Se buscan culpables: se recompensará
Será el cambio climático. Será la pandemia semioculta. Será el chachachá. Pero esta vez no se permiten alucinantes virguerías. Esta vez no han ganado todos. Esta vez hay que identificar culpables para castigarlos públicamente al estilo del Santo Oficio.
Por mucho que los candidatos de las izquierdas trataran de movilizar a sus huestes andaluzas. Por mucho que asustaran desde los atriles gritando ¡que viene la extrema derecha!. Por mucho que actuaran reclamando que aquella tierra era históricamente suya. El resultado en las urnas -democracia basada en el voto y la capacidad para la alternancia- los ha castigado con una dureza inapelable. Ninguna de las marcas de la izquierda pueden explicar ni quieren reconocer los motivos por los que el sabio pueblo soberano les ha dado las espaldas.
Más aún. Muchos de los votantes que apostaron por las derechas lo han hecho para castigar y expulsar a las izquierdas. Hay voto de castigo. Hay voto de hartura. Hay voto útil para echar del poder al sanchismo y sus cómplices. Esa es la lectura para la reflexión. El voto del rechazo.
Nadie repara en la frialdad de los números. Sólo han ganado dos de los partidos que se han presentado al examen del cuerpo electoral. PP y Vox. Pero el fenómeno más inusitado es la mayoría absoluta y holgada del PP en un feudo tradicional del socialismo. ¿Cómo ha sido posible?, ¿Puede explicarse sin un cambio radical en el voto de los ciudadanos andaluces?. ¿Qué les hizo cambiar tal voto?. Una mezcla en positivo -gestión de los últimos cuatro años en el Gobierno de la comunidad andaluza-. Una mezcla en negativo: ¡Hay que echarlos!. Pero... ¿tan sólo a los socialistas andaluces?. Creo que ha sido otro aviso más al sanchismo. Algo así como: ¡prepárate para cuando toquen elecciones generales!. No olvidemos el tamaño de Andalucía y su influencia en las Cortes y Senado, por lo tanto, para formar el Gobierno de España.
Sánchez es un truhán, un prestidigitador, un actor que habría triunfado en aquel Hollywood con epopeyas como Lo que el viento se llevó. Y es que cuando lo echaron a gorrazos aquel sábado, desde la sede en la calle Ferraz, descubrió algo cínico, pero ya escrito. La política es mitad teatro, mitad basura. El arte o ciencia de hacer posible lo imposible. Al pueblo se le entretiene desde el corral de las comedias o con las tragedias del histórico anfiteatro de Mérida. Todo lo demás es poder, poder y poder.
A buen seguro que Don Gregorio Marañón le habría dedicado uno de aquellos ensayos como al Don Juan, Amiel, o al Conde Duque de Olivares -la pasión de mandar-. Para su obra ha creado una compañía de arte escénico dónde, como en el Tercio, a nadie se le pregunta cuál fue su pasado o de dónde provienen sus méritos -¿qué meritos?-. Sólo se les pide que contribuyan con su voto a mantener y extender la temporada teatral y ninguna crítica al primer actor, que reúne las propiedades que van desde la belleza hasta la elocuencia, pasando por el poder de la seducción. Lástima que como al viejo trilero, sus manos hayan perdido aquella habilidad mientras los espectadores van descubriendo el timo y las primeras voces contra las trampas se estén transformando en gritos compartidos para que se vaya del recinto ferial.
Podemos. ¿Qué es lo que podemos hacer para que las amazonas del odio contra el varón vuelvan a sus antiguos empleos en los supermercados?. La verdad es que terminarán como los escorpiones. Se destruirán entre ellas. La próxima víctima es una dama de Ferrol, que emulando a su padre, quiere recuperar el glamur de aquel digno y combativo PC que nació en los astilleros de la ría atlántica. Lástima que Yolanda no entendiera las predicciones de la compostelana Carolina Bescansa y del alumno de la Complutense Íñigo Errejón. Le están preparando una caja de pino o de eucalipto. Y es que Podemos es la cabeza de la Gorgona. A la vista de lo acontecido en Andalucía, un tal Perseo llegado desde el Fisterre afila su espada para terminar con la Medusa.
