Durante el debate del proyecto de Ley General de Telecomunicaciones celebrado en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, el portavoz de Vox, Rodrigo Jiménez, ha denunciado que la «facultad para intervenir redes, cortar comunicaciones o suspender páginas web no es propia de un sistema democrático».

«Lo grave -ha explicado- es que supone la censura y el secuestro de contenidos, donde las comunicaciones dependerán exclusivamente del Gobierno, es decir, de Sánchez. Y no será necesaria ninguna mayoría ni tramitación parlamentaria y, lo más sorprendente, tampoco habilitación judicial».

Respecto a la neutralidad tecnológica, Jiménez ha señalado que la ley «solo se preocupa de la neutralidad tecnológica atendiendo a los operadores de telefonía móvil, especialmente a las facultades que se otorgan a ciertos operadores para, con frecuencias que han recibido para la explotación de servicios menos avanzados, proveer servicios más avanzados en demérito de sus competidoras».