Investigación
El Senado de los EEUU concluye que el virus del Covid-19 se escapó de un laboratorio del Partido Comunista chino en Wuhan
![[Img #23134]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/11_2022/2897_coronavirus-g6bb1d8a96_1920.jpg)
Un informe del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones (HELP) del Senado de los Estados Unidos publicado el pasado jueves concluye que el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad que éste genero, el Covid-19, fueron consecuencia de un incidente ocurrido en un laboratorio controlado por el Partido Comunista Chino (PCCh) en Wuham.
El informe, que está clasificado como “provisional” porque no puede ser definitivo ya que China sigue reteniendo y ocultando información, avala lo que La Tribuna del País Vasco y otros escasos medios vienen señalando desde casi dos años: que el Partido Comunista Chino (PCCh) alumbró y ocultó al mundo la aparición del SARS-Cov-2.
La investigación del Senado norteamericano, dirigida por el senador republicano Richard Burr, el miembro de mayor rango en el Comité, concluye que el virus se fugó del laboratorio cuando se estaban realizando experimentos de ganancia de función, es decir, modificando genéticamente al virus para que sea más contagioso o más letal. Para este trabajo, los técnicos del Senado de EEUU pasaron año y medio repasando cientos de estudios científicos, entrevistando a docenas de expertos en la materia y analizando informes y estudios anteriores sobre los posibles orígenes del virus.
“Un incidente relacionado con la investigación es coherente con la epidemiología temprana que muestra la rápida propagación del virus exclusivamente en Wuhan, con las primeras llamadas de asistencia localizadas en el mismo distrito que el campus original del Instituto de Virología de Wuhan en el centro de Wuhan“, explica una parte del informe. Además, la investigación revela que Anthony Fauci, quien había declarado bajo juramento que de ninguna manera el virus se había escapado del laboratorio y que los contribuyentes norteamericanos no estaban financiando este tipo de investigaciones, mintió en su exposición frente al Congreso unos meses atrás, lo que podría situarle frente a una denuncia federal.
Según el documento recogido por derechadiario y Vanity Fair, no hay pruebas genéticas publicadas de que el SARS-CoV-2 estuviera circulando en animales antes del inicio de la pandemia. En cambio, las pruebas epidemiológicas y serológicas muestran que cuando el virus chino empezó a infectar a los humanos ya estaba “bien adaptado para la transmisión de persona a persona”. Además, según los estudios, solo había dos variantes tempranas del virus, que tenían poca diversidad genética y estaban estrechamente relacionadas entre sí, una señal típica de un virus fabricado en laboratorio.
Lo documentado en anteriores casos de transferencia zoonótica natural indica que este tipo de virus necesita circular en un “huésped intermedio” para aumentar las posibilidades de que el mismo pudiese infectar y replicarse en los seres humanos. Tres años después de la aparición del virus chino, todavía no se ha identificado ningún huésped intermedio para Covid-19, ni hay ninguna información que demuestre dónde habría entrado en contacto por primera vez la especie intermedia con los seres humanos.
Un documentado informe académico publicado hace algunas semanas, realizado por varios especialistas que habían analizado la composición del SARS-CoV-2, situó las probabilidades de que el virus se originase de forma natural en menos de 1 entre 100 millones.
Un informe del Comité de Salud, Educación, Trabajo y Pensiones (HELP) del Senado de los Estados Unidos publicado el pasado jueves concluye que el virus SARS-CoV-2 y la enfermedad que éste genero, el Covid-19, fueron consecuencia de un incidente ocurrido en un laboratorio controlado por el Partido Comunista Chino (PCCh) en Wuham.
El informe, que está clasificado como “provisional” porque no puede ser definitivo ya que China sigue reteniendo y ocultando información, avala lo que La Tribuna del País Vasco y otros escasos medios vienen señalando desde casi dos años: que el Partido Comunista Chino (PCCh) alumbró y ocultó al mundo la aparición del SARS-Cov-2.
La investigación del Senado norteamericano, dirigida por el senador republicano Richard Burr, el miembro de mayor rango en el Comité, concluye que el virus se fugó del laboratorio cuando se estaban realizando experimentos de ganancia de función, es decir, modificando genéticamente al virus para que sea más contagioso o más letal. Para este trabajo, los técnicos del Senado de EEUU pasaron año y medio repasando cientos de estudios científicos, entrevistando a docenas de expertos en la materia y analizando informes y estudios anteriores sobre los posibles orígenes del virus.
“Un incidente relacionado con la investigación es coherente con la epidemiología temprana que muestra la rápida propagación del virus exclusivamente en Wuhan, con las primeras llamadas de asistencia localizadas en el mismo distrito que el campus original del Instituto de Virología de Wuhan en el centro de Wuhan“, explica una parte del informe. Además, la investigación revela que Anthony Fauci, quien había declarado bajo juramento que de ninguna manera el virus se había escapado del laboratorio y que los contribuyentes norteamericanos no estaban financiando este tipo de investigaciones, mintió en su exposición frente al Congreso unos meses atrás, lo que podría situarle frente a una denuncia federal.
Según el documento recogido por derechadiario y Vanity Fair, no hay pruebas genéticas publicadas de que el SARS-CoV-2 estuviera circulando en animales antes del inicio de la pandemia. En cambio, las pruebas epidemiológicas y serológicas muestran que cuando el virus chino empezó a infectar a los humanos ya estaba “bien adaptado para la transmisión de persona a persona”. Además, según los estudios, solo había dos variantes tempranas del virus, que tenían poca diversidad genética y estaban estrechamente relacionadas entre sí, una señal típica de un virus fabricado en laboratorio.
Lo documentado en anteriores casos de transferencia zoonótica natural indica que este tipo de virus necesita circular en un “huésped intermedio” para aumentar las posibilidades de que el mismo pudiese infectar y replicarse en los seres humanos. Tres años después de la aparición del virus chino, todavía no se ha identificado ningún huésped intermedio para Covid-19, ni hay ninguna información que demuestre dónde habría entrado en contacto por primera vez la especie intermedia con los seres humanos.
Un documentado informe académico publicado hace algunas semanas, realizado por varios especialistas que habían analizado la composición del SARS-CoV-2, situó las probabilidades de que el virus se originase de forma natural en menos de 1 entre 100 millones.