325 actos de apoyo a la banda terrorista ETA en los seis primeros meses de 2022
![[Img #22383]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/07_2022/665_screenshot-2022-07-01-at-15-41-54-covite-registra-325-actos-de-apoyo-a-eta-en-los-seis-primeros-meses-de-2022-covite.png)
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha documentado un total de 324 actos de apoyo a la banda terrorista ETA en los primeros seis meses de 2022, lo que supone que la realización de este tipo de actos ha aumentado en un 406% con respecto al mismo periodo de 2021, en el que COVITE contabilizó 64 actos.
Todos los actos de apoyo a ETA recabados por COVITE han sido registrados en el Observatorio de radicalización, un espacio en la web del Colectivo en el que, desde 2016, se documentan todos los actos relacionados con la radicalización violenta en el ámbito del terrorismo, con un mayor hincapié en el de ETA.
Del total de los actos de apoyo a ETA documentados, 129 han tenido lugar en Vizcaya; 106 en Guipúzcoa; 32 en Navarra; 29 en Álava; 22 en el extranjero, sobre todo en el País Vasco francés; y 7 en otras provincias de España como Madrid o Barcelona. En cuanto a la tipología de los actos, los datos de COVITE revelan que los que más han aumentado han sido las pintadas y pancartas de apoyo a ETA, con un total de 111 registradas, así como las manifestaciones para exigir la amnistía de los etarras presos, con un total de 116. El resto de actos de apoyo a ETA documentados han sido 36 fiestas populares que se instrumentalizan para lanzar proclamas a favor de ETA –este año se ha visto con especial repercusión durante la ‘korrika’–; 22 homenajes a etarras fallecidos en el aniversario de su muerte; y otros 40 actos que no pueden clasificarse en ninguna de las categorías anteriores, como las charlas o presentaciones de libros de etarras en espacios públicos como las casas de cultura de distintas localidades del País Vasco o Navarra.
Por otro lado, COVITE advierte de que todavía hay sectores en la izquierda abertzale que se resisten a dejar de «honrar públicamente a los asesinos de ETA», de ahí que el Colectivo haya registrado 22 homenajes a etarras fallecidos en lo que va de año. En este sentido, COVITE insiste en que la defensa y legitimación pública del terrorismo etarra en las calles de Euskadi y de Navarra «no está lejos de desaparecer, ni mucho menos». Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo, asegura que «prácticamente todos los días denunciamos pintadas, pancartas o manifestaciones de apoyo a ETA en nuestras redes sociales; la presencia de mensajes de apoyo a ETA y a los etarras en el espacio público no ha desaparecido, y resulta asfixiante». Ordóñez reitera que «las calles y los espacios públicos en Euskadi y Navarra siempre han sido un escaparate de las reivindicaciones de la izquierda abertzale, y todavía hoy lo son. Centenares de jóvenes están creciendo con la idea de que los etarras son héroes. Reivindicar la amnistía para quienes están en la cárcel por crímenes gravísimos podrá ser legal, pero es un claro síntoma de anormalidad moral. ¿Acaso vemos en Francia a cientos de personas en las calles pidiendo la excarcelación de terroristas yihadistas?». A juicio de COVITE, «quienes más han contribuido a esta radicalización violenta son los líderes de la izquierda abertzale, que llaman ‘presos políticos’ a los asesinos de nuestros familiares y ‘refugiados políticos’ a los etarras prófugos de la justicia, y piden su excarcelación. En COVITE no nos vamos a acostumbrar nunca a estas provocaciones de los líderes de la izquierda abertzale».
El Colectivo remarca, una vez más, la necesidad de que desde las instituciones públicas «se impulsen políticas de desradicalización violenta ultranacionalista y se haga pedagogía para deslegitimar el terrorismo», especialmente desde las instituciones vascas y navarras. La presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, recrimina a las autoridades que los esfuerzos de prevención de radicalización, incluido el Plan Nacional de Prevención, «se hayan centrado durante todos estos años en el yihadismo y hayan ignorado el principal foco de radicalización que teníamos y tenemos en España, que es el ultranacionalismo vasco existente en Euskadi y Navarra. Las políticas públicas de desradicalización y de prevención de la radicalización violenta abertzale brillan por su ausencia».
