Sobre los Presupuestos Generales
    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        
    
    
    
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        
        
                
        
        España tiene una deuda pública de 1.475.368 millones de euros, lo que supone el 116.1% del PIB. La deuda pública española engorda 270 millones de euros cada día desde hace dos años. El gasto en pensiones previsto para el actual 2022 será de 171.165 millones de euros. En septiembre se cerró con 9,95 millones de pensionistas. A estos ciudadanos y por el compromiso adquirido en los pactos del Estado, los Presupuestos Generales para el 2023 les otorga una subida muy próxima al 8,5% de sus percepciones.
 
Otra de las partidas que están siendo comentadas por toda suerte de "enterados" es la correspondiente a la defensa del reino de España para el 2023, y que supondrá 12.317 millones de euros con un incremento sobre el ejercicio anterior del 25,8%. Tales cifras tienen mucho que ver con el compromiso de España en la OTAN y la situación que se vive de guerra en Ucrania.
 
Nuestros representantes institucionales no deben olvidar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que obliga a los países de la UE a ceñir su déficit -diferencia entre ingresos y gastos- al 3% del PIB, horizonte congelado con el estallido de la pandemia y la invasión rusa en Ucrania. 
 
Debo reconocer que el sanchismo ha hecho real eso que se dijo: "la política es el arte de hacer posible lo imposible". Y si no es así que alguien explique cómo consigue "Pedro", ejercicio tras ejercicio, aprobar los Presupuestos Generales de España.
 
Pongo por delante que sus actuaciones las pagará el socialismo durante muchos años y tras el cambio de ciclo. Pero también se lleva por delante a Cs, Podemos y al PP de Mariano Rajoy, Cospedal y Sáenz de Santa María. ¡Quién lo iba a decir aquel sábado de la bronca en Ferraz, cuando lo echaron de la Secretaría General a gorrazos!
 
Estamos ansiosos por ver en qué momento y de qué manera cesa a las podemitas. Las veo en el ostracismo político. Aunque supongo habrán hecho cajón para salvar la pérdida de la poltrona. Además, y por mucho que griten y se manifiesten, con Echenique de oposición parlamentaria, no dejarán los cargos ni con agua hirviendo.   
 
Resulta muy esclarecedor el reparto de los fondos territoriales. Así Cataluña se lleva la parte del león. Además, debemos reconocer algo que ha logrado el sanchismo. Ha logrado deshacer la unidad en el destino de hacer núcleo intangible de la política partidaria catalana la declaración de la república independiente. Ahora están derechas e izquierdas nacionalistas enzarzadas entre sí y resulta muy alejada en la sociedad catalana aquellos sucesos del 1-O.
 
Algo similar sucede con el País Vasco. Los pactos con el nacionalismo se pagan con un incremento del 20% en el Cupo. Por cierto, esa pieza que en Bruselas no terminan de encajarla por mucho que les expliquen se trata de un Derecho Foral que se ha convertido en disposición adicional en la Constitución Española de 1978, esa que algunos quieren modificar. Es más. Los vasquitos y nesquitas del PNV deberían tener cuidado. No deja de ser el Concierto Económico una herramienta de privilegios para un territorio en una nación dónde todas las Comunidades del Estado de las Autonomías aseguran haber encontrado razones históricas para la igualdad de trato con el Estado.
 
Pero los dos aspectos diferenciales de estos Presupuestos siguen siendo: el discurso de una parte del Gobierno -en contra- y las virguerías a costa de la España vaciada que hacen los sanchistas para que partidos políticos de dudosa reputación sean sustento con votos a favor y trato de usía en el reparto de los gastos.
 
¿Y los ingresos?. Por una parte, una carga de optimismo a la hora de calcular lo que entrará en las arcas estatales. No sé si Bruselas se lo admitirá. Por otra parte, el milagro de bajar impuestos pero al mismo tiempo subirlos, haciendo un corte entre ricos y pobres. Aquí hasta los denominados varones del sanchismo amenazan con la sublevación. Es sabido lo sensible que son los capitales a las actitudes confiscatorias de los mandamases. 
 
Los más creyentes siempre piensan: "los recursos son infinitos". Los pesimistas, que somos gentes informadas, somos conscientes de la herencia envenenada que este Gobierno dejará al siguiente. Y es que se volverán a repetir las calamidades, con los recortes y la austeridad.
 
