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Pedro Chacón
Sábado, 19 de Noviembre de 2022 Tiempo de lectura:

El síndrome del averchale sobrado (y II)

Para explicar por qué es tan reducido el número de portadores que han cambiado su apellido a la forma eusquérica que incluye “tz” en lugar de “z”, tal como marca Euskaltzaindia en determinados apellidos, mi hipótesis es que estamos ante un síndrome propio de la psicología política. El nacionalista vasco, es decir el averchale que se cambia a todo correr la “c” o la “qu” de su apellido por la “k” (Castresana por Kastresana o Gardoqui por Gardoki), o la “v” o la “ch” por la “b” y la “tx” (Vergara por Bergara o Achúcarro por Atxukarro) respectivamente, en cambio, ante la posibilidad de tener que cambiarse la “z” en determinadas ocasiones, por la “tz”, experimenta una suerte de rechazo o empacho o quizás sea que siente que está ante un exceso o que él mismo se considera sobradamente vasco con la “z” para no tener que ponerse encima una “tz”, que convierte su apellido en algo poco visto, extraño incluso. Digamos que no todas las zetas de los apellidos eusquéricos son susceptibles, por supuesto de cambiarse por “tz”. Por ejemplo, cuando va inicial no se cambia y cuando va en última sílaba hay casos en que tampoco, así en el apellido Ortuzar y similares Euscalchaindia no propone el cambio.

 

Veamos ejemplos evidentes y muy conocidos, donde la Real Academia de la Lengua Vasca marca la euscaldunización del apellido con la “tz”, mientras que sus portadores no han hecho caso y han dejado su apellido como estaba en la forma española preexistente. Empecemos por un lendacari: José Antonio Ardanza. Sabido es que los nacionalistas muy vascos no consideran muchas veces ni cambiarse siquiera el nombre de pila. Son tan vascos que ya se nota sin necesidad de eso: José Antonio. O en el caso de Ibarretxe, Juan José. Pero vayamos al apellido. Ardanza en forma eusquérica tendría que ser Ardantza. Pues bien, de los casi 200 portadores del apellido Ardanza, incluido el anterior lendacari, ninguno se ha puesto Ardantza. En parte de sus portadores se entiende perfectamente: viven fuera del País Vasco y de Navarra, en el resto de España. Pero entre los que viven dentro, la mayoría en Vizcaya y algunos en Guipúzcoa, los tiene que haber nacionalistas, sin duda. Pero esos averchales se deben considerar tan sobradamente vascos que no se cambian.

 

Segundo ejemplo paradigmático: Arzalluz. Xabier Arzalluz, quien fuera durante diecisiete años máximo dirigente del PNV, entre 1987 y 2004, el que distinguía a los vascos por su Rh negativo, el que admitía la división de trabajo dentro del nacionalismo: por un lado, quienes movían el árbol y, por el otro, quienes recogían las nueces. Pues este también escribió siempre su apellido Arzalluz, cuando Euskaltzaindia dice bien claro que su grafía eusquérica debería ser Artzalluz. En este caso casi todos los portadores viven en Guipúzcoa y unos pocos en Vizcaya. No sabemos si aquí la influencia del personaje, líder carismático del PNV durante tantos años, habrá influido. Suponemos que sí. Como con Ardanza. Lo único cierto es que de los 129 apellidados Arzalluz de primer apellido y los 106 de segundo, todos residentes en Guipúzcoa la mayoría y algunos en Vizcaya, ninguno se ha cambiado tampoco por Artzalluz.

