Joerg Arnu, propietario y webmaster del sitio web Dreamland Resort que se mantiene abierto desde 1999, dedicado a informar sobre el Área 51, ha denunciado que el FBI y los Servicios de Investigación de las Fuerzas Aéreas norteamericanas han asaltado sus propiedades en Rachel (a las afueras del A51) y en Las Vegas, en búsqueda de imágenes relacionadas con estas instalaciones operadas con el máximo nivel de secreto por la Base Aérea de Edwards en el sur de Nevada, Estados Unidos.

“Rompieron las puertas y mi compañera y yo fuimos detenidos y tratados de la manera más irrespetuosa. A mi novia la sacaron a la calle descalza y solo en ropa interior a la vista de nuestros vecinos; a mí me llevaron afuera, esposado y solo en camiseta y sudadera, con temperaturas bajo cero. Ambas viviendas fueron registradas por 15-20 agentes con equipo antidisturbios completo, causando fuertes daños en ambas casas. A pesar de mis repetidas solicitudes de explicación, solo me dijeron que la búsqueda estaba relacionada con imágenes publicadas en mi sitio web sobre el Área 51”, explica Arnu.

El propietario y director de Dreamland Resort añade en un comunicado que ha hecho llegar a los medios de comunicación que “me sorprendió mucho lo contundente que se ejecutó la orden de allanamiento y lo duro que nos trataron a nosotros, ambos ciudadanos mayores desarmados. Se confiscaron todas mis computadoras portátiles, teléfonos, unidades de respaldo, equipo de cámara y mi dron. Con el equipo perdí todos mis registros médicos, registros financieros y fiscales, contraseñas, contactos de correo electrónico y teléfono, fotografías, etc”.

Según denuncia Arnu, sus repetidas peticiones de explicaciones al FBI no han sido contestadas, además de que la orden de allanamiento que le mostraron se encontraba incompleta, faltándole 40 páginas. “En este punto, no tengo más remedio que emprender acciones legales para intentar recuperar mi equipo y solicitar el reembolso de los daños causados, valorados en 25.000 dólares. No estoy compartiendo nada en mi sitio web que no se pueda encontrar en docenas de otros sitios web y publicaciones de medios de comunicación. Creo que el registro, ejecutado con una fuerza completamente innecesaria por agentes gubernamentales demasiado entusiastas, fue un mensaje para silenciar a la comunidad de investigación del Área 51. La pregunta ahora es: ¿Hasta dónde llegarán?”.

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