Restaurar
El diccionario de la RAE define restaurar: recuperar o recobrar y también reparar o renovar algo en el estado o estimación que antes tenía. La llamada Justicia restaurativa vuelve a estar de moda gracias a una película en la que un acto terrorista con resultado de muerte se convierte en un melodrama abundante en emociones lacrimosas. Políticos y expertos (¿en qué?) pretenden impulsar encuentros restaurativos (¿para quién?) entre victimarios y víctimas. Unos padres que perdieron a su hija, violada y asesinada y familias a quienes arrebataron un ser querido, asesinado por una banda terrorista, son tan solo dos ejemplos. Las víctimas no restauran nada: su mochila sigue con el mismo peso, su dolor no se mitiga, la deuda no puede ser saldada. Vivimos en una sociedad evanescente sobre la que se pretende extender un manto que disfrace la moral y la ética con encuentros artificiales para promover una ingeniería social. Es el delincuente quien ha infringido la ley, quien ha quebrantado la armonía y quien ha atentado contra la vida del prójimo; los arrepentimientos interesados y las lágrimas de cocodrilo no arreglan nada. La inmensa, la casi totalidad de víctimas, se muestran renuentes a experimentos, a ser las cobayas de políticos y dizque expertos. Recordemos a Esquilo: "Todo el agua de los ríos no bastaría para lavar la mano ensangrentada de un homicida".
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria
El diccionario de la RAE define restaurar: recuperar o recobrar y también reparar o renovar algo en el estado o estimación que antes tenía. La llamada Justicia restaurativa vuelve a estar de moda gracias a una película en la que un acto terrorista con resultado de muerte se convierte en un melodrama abundante en emociones lacrimosas. Políticos y expertos (¿en qué?) pretenden impulsar encuentros restaurativos (¿para quién?) entre victimarios y víctimas. Unos padres que perdieron a su hija, violada y asesinada y familias a quienes arrebataron un ser querido, asesinado por una banda terrorista, son tan solo dos ejemplos. Las víctimas no restauran nada: su mochila sigue con el mismo peso, su dolor no se mitiga, la deuda no puede ser saldada. Vivimos en una sociedad evanescente sobre la que se pretende extender un manto que disfrace la moral y la ética con encuentros artificiales para promover una ingeniería social. Es el delincuente quien ha infringido la ley, quien ha quebrantado la armonía y quien ha atentado contra la vida del prójimo; los arrepentimientos interesados y las lágrimas de cocodrilo no arreglan nada. La inmensa, la casi totalidad de víctimas, se muestran renuentes a experimentos, a ser las cobayas de políticos y dizque expertos. Recordemos a Esquilo: "Todo el agua de los ríos no bastaría para lavar la mano ensangrentada de un homicida".
Francisco Javier Sáenz Martínez
FJS.
Lasarte-Oria