Según informa The Epoch Times, múltiples actos de violencia política de alto nivel contra republicanos y conservadores se han dado a conocer tras el polémico discurso que el presidente Joe Biden dirigió a los “Republicanos MAGA” hace unas semanas. "Donald Trump y los republicanos MAGA representan un extremismo que amenaza los cimientos mismos de nuestra República”, dijo Biden durante un discurso cargado de contenido político el 1 de septiembre en Filadelfia.

Mientras hablaba frente a un telón de fondo rojo oscuro ominosamente iluminado y flanqueado por dos infantes de marina estadounidenses, Biden alegó que los “republicanos MAGA” también promueven “líderes autoritarios” y “avivan las llamas de la violencia política” para atacar los derechos y el “alma misma de este país”.

Si bien no está claro si el discurso de Biden motivó actos de vandalismo o ataques supuestamente motivados políticamente, varias oficinas republicanas en todo el país han sido destrozadas desde el discurso de Biden, incluidas las sedes del Partido Republicano del Condado de Larimer, en Fort Collins, Colorado; el Partido Republicano del Condado de Ottawa en Hudsonville, Michigan; y la sede del Partido Republicano de Nebraska en Lincoln, Nebraska.

La oficina del Partido Republicano en el condado de Seminole, Florida, fue destrozada después de que Biden afirmara que los republicanos estaban involucrados en el “semifascismo” días antes de su discurso en Filadelfia. Los funcionarios “salieron y encontraron que todos los carteles habían sido cortados en pedazos, nuestro edificio había sido vandalizado, nuestro cartel permanente en el exterior del edificio había sido arrancado”, dijo Keith den Hollander, el presidente y vicepresidente del GOP del condado de Ottawa, a los medios locales la semana pasada. “Me decepciona mucho ver esto”.

Un centro de atención a mujeres embarazadas, en el condado de Oakland, Michigan, también fue atacado por vándalos, quienes garabatearon amenazas a favor del aborto en la puerta principal. La instalación fue atacada DOS veces el año pasado, según los medios locales. También en Michigan, siempre según The Epoch Times,  un anciano activista provida recibió un disparo en el municipio de Odessa. Un hombre de 74 años, Richard Harvey, fue acusado de agresión grave y descarga imprudente de un arma de fuego, anunció la Policía del Estado de Michigan este fin de semana.

Cayler Ellison, de 18 años, murió cuando un hombre de 41 años supuestamente lo atropelló con su vehículo y más tarde le dijo a un despachador del 911 que pensaba que Ellison era parte de un grupo republicano extremista, según reportajes. El sospechoso, Shannon Brandt, fue acusado de asesinato por la muerte del adolescente. Una declaración jurada dice que Brandt le dijo al call center de primeros auxilios que golpeó al peatón con su vehículo porque “el peatón lo estaba amenazando”, refiriéndose a Ellingson, alegando que era parte de un “grupo extremista republicano”.

Sin embargo, desde el momento en que Brandt llamó al 911 después de, supuestamente, golpear a Ellingson, “Brandt hizo comentarios sobre que el incidente fue intencional y no un accidente”, según la declaración jurada.

Una autopsia de las heridas de Ellingson indicó que ya estaba en el suelo cuando las recibió. Corroborando los resultados de la autopsia, también hubo poco o ningún daño en la parte delantera del automóvil de Brandt, según el agente especial Jeramie Quam, de la Oficina de Investigación Criminal de Dakota del Norte.

El capitán de la Patrulla de Carreteras de Dakota del Norte, Bryan Niewind, dijo que los testigos en el lugar les dijeron a los investigadores que no había evidencia que sugiriera que Ellingson tenía puntos de vista extremistas o que, incluso, se hubiera presentado una discusión política entre los dos.

“Las palabras pueden tener consecuencias violentas”, dijo en un comunicado el senador Rand Paul (R-Ky.), quien fue atacado físicamente por su vecino en 2017 y agredido por alborotadores después de la Convención Nacional Republicana de 2020. “El presidente Biden debe darse cuenta de que su vilipendio a sus oponentes está instando a algunos de sus partidarios a la violencia. Como víctima de la violencia política, ambas partes deben reconocer las consecuencias de la retórica acalorada”.