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE) ha documentado un total de 324 actos de apoyo a la banda terrorista ETA en los primeros seis meses de 2022, lo que supone que la realización de este tipo de actos ha aumentado en un 406% con respecto al mismo periodo de 2021, en el que COVITE contabilizó 64 actos.
Todos los actos de apoyo a ETA recabados por COVITE han sido registrados en el Observatorio de radicalización, un espacio en la web del Colectivo en el que, desde 2016, se documentan todos los actos relacionados con la radicalización violenta en el ámbito del terrorismo, con un mayor hincapié en el de ETA.
Del total de los actos de apoyo a ETA documentados, 129 han tenido lugar en Vizcaya; 106 en Guipúzcoa; 32 en Navarra; 29 en Álava; 22 en el extranjero, sobre todo en el País Vasco francés; y 7 en otras provincias de España como Madrid o Barcelona. En cuanto a la tipología de los actos, los datos de COVITE revelan que los que más han aumentado han sido las pintadas y pancartas de apoyo a ETA, con un total de 111 registradas, así como las manifestaciones para exigir la amnistía de los etarras presos, con un total de 116. El resto de actos de apoyo a ETA documentados han sido 36 fiestas populares que se instrumentalizan para lanzar proclamas a favor de ETA –este año se ha visto con especial repercusión durante la ‘korrika’–; 22 homenajes a etarras fallecidos en el aniversario de su muerte; y otros 40 actos que no pueden clasificarse en ninguna de las categorías anteriores, como las charlas o presentaciones de libros de etarras en espacios públicos como las casas de cultura de distintas localidades del País Vasco o Navarra.
Por otro lado, COVITE advierte de que todavía hay sectores en la izquierda abertzale que se resisten a dejar de «honrar públicamente a los asesinos de ETA», de ahí que el Colectivo haya registrado 22 homenajes a etarras fallecidos en lo que va de año. En este sentido, COVITE insiste en que la defensa y legitimación pública del terrorismo etarra en las calles de Euskadi y de Navarra «no está lejos de desaparecer, ni mucho menos». Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo, asegura que «prácticamente todos los días denunciamos pintadas, pancartas o manifestaciones de apoyo a ETA en nuestras redes sociales; la presencia de mensajes de apoyo a ETA y a los etarras en el espacio público no ha desaparecido, y resulta asfixiante». Ordóñez reitera que «las calles y los espacios públicos en Euskadi y Navarra siempre han sido un escaparate de las reivindicaciones de la izquierda abertzale, y todavía hoy lo son. Centenares de jóvenes están creciendo con la idea de que los etarras son héroes. Reivindicar la amnistía para quienes están en la cárcel por crímenes gravísimos podrá ser legal, pero es un claro síntoma de anormalidad moral. ¿Acaso vemos en Francia a cientos de personas en las calles pidiendo la excarcelación de terroristas yihadistas?». A juicio de COVITE, «quienes más han contribuido a esta radicalización violenta son los líderes de la izquierda abertzale, que llaman ‘presos políticos’ a los asesinos de nuestros familiares y ‘refugiados políticos’ a los etarras prófugos de la justicia, y piden su excarcelación. En COVITE no nos vamos a acostumbrar nunca a estas provocaciones de los líderes de la izquierda abertzale».
El Colectivo remarca, una vez más, la necesidad de que desde las instituciones públicas «se impulsen políticas de desradicalización violenta ultranacionalista y se haga pedagogía para deslegitimar el terrorismo», especialmente desde las instituciones vascas y navarras. La presidenta de COVITE, Consuelo Ordóñez, recrimina a las autoridades que los esfuerzos de prevención de radicalización, incluido el Plan Nacional de Prevención, «se hayan centrado durante todos estos años en el yihadismo y hayan ignorado el principal foco de radicalización que teníamos y tenemos en España, que es el ultranacionalismo vasco existente en Euskadi y Navarra. Las políticas públicas de desradicalización y de prevención de la radicalización violenta abertzale brillan por su ausencia».