Editorial The Wall Street Journal
La censura de los voceros del cambio climático
El pasado 13 de junio, The Wall Street Journal publicaba un demoledor artículo editorial en el que denunciaba cómo la izquierda quiere imponer una fuerte censura sobre todo aquel que ose cuestionar los mandamientos fundamentales de esa nueva religión en la que se ha convertido el “cambio climático”.
“Los progresistas primero exigieron que las plataformas de redes sociales silenciaran a los críticos del alarmismo climático”, señala The Wall Street Journal, quien añade que, ahora, “la asesora climática nacional de la Casa Blanca, Gina McCarthy, quiere que se censure también la información sobre los costes de una transición de energía verde forzada”.
The Wall Street Journal recuerda que hace unos años, “Facebook reclutó a ‘verificadores de hechos’ de terceros para revisar las noticias sobre el clima. Eso no satisfizo a los senadores demócratas que aullaban sobre una ‘laguna legal’ para los artículos de opinión. Luego, Facebook comenzó a agregar verificaciones de hechos a los artículos de opinión, incluidos los de nuestros colaboradores Bjorn Lomborg y Steven Koonin, que criticaban los modelos y estudios climáticos apocalípticos. El objetivo era restringir el número de lectores. Ahora, los progresistas están pasando a la fase dos de la censura, que está cerrando el debate sobre las ‘soluciones’ climáticas”.
“La Sra. McCarthy no quiere admitir la verdad incómoda de que las fuentes de energía renovable están haciendo que la red sea cada vez menos confiable. Al comparar a las empresas de combustibles fósiles con las grandes tabacaleras, McCarthy se quejó de que se está utilizando ‘dinero oscuro’ para ‘engañar’ al público sobre ‘los beneficios de la energía limpia'. ‘Necesitamos que las empresas de tecnología realmente participen’, dijo, porque resaltar los costos de la energía verde es ‘igual de peligroso que negarlo porque tenemos que actuar rápido’. ¿Entendido, Mark Zuckerberg? Simplemente señalar las limitaciones técnicas de las baterías de iones de litio podría ser ‘desinformación’. Cuando se le preguntó si la (supuesta) desinformación climática representaba una amenaza para la salud pública, la Sra. McCarthy respondió ‘absolutamente’ y agregó de una forma risible que ‘el presidente Biden no se centra, y yo tampoco, en criticar a las compañías de combustibles fósiles’. El entrevistador de Axios sonrió y asintió. Algunos académicos conservadores argumentan que las empresas de Big Tech podrían ser demandadas como ‘actores estatales’ por violar los derechos de (libertad) expresión de la Primera Enmienda de los usuarios cuando censuran el contenido a instancias de los funcionarios del Gobierno. La Sra. McCarthy está ayudando a presentar este caso”.
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El pasado 13 de junio, The Wall Street Journal publicaba un demoledor artículo editorial en el que denunciaba cómo la izquierda quiere imponer una fuerte censura sobre todo aquel que ose cuestionar los mandamientos fundamentales de esa nueva religión en la que se ha convertido el “cambio climático”.
“Los progresistas primero exigieron que las plataformas de redes sociales silenciaran a los críticos del alarmismo climático”, señala The Wall Street Journal, quien añade que, ahora, “la asesora climática nacional de la Casa Blanca, Gina McCarthy, quiere que se censure también la información sobre los costes de una transición de energía verde forzada”.
The Wall Street Journal recuerda que hace unos años, “Facebook reclutó a ‘verificadores de hechos’ de terceros para revisar las noticias sobre el clima. Eso no satisfizo a los senadores demócratas que aullaban sobre una ‘laguna legal’ para los artículos de opinión. Luego, Facebook comenzó a agregar verificaciones de hechos a los artículos de opinión, incluidos los de nuestros colaboradores Bjorn Lomborg y Steven Koonin, que criticaban los modelos y estudios climáticos apocalípticos. El objetivo era restringir el número de lectores. Ahora, los progresistas están pasando a la fase dos de la censura, que está cerrando el debate sobre las ‘soluciones’ climáticas”.
“La Sra. McCarthy no quiere admitir la verdad incómoda de que las fuentes de energía renovable están haciendo que la red sea cada vez menos confiable. Al comparar a las empresas de combustibles fósiles con las grandes tabacaleras, McCarthy se quejó de que se está utilizando ‘dinero oscuro’ para ‘engañar’ al público sobre ‘los beneficios de la energía limpia'. ‘Necesitamos que las empresas de tecnología realmente participen’, dijo, porque resaltar los costos de la energía verde es ‘igual de peligroso que negarlo porque tenemos que actuar rápido’. ¿Entendido, Mark Zuckerberg? Simplemente señalar las limitaciones técnicas de las baterías de iones de litio podría ser ‘desinformación’. Cuando se le preguntó si la (supuesta) desinformación climática representaba una amenaza para la salud pública, la Sra. McCarthy respondió ‘absolutamente’ y agregó de una forma risible que ‘el presidente Biden no se centra, y yo tampoco, en criticar a las compañías de combustibles fósiles’. El entrevistador de Axios sonrió y asintió. Algunos académicos conservadores argumentan que las empresas de Big Tech podrían ser demandadas como ‘actores estatales’ por violar los derechos de (libertad) expresión de la Primera Enmienda de los usuarios cuando censuran el contenido a instancias de los funcionarios del Gobierno. La Sra. McCarthy está ayudando a presentar este caso”.