Pero sus señorías salvarán la piel. Será el pueblo quien deba ajustarse el cinturón y sufrir las carencias. Todo ello en un plazo de un año. Mientras este próximo invierno los recibos de la energía serán inasumibles en hogares, autónomos y en las industrias como Alcoa. Puede que volvamos a ver quemar carbón aunque el CO2 impacte en la atmósfera. Puede que se abra otro debate sobre la energía nuclear. Puede que en nuestra España vaciada, aldeas y parroquias, vuelvan a funcionar las cocinas de leña, sobre todo si toca un invierno con bajas temperaturas. Y es que temo volvamos a retroceder en nuestra calidad de vida.
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                    	
                                        
                                                                                                                                                                        
    
    
	
    
España tiene una deuda pública de 1.475.368 millones de euros, lo que supone el 116.1% del PIB. La deuda pública española engorda 270 millones de euros cada día desde hace dos años. El gasto en pensiones previsto para el actual 2022 será de 171.165 millones de euros. En septiembre se cerró con 9,95 millones de pensionistas. A estos ciudadanos y por el compromiso adquirido en los pactos del Estado, los Presupuestos Generales para el 2023 les otorga una subida muy próxima al 8,5% de sus percepciones.
Otra de las partidas que están siendo comentadas por toda suerte de "enterados" es la correspondiente a la defensa del reino de España para el 2023, y que supondrá 12.317 millones de euros con un incremento sobre el ejercicio anterior del 25,8%. Tales cifras tienen mucho que ver con el compromiso de España en la OTAN y la situación que se vive de guerra en Ucrania.
Nuestros representantes institucionales no deben olvidar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que obliga a los países de la UE a ceñir su déficit -diferencia entre ingresos y gastos- al 3% del PIB, horizonte congelado con el estallido de la pandemia y la invasión rusa en Ucrania.
Debo reconocer que el sanchismo ha hecho real eso que se dijo: "la política es el arte de hacer posible lo imposible". Y si no es así que alguien explique cómo consigue "Pedro", ejercicio tras ejercicio, aprobar los Presupuestos Generales de España.
Pongo por delante que sus actuaciones las pagará el socialismo durante muchos años y tras el cambio de ciclo. Pero también se lleva por delante a Cs, Podemos y al PP de Mariano Rajoy, Cospedal y Sáenz de Santa María. ¡Quién lo iba a decir aquel sábado de la bronca en Ferraz, cuando lo echaron de la Secretaría General a gorrazos!
Estamos ansiosos por ver en qué momento y de qué manera cesa a las podemitas. Las veo en el ostracismo político. Aunque supongo habrán hecho cajón para salvar la pérdida de la poltrona. Además, y por mucho que griten y se manifiesten, con Echenique de oposición parlamentaria, no dejarán los cargos ni con agua hirviendo.
Resulta muy esclarecedor el reparto de los fondos territoriales. Así Cataluña se lleva la parte del león. Además, debemos reconocer algo que ha logrado el sanchismo. Ha logrado deshacer la unidad en el destino de hacer núcleo intangible de la política partidaria catalana la declaración de la república independiente. Ahora están derechas e izquierdas nacionalistas enzarzadas entre sí y resulta muy alejada en la sociedad catalana aquellos sucesos del 1-O.
Algo similar sucede con el País Vasco. Los pactos con el nacionalismo se pagan con un incremento del 20% en el Cupo. Por cierto, esa pieza que en Bruselas no terminan de encajarla por mucho que les expliquen se trata de un Derecho Foral que se ha convertido en disposición adicional en la Constitución Española de 1978, esa que algunos quieren modificar. Es más. Los vasquitos y nesquitas del PNV deberían tener cuidado. No deja de ser el Concierto Económico una herramienta de privilegios para un territorio en una nación dónde todas las Comunidades del Estado de las Autonomías aseguran haber encontrado razones históricas para la igualdad de trato con el Estado.
Pero los dos aspectos diferenciales de estos Presupuestos siguen siendo: el discurso de una parte del Gobierno -en contra- y las virguerías a costa de la España vaciada que hacen los sanchistas para que partidos políticos de dudosa reputación sean sustento con votos a favor y trato de usía en el reparto de los gastos.
¿Y los ingresos?. Por una parte, una carga de optimismo a la hora de calcular lo que entrará en las arcas estatales. No sé si Bruselas se lo admitirá. Por otra parte, el milagro de bajar impuestos pero al mismo tiempo subirlos, haciendo un corte entre ricos y pobres. Aquí hasta los denominados varones del sanchismo amenazan con la sublevación. Es sabido lo sensible que son los capitales a las actitudes confiscatorias de los mandamases.
Los más creyentes siempre piensan: "los recursos son infinitos". Los pesimistas, que somos gentes informadas, somos conscientes de la herencia envenenada que este Gobierno dejará al siguiente. Y es que se volverán a repetir las calamidades, con los recortes y la austeridad.
Pero sus señorías salvarán la piel. Será el pueblo quien deba ajustarse el cinturón y sufrir las carencias. Todo ello en un plazo de un año. Mientras este próximo invierno los recibos de la energía serán inasumibles en hogares, autónomos y en las industrias como Alcoa. Puede que volvamos a ver quemar carbón aunque el CO2 impacte en la atmósfera. Puede que se abra otro debate sobre la energía nuclear. Puede que en nuestra España vaciada, aldeas y parroquias, vuelvan a funcionar las cocinas de leña, sobre todo si toca un invierno con bajas temperaturas. Y es que temo volvamos a retroceder en nuestra calidad de vida.