 

El caso de quien fuera también presidente del PNV, inmediatamente después de Arzalluz, también es curioso. Me refiero a Josu Jon Imaz San Miguel. Yo pienso que tenía que compensar lo de San Miguel poniéndose de nombre Josu Jon. Y luego con lo de Imaz, también aquí Euskaltzaindia propone Imatz como grafía eusquérica correcta. Sin embargo, al contrario de lo que ocurre con Ardanza y Arzalluz, que no hay nadie que se haya cambiado a Ardantza y Artzalluz, aquí sí hay gente que se apellida Imatz. Así es que Imaz tenemos 1951 portadores de primer apellido y 1809 de segundo. Con estas cantidades es lógico que haya muchos fuera del País Vasco y Navarra, en el resto de España, aproximadamente una cuarta parte del total. La mitad de los apellidados Imaz vive en Guipúzcoa. Pero el caso es que Imatz se han puesto de manera oficial 94 portadores con primer apellido y 97 con segundo, que no llegan al 5% de los que se apellidan Imaz, cumpliéndose la regla de la aversión generalizada a la “tz”, y lo curioso es que casi todos viven en Vizcaya, contra lo que suele ser usual de que los que se cambian están mayoritariamente en Guipúzcoa. Pero, en cualquier caso, Imaz, el nacionalista vasco presidente del PNV entre los años 2004 y 2007, no se ha cambiado. Ahora es consejero delegado de Repsol, ahí es nada, con una influencia enorme en plena crisis energética. Este señor dijo en un artículo de El Correo del año 2003, con motivo del 100 aniversario de la muerte de Sabino Arana, que el fundador del PNV no era racista sino, en todo caso, antiespañol. Curiosa reflexión, cuando resulta que siempre que hablaba mal de España, que era siempre que hablaba de España, se refería a ella diciendo que España era África y que estaba llena de descendientes de moros y judíos. Y es que no le quedaba más remedio que ser racista para ser antiespañol, no lo podría haber hecho de otra forma.

 

Entre la izquierda abertzale pasa lo mismo con la “tz”. Es el caso de quien fuera primer presidente de Sortu –la marca blanca de la izquierda averchale tras su legalización–, Hasier Arraiz: ese apellido también tendría que escribirse Arraitz. Lo que pasa es que aquí de los 347 portadores de primer apellido, el doble viven fuera del País Vasco y Navarra, o sea, en el resto de España, respecto de los que viven dentro. Y es lógico que a esos que viven fuera ni siquiera se les haya pasado por la cabeza el cambiar su apellido por la forma eusquérica que marca Euskaltzaindia. Pero los que viven dentro tampoco lo han hecho: no hay nadie que se apellide Arraitz ni aquí ni en el resto de España. Ni tampoco Aoitz o Araitz. Recordemos que Floren Aoiz fue un dirigente también muy conocido de Herri Batasuna en los años noventa. Tendría que haber puesto su apellido Aoitz. Lo mismo que Adolfo Araiz, otro dirigente averchale, en este caso navarro. Tampoco se puso Araitz. En realidad, no hay nadie que se apellide Aoitz o Araitz en España, que son las formas “normalizadas” en eusquera que marca Euskaltzaindia para esos apellidos.

 

En otro orden de realidades, el famoso grupo musical Itoiz, que amenizaba las fiestas en todos los pueblos vascos de los años ochenta y noventa, encabezado por su cantante solista Juan Carlos Pérez, cantando las canciones en eusquera y queriéndonos hacer ver en la Transición cómo el eusquera había estado suprimido y perseguido y que por fin se expandiría y todo el mundo lo volvería a hablar, este grupo también tendría que haberse llamado Itoitz, de seguir los criterios de Euskaltzaindia.

 

En fin, que estamos, como digo, ante un fenómeno curioso, que bien podríamos denominar el síndrome del averchale sobrado, que no quiere que su apellido quede demasiado desfigurado, por seguir la ortodoxia euscaldunizadora, y que piensa que sin meter la “tz” queda mejor salvaguardada su vasquidad. Y así es como se entiende, de paso, que haya tan pocos que se cambien el García por Gartzia (hasta ahora 360 de primer apellido y 186 de segundo), siendo como son el apellido más numeroso de España, con un millón y medio de portadores y habiendo en el País Vasco y Navarra un contingente de García que supera los 62.000 portadores tanto de primer apellido como de segundo. La explicación ahora está clara: porque no tienen suficientes estímulos sociales como para pensar que la “tz” les dé por sí sola la pátina de vasquidad que buscan. Sobre todo cuando comprueban, porque a la vista está, que la inmensa mayoría de quienes se podrían introducir la “tz” en su apellido no lo hacen.