No es lo mismo sanchismo que socialismo. ¡A ver si nos enteramos y se enteran de una vez por todas! Lo mismo que no son lo mismo los puerros que los espárragos.
Dicen que en Ferraz manda una tanqueta. A mí me inspira su presencia en televisión aquella canción de Víctor Manuel que describe una romería asturiana con los corderos al hombro, la sidra y el lagar, para luego recrearse en la bucólica estampa de la pastora. Pero, cuidado. Esta culta dama es la número dos del partido político que manda en España. ¡Manda carallo en La Habana! Daría algo por escuchar los chascarrillos que le dedica Alfonso Guerra a tal ¿ilustre? diputada, como cuando dibujó a la Becerril como "Carlos III vestido de Mariquita Pérez".
¿Y qué le ha pasado a Ciudadanos?. Hubo tiempos en los que llegaron a embelesarnos con su frescura y aportación de nuevos cuadros a la rancia política española. Siempre nos quedarán sus intenciones: regenerar y reformar la vida pública y las leyes surgidas en 1978. Y sobre todo aquella victoria en las elecciones de Cataluña. Lástima que hayan durado tan poco y tan para nada.
No sé si he logrado ayudar a quienes buscan a los culpables. Claro que siempre cabe la tentación de construir mentiras y creérselas. O algo peor. Echarle la culpa a la falta de preparación del tejido social con derecho al voto. Me impresionó la frase del primer actor -Sánchez- cuando emulando al gran Saramago hizo advertencia al más puro estilo Nostradamus, sobre las derrotas y victorias. Algo así como aquello que cuentan sucedía en las elecciones papeles. Delante del nuevo Santo Padre procedían a encender un algodón y hacerle ver lo efímero de su reinado.
También hay quien malévolamente echa la culpa a la danza tribal que bailaron los de Compromis en torno a la Oltra, para hacer público que estaban a muerte con ella y a su imputación por asuntos que prefiero no recordar. Claro que tal baile fue más propio del aquelarre final para la vicepresidenta de la Comunidad valenciana. ¿Alguien pensó que apoyar a la compañera valía perder la mamandurria del poder y los despachos oficiales?.
Será el cambio climático. Será la pandemia semioculta. Será el chachachá. Pero esta vez no se permiten alucinantes virguerías. Esta vez no han ganado todos. Esta vez hay que identificar culpables para castigarlos públicamente al estilo del Santo Oficio.
Por mucho que los candidatos de las izquierdas trataran de movilizar a sus huestes andaluzas. Por mucho que asustaran desde los atriles gritando ¡que viene la extrema derecha!. Por mucho que actuaran reclamando que aquella tierra era históricamente suya. El resultado en las urnas -democracia basada en el voto y la capacidad para la alternancia- los ha castigado con una dureza inapelable. Ninguna de las marcas de la izquierda pueden explicar ni quieren reconocer los motivos por los que el sabio pueblo soberano les ha dado las espaldas.
Más aún. Muchos de los votantes que apostaron por las derechas lo han hecho para castigar y expulsar a las izquierdas. Hay voto de castigo. Hay voto de hartura. Hay voto útil para echar del poder al sanchismo y sus cómplices. Esa es la lectura para la reflexión. El voto del rechazo.
Nadie repara en la frialdad de los números. Sólo han ganado dos de los partidos que se han presentado al examen del cuerpo electoral. PP y Vox. Pero el fenómeno más inusitado es la mayoría absoluta y holgada del PP en un feudo tradicional del socialismo. ¿Cómo ha sido posible?, ¿Puede explicarse sin un cambio radical en el voto de los ciudadanos andaluces?. ¿Qué les hizo cambiar tal voto?. Una mezcla en positivo -gestión de los últimos cuatro años en el Gobierno de la comunidad andaluza-. Una mezcla en negativo: ¡Hay que echarlos!. Pero... ¿tan sólo a los socialistas andaluces?. Creo que ha sido otro aviso más al sanchismo. Algo así como: ¡prepárate para cuando toquen elecciones generales!. No olvidemos el tamaño de Andalucía y su influencia en las Cortes y Senado, por lo tanto, para formar el Gobierno de España.
