente, es fácil, solo hay que seguir muy bien algunos pasos y contar con ingredientes de primera calidad, para obtener buenos resultados.
Al tener todo eso, más la cocina, las ollas y algunos complementos básicos, puedes comenzar a hacer tu primera producción de cerveza artesanal y así degustar tus primeras botellas.
¿Cómo se hace la cerveza en casa?
La cerveza artesanal es un mercado en expansión y modernizado, que cuenta con toda una industria que facilita todo para hacerla, tanto que ahora los ingredientes se pueden comprar online.
El proceso de confección de tu propia bebida es muy sencillo, se puede resumir en los siguientes pasos:
Malteado: consiste en la preparación del grano de cereal, habitualmente cebada, que se germina de manera controlada y se tuesta en distintos niveles para obtener los diversos tipos de cervezas.
Se puede comprar malta para cerveza o hacerla en casa, aunque es preferible adquirirla preparada para garantizar los mejores resultados.
Molienda y maceración: el grano se muele y se mezcla con agua para hacer el mosto, que se fermenta a distintas temperaturas para convertir el almidón en azúcares.
Filtrado: el mosto se filtra para separar la parte líquida de los restos de malta, que se conocen como bagazo, este último se utiliza normalmente para alimentación animal.
Cocción: el mosto se hierve y luego se somete a un proceso de centrifugado.
Fermentación: al enfriarse el mosto se le agrega la levadura y se deja en tanques cerrados, para que los azúcares fermentables se conviertan en alcohol y CO₂.
Maduración: el líquido se guarda a bajas temperaturas, para que se estabilicen los sabores y se obtengan los matices adecuados.
La malta base
Hay distintos tipos de malta que aportarán distintos efectos a tu cerveza, por ejemplo, la malta Pilsen se hace sobre la base de cebadas seleccionadas que se someten a un proceso de malteado especial para darle ese color típico de este tipo de cerveza.
Con una buena malta, el sabor que se logrará será insuperable, solo debes utilizar una de alta calidad para obtener la mejor cerveza. Es la clave de un buen producto, con cuerpo y bien estilizado.
La malta Pilsen es dulce, clara y brillante, y se puede mezclar con otros tipos de maltas para lograr la cerveza que quieras. Todo depende del matiz que busques obtener en tu bebida.
¿Dónde comprarla?
Si deseas adquirir una buena malta base puedes hacerlo en IntermaltaCraft, que tiene más de 40 años de exitosa experiencia en esa área y mantiene valores de calidad, proximidad y sostenibilidad únicos, siempre con toda la buena disposición de dar lo mejor a sus clientes.
La obsesión de esta empresa es entregar un producto bien hecho, para lo cual, cuenta con agricultores locales que cultivan cebada de primera y, además, ayudan a reducir el impacto medioambiental con prácticas amigables con el planeta.
Tienen la mejor selección de maltas base, para que hagas una cerveza con sabores únicos, en tu propia casa, y con un estilo muy particular. Esa es la ventaja de hacerla artesanalmente, ya que puedes darle los matices que quieras, y prepararla a tu propio gusto y manera, con solo adquirir la malta adecuada y darle el tratamiento correspondiente.
Preparar cerveza es una práctica que requiere ciertos conocimientos básicos, materiales de primera calidad y la mejor disposición para hacerla. Por suerte, los amantes de esta exquisita bebida tienen la posibilidad de hacerla por sí mismos de manera artesanal, dándole matices propios y las formulaciones más adecuadas según sus gustos. Conozcamos un poco más sobre ese fascinante mundo.
Quienes aman la cerveza, conocen la gran variedad de marcas, estilos y tipos que existen de esta mundialmente conocida bebida milenaria, pero muy pocos realmente la preparan por sí mismos. Hacerla no es difícil, solo se necesita tener algunos conocimientos básicos, equipos adecuados y el material o los ingredientes necesarios, lo demás es voluntad y ganas.
En principio, hay que saber cómo se hace la malta, conocer el proceso básico para hacerla de manera artesanal en la propia casa, como si se tratara de una receta más. Verdaderamente, es fácil, solo hay que seguir muy bien algunos pasos y contar con ingredientes de primera calidad, para obtener buenos resultados.
Al tener todo eso, más la cocina, las ollas y algunos complementos básicos, puedes comenzar a hacer tu primera producción de cerveza artesanal y así degustar tus primeras botellas.
¿Cómo se hace la cerveza en casa?
La cerveza artesanal es un mercado en expansión y modernizado, que cuenta con toda una industria que facilita todo para hacerla, tanto que ahora los ingredientes se pueden comprar online.
El proceso de confección de tu propia bebida es muy sencillo, se puede resumir en los siguientes pasos:
Malteado: consiste en la preparación del grano de cereal, habitualmente cebada, que se germina de manera controlada y se tuesta en distintos niveles para obtener los diversos tipos de cervezas.
Se puede comprar malta para cerveza o hacerla en casa, aunque es preferible adquirirla preparada para garantizar los mejores resultados.
Molienda y maceración: el grano se muele y se mezcla con agua para hacer el mosto, que se fermenta a distintas temperaturas para convertir el almidón en azúcares.
Filtrado: el mosto se filtra para separar la parte líquida de los restos de malta, que se conocen como bagazo, este último se utiliza normalmente para alimentación animal.
Cocción: el mosto se hierve y luego se somete a un proceso de centrifugado.
Fermentación: al enfriarse el mosto se le agrega la levadura y se deja en tanques cerrados, para que los azúcares fermentables se conviertan en alcohol y CO₂.
Maduración: el líquido se guarda a bajas temperaturas, para que se estabilicen los sabores y se obtengan los matices adecuados.
La malta base
Hay distintos tipos de malta que aportarán distintos efectos a tu cerveza, por ejemplo, la malta Pilsen se hace sobre la base de cebadas seleccionadas que se someten a un proceso de malteado especial para darle ese color típico de este tipo de cerveza.
Con una buena malta, el sabor que se logrará será insuperable, solo debes utilizar una de alta calidad para obtener la mejor cerveza. Es la clave de un buen producto, con cuerpo y bien estilizado.
La malta Pilsen es dulce, clara y brillante, y se puede mezclar con otros tipos de maltas para lograr la cerveza que quieras. Todo depende del matiz que busques obtener en tu bebida.
¿Dónde comprarla?
Si deseas adquirir una buena malta base puedes hacerlo en IntermaltaCraft, que tiene más de 40 años de exitosa experiencia en esa área y mantiene valores de calidad, proximidad y sostenibilidad únicos, siempre con toda la buena disposición de dar lo mejor a sus clientes.
La obsesión de esta empresa es entregar un producto bien hecho, para lo cual, cuenta con agricultores locales que cultivan cebada de primera y, además, ayudan a reducir el impacto medioambiental con prácticas amigables con el planeta.
Tienen la mejor selección de maltas base, para que hagas una cerveza con sabores únicos, en tu propia casa, y con un estilo muy particular. Esa es la ventaja de hacerla artesanalmente, ya que puedes darle los matices que quieras, y prepararla a tu propio gusto y manera, con solo adquirir la malta adecuada y darle el tratamiento correspondiente.











