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Martes, 13 de Septiembre de 2022 Tiempo de lectura:
Tecnofeudalismo y totalitarismo

Michael Rectenwald : “Un régimen socialista corporativo ha tomado el poder en Estados Unidos y en el resto del mundo”

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El ensayista Michael Rectenwald es autor de once libros, entre los que destacan algunos como Thought Criminal (2020), Google Archipelago: The Digital Gulag and the Simulation of Freedom (2019) o Springtime for Snowflakes: "Social Justice" and Its Postmodern Parentage (memorias de un académico, 2018). Fue profesor de estudios liberales globales en la Universidad de Nueva York entre 2008 y 2019 y durante los últimos meses ha aparecido en numerosos programas tanto de radio como de televisión. Es colaborador habitual de The Epoch Times y del Instituto Mises y sus intervenciones en vídeos y canales de Youtube han sido censuradas en numerosas ocasiones. “No creo que ‘censurar’ sea la palabra adecuada", dice, "'Cancelar', 'eliminar' o 'desaparecer' son términos más aptos. Google, YouTube y toda la panoplia de miembros del cartel Big Digital son izquierdistas y totalitarios. Son la vanguardia, los aparatos de comunicación e ideológicos, los árbitros y ejecutores del régimen socialista corporativo que ha tomado el poder en los Estados Unidos y en todo el mundo. American Scholars (su suspendido Canal en Youtube) representaba todo lo que quieren destruir. La soberanía y el orgullo nacional, los principios constitucionales, la conservación del Estado-nación, la educación clásica. Pero esto es un anatema para la agenda globalista de los maestros del “Gran Reinio”. Estados Unidos y sus patriotas representan un impedimento para su objetivo de crear un Estado mundial único bajo el socialismo corporativo, o tecnofeudalismo o lo que también se conoce como 'capitalismo con características chinas'”.


En una reciente entrevista publicada en la web de cultura y pensamiento www.im1776.com, Rectenwald explica que para entender la relación actualmente existente entre la ideología de izquierda y las fuerzas políticas y corporativas que están impulsando el presente movimiento totalitario global, es necesario entender el hecho de que las fuerzas políticas y corporativas son monopolistas. “Por eso su ideología socialista tiene mucho sentido. La ideología socialista se adapta perfectamente a sus objetivos porque, como todos los social-comunistas, pretenden eliminar el libre mercado y monopolizar y controlar toda la producción, la distribución y la población en general. El social-comunismo no es más que un monopolio. Precisamente por eso es totalitario. Por lo tanto, abrazan con seriedad el credo del socialismo ‘woke’y apoyan (y financian) descaradamente a la izquierda que se ha apoderado de todas las instituciones del país. La izquierda académica, la izquierda política, la izquierda de la calle (Antifa y BLM), la izquierda de los medios, la izquierda corporativa, la izquierda militar, la izquierda de la comunidad de inteligencia: estos son sus activos, sus fuerzas terrestres y aéreas”.


El también autor de Beyond Woke (2020), explica que los líderes de este nuevo régimen totalitario global son el FMI y la ONU, “aunque el Foro Económico Mundial ha reclutado a muchos socios estatales y corporativos, incluidos los gobiernos occidentales, los bancos y la mayoría de, si no todas, las principales corporaciones del mundo. El ‘capitalismo de partes interesadas’, tal y como lo concibe el Foro Económico Mundial, supone que los gobiernos forman asociaciones público-privadas con las corporaciones. El Estado no solo se privatiza cada vez más, sino que también se fortalece, se amplía y se le otorga un poder sin precedentes de los activos corporativos. En lo que respecta al ‘big digital’, esto significa prestar al Estado masas ingentes de datos, tecnologías de ciudades inteligentes, algoritmos predictivos y mucho más. Las capacidades potenciales de vigilancia son asombrosas en su alcance, precisión y penetración. Sus principales armas son la ideología, la cartelización, los activos políticos, el estrangulamiento financiero y la tecnología. Su principal debilidad es su ideología, que es el elemento formativo de su visión del mundo. Son materialistas en la base y por lo tanto subestiman groseramente el espíritu humano, que nunca lograrán someter, a pesar de la existencia de tecnologías que podrían hacer precisamente eso. Asumen que los seres humanos son meros agentes materiales y, por lo tanto, no comprenden hasta dónde llegarán los humanos para ser libres. Son fisicalistas y, como tales, imaginan que el control puede obtenerse exclusivamente por medios físicos y materiales, incluida la psicología, que creen que es una mera función del cerebro. Pero la naturaleza trascendente de la humanidad está más allá de su comprensión, por lo que finalmente fracasarán, como lo han hecho todos los intentos de Gobierno totalitario hasta la fecha. Además, su planificación económica es defectuosa. Confieren demasiada riqueza y poder a la parte superior de la pirámide, lo que hará que el sistema sea pesado y desequilibrado. El sistema que imaginan, que ya está en formación, colapsará por su propio peso".


Cuando se le pregunta a Michael Rectenwald qué se puede hacer ante esta situación, explica que "cuanto antes más personas reconozcan lo que está sucediendo, mayores serán nuestras posibilidades de resistirlo y derrocarlo. El sistema chino, incluida su economía y sus métodos totalitarios y objetos de represión y control, se está desplegando a escala planetaria. Los globalistas occidentales y el PCCh (Partido Comunista Chino) aparentemente están aliados, o están involucrados en una competencia amistosa y colaborativa para ver quién puede establecer el dominio global primero. En cualquier caso, el resultado sería el mismo. ¿Qué hay que hacer? Vivir y difundir la verdad. Tratar de explicar cuidadosamente a los demás las circunstancias de lo que está ocurriendo. Al mismo tiempo, hay que comenzar a formar redes de disidentes de ideas afines. Establecer medios alternativos de comunicación. La nuestra es una resistencia prepolítica. Debemos entendernos a nosotros mismos principalmente como disidentes y solo en segundo lugar, si es que lo hacemos, como miembros de un partido político".

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