Sánchez es un truhán, un prestidigitador, un actor que habría triunfado en aquel Hollywood con epopeyas como Lo que el viento se llevó. Y es que cuando lo echaron a gorrazos aquel sábado, desde la sede en la calle Ferraz, descubrió algo cínico, pero ya escrito. La política es mitad teatro, mitad basura. El arte o ciencia de hacer posible lo imposible. Al pueblo se le entretiene desde el corral de las comedias o con las tragedias del histórico anfiteatro de Mérida. Todo lo demás es poder, poder y poder.
A buen seguro que Don Gregorio Marañón le habría dedicado uno de aquellos ensayos como al Don Juan, Amiel, o al Conde Duque de Olivares -la pasión de mandar-. Para su obra ha creado una compañía de arte escénico dónde, como en el Tercio, a nadie se le pregunta cuál fue su pasado o de dónde provienen sus méritos -¿qué meritos?-. Sólo se les pide que contribuyan con su voto a mantener y extender la temporada teatral y ninguna crítica al primer actor, que reúne las propiedades que van desde la belleza hasta la elocuencia, pasando por el poder de la seducción. Lástima que como al viejo trilero, sus manos hayan perdido aquella habilidad mientras los espectadores van descubriendo el timo y las primeras voces contra las trampas se estén transformando en gritos compartidos para que se vaya del recinto ferial.
Podemos. ¿Qué es lo que podemos hacer para que las amazonas del odio contra el varón vuelvan a sus antiguos empleos en los supermercados?. La verdad es que terminarán como los escorpiones. Se destruirán entre ellas. La próxima víctima es una dama de Ferrol, que emulando a su padre, quiere recuperar el glamur de aquel digno y combativo PC que nació en los astilleros de la ría atlántica. Lástima que Yolanda no entendiera las predicciones de la compostelana Carolina Bescansa y del alumno de la Complutense Íñigo Errejón. Le están preparando una caja de pino o de eucalipto. Y es que Podemos es la cabeza de la Gorgona. A la vista de lo acontecido en Andalucía, un tal Perseo llegado desde el Fisterre afila su espada para terminar con la Medusa.
No es lo mismo sanchismo que socialismo. ¡A ver si nos enteramos y se enteran de una vez por todas! Lo mismo que no son lo mismo los puerros que los espárragos.
Dicen que en Ferraz manda una tanqueta. A mí me inspira su presencia en televisión aquella canción de Víctor Manuel que describe una romería asturiana con los corderos al hombro, la sidra y el lagar, para luego recrearse en la bucólica estampa de la pastora. Pero, cuidado. Esta culta dama es la número dos del partido político que manda en España. ¡Manda carallo en La Habana! Daría algo por escuchar los chascarrillos que le dedica Alfonso Guerra a tal ¿ilustre? diputada, como cuando dibujó a la Becerril como "Carlos III vestido de Mariquita Pérez".
¿Y qué le ha pasado a Ciudadanos?. Hubo tiempos en los que llegaron a embelesarnos con su frescura y aportación de nuevos cuadros a la rancia política española. Siempre nos quedarán sus intenciones: regenerar y reformar la vida pública y las leyes surgidas en 1978. Y sobre todo aquella victoria en las elecciones de Cataluña. Lástima que hayan durado tan poco y tan para nada.
No sé si he logrado ayudar a quienes buscan a los culpables. Claro que siempre cabe la tentación de construir mentiras y creérselas. O algo peor. Echarle la culpa a la falta de preparación del tejido social con derecho al voto. Me impresionó la frase del primer actor -Sánchez- cuando emulando al gran Saramago hizo advertencia al más puro estilo Nostradamus, sobre las derrotas y victorias. Algo así como aquello que cuentan sucedía en las elecciones papeles. Delante del nuevo Santo Padre procedían a encender un algodón y hacerle ver lo efímero de su reinado.
También hay quien malévolamente echa la culpa a la danza tribal que bailaron los de Compromis en torno a la Oltra, para hacer público que estaban a muerte con ella y a su imputación por asuntos que prefiero no recordar. Claro que tal baile fue más propio del aquelarre final para la vicepresidenta de la Comunidad valenciana. ¿Alguien pensó que apoyar a la compañera valía perder la mamandurria del poder y los despachos oficiales?.











