Operación policial en Guipúzcoa y Navarra
La Guardia Civil desarticula una organización criminal dedicada a introducir inmigrantes irregulares en Francia
![[Img #22713]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/08_2022/5768_imagen1.jpg)
La Guardia Civil, conjuntamente con la Policía de Fronteras francesa, ha detenido en el marco de la Operación “Trolley” a dos personas de nacionalidad marroquí en las provincias de Guipúzcoa y Navarra. Paralelamente, a través de una Orden Europea de Investigación, se ha logrado poner a disposición de la justicia francesa a un tercer individuo implicado en la misma trama delictiva.
Las personas detenidas formaban parte de una organización dedicada a captar a inmigrantes que tuvieran la intención de cruzar la frontera gala, los cuales habían llegado previamente a la península a través de embarcaciones procedentes de las zonas norte y occidental de África.
Con las detenciones de estas personas se ha logrado desarticular una organización criminal que habría logrado realizar durante los últimos cuatro meses unos 40 traslados hasta Francia, transportando en cada uno de ellos grupos de entre 3 y 4 personas.
La red criminal investigada presentaría una clara distribución jerárquica de funciones, en la que el líder ostentaría la posición de mayor responsabilidad, ejerciendo de enlace o punto de contacto entre los miembros de la organización y los migrantes interesados en cruzar a territorio francés. Así pues, bajo su propio criterio, fijaba las condiciones de los traslados y los precios a exigir por la realización de los mismos.
Una vez que el migrante había acordado con la organización el precio a pagar para cruzar a Francia (fundamentalmente a las localidades de Hendaya, Bayona y Burdeos), el líder impartía instrucciones concretas al resto de integrantes de la organización con el fin de que éstos participasen activamente en la ejecución del traslado transfronterizo.
Los detenidos adoptaban fuertes medidas de seguridad orientadas a dificultar la labor policial. En este sentido, destaca el uso de vehículos lanzadera (funciones de vigilancia) para alertar de controles policiales y controlar la seguridad de las rutas utilizadas para el traslado de los inmigrantes. Por otra parte, se hacía uso de rutas cuyos puntos fronterizos estuviesen menos vigilados que otros, para tener mayor probabilidad de éxito.
La red criminal investigada había establecido en una zona próxima a la frontera francesa un “vehículo-vivienda” destinado específicamente para la ocultación o encubrimiento de los inmigrantes en los momentos previos al inicio de los pases.
La Guardia Civil, conjuntamente con la Policía de Fronteras francesa, ha detenido en el marco de la Operación “Trolley” a dos personas de nacionalidad marroquí en las provincias de Guipúzcoa y Navarra. Paralelamente, a través de una Orden Europea de Investigación, se ha logrado poner a disposición de la justicia francesa a un tercer individuo implicado en la misma trama delictiva.
Las personas detenidas formaban parte de una organización dedicada a captar a inmigrantes que tuvieran la intención de cruzar la frontera gala, los cuales habían llegado previamente a la península a través de embarcaciones procedentes de las zonas norte y occidental de África.
Con las detenciones de estas personas se ha logrado desarticular una organización criminal que habría logrado realizar durante los últimos cuatro meses unos 40 traslados hasta Francia, transportando en cada uno de ellos grupos de entre 3 y 4 personas.
La red criminal investigada presentaría una clara distribución jerárquica de funciones, en la que el líder ostentaría la posición de mayor responsabilidad, ejerciendo de enlace o punto de contacto entre los miembros de la organización y los migrantes interesados en cruzar a territorio francés. Así pues, bajo su propio criterio, fijaba las condiciones de los traslados y los precios a exigir por la realización de los mismos.
Una vez que el migrante había acordado con la organización el precio a pagar para cruzar a Francia (fundamentalmente a las localidades de Hendaya, Bayona y Burdeos), el líder impartía instrucciones concretas al resto de integrantes de la organización con el fin de que éstos participasen activamente en la ejecución del traslado transfronterizo.
Los detenidos adoptaban fuertes medidas de seguridad orientadas a dificultar la labor policial. En este sentido, destaca el uso de vehículos lanzadera (funciones de vigilancia) para alertar de controles policiales y controlar la seguridad de las rutas utilizadas para el traslado de los inmigrantes. Por otra parte, se hacía uso de rutas cuyos puntos fronterizos estuviesen menos vigilados que otros, para tener mayor probabilidad de éxito.
La red criminal investigada había establecido en una zona próxima a la frontera francesa un “vehículo-vivienda” destinado específicamente para la ocultación o encubrimiento de los inmigrantes en los momentos previos al inicio de los pases.