 

Y terminamos la lista iniciada en el capítulo anterior, con el resto de apellidos de gran número de portadores, que sin embargo no han introducido ni uno de ellos las letras “tz”, pudiéndolo y debiéndolo haber hecho, como marca Euskaltzaindia:

 

Erdozain tiene 654 portadores de primer apellido y 577 de segundo. La mitad de ellos viven en Navarra y luego también hay bastantes en Cádiz seguido de Vizcaya. En total está en 17 provincias españolas, pero en las vasco-navarras hay casi el doble que en el resto. Pues aun así, no hay nadie apellidado Erdotzain.

 

Esparza es otro gran apellido de los que aquí recogemos, con 4908 portadores de primero y 4465 de segundo. Presente en 40 provincias españolas y en Melilla. Donde más hay es en Navarra, pero en el País Vasco hay muy pocos, de modo que en el resto de España hay como tres veces más Esparza. Aun así, con más de mil portadores de Esparza de primero y otros tantos de segundo viviendo en el País Vasco y Navarra, no hay portadores que se apelliden Espartza.

 

Gorostiza tiene 927 portadores de primero y 969 de segundo, casi la mitad de ellos en Vizcaya seguido de Guipúzcoa. En total está en 20 provincias españolas. Pero está mucho más en las provincias vasco-navarras, en una proporción de 3 a 1 respecto del resto de España. Pues aun así, no hay nadie apellidado Gorostitza.

 

Marcilla no es un apellido eusquérico, pero es navarro de pura cepa, por el topónomo del mismo nombre, correspondiente al municipio sito en la merindad de Olite. Tiene 1370 portadores de primer apellido y 1281 de segundo. El caso es que el Nomenclátor de Euskaltzaindia lo incluye en su listado y nos dice que su forma eusquérica es Martzilla, de la que, como cabía suponer, no hay portadores. La profundidad histórica del apellido nos la da el hecho de que en el resto de España hay como seis veces más personas apellidadas Marcilla que en el País Vasco y Navarra juntas.

 

Munárriz tiene 1321 personas apellidadas así de primero y 1302 de segundo que viven en 24 provincias españolas. Más de la mitad en Navarra, seguida de lejos por Guipúzcoa, Madrid y Zaragoza. Pero habiendo más personas apellidadas así dentro de País Vasco y Navarra que en el resto de España, no hay nadie que se apellide Munarritz.

 

Lizarazu tiene 497 portadores de primer apellido y 528 de segundo. Hubo un jugador del Athletic de Bilbao, de origen francés, que se apellidaba así. Está en 10 provincias españolas. Más de la mitad de sus portadores viven en Guipúzcoa, seguida de lejos por Navarra. Hay tres veces más Lizarazu dentro de País Vasco y Navarra que en el resto de España. Pero no hay nadie apellidado Lizaratzu.

 

Narváez es otro gran apellido de los que tenemos aquí. Nos recuerda al general Narváez, el conocido como “espadón de Loja” (Granada). El caso es que viene en el Nomenclátor de Euskaltzaindia. Tiene 7468 portadores de primer apellido y 7422 de segundo. Está presente en todas las provincias españolas (incluidas Ceuta y Melilla), menos en tres: Palencia, Zamora y Orense. Solo hay un 5% aproximadamente de portadores de este apellido residiendo en País Vasco y Navarra. En cualquier caso, no hay nadie apellidado Narvaetz.

 

Leoz es un apellido típico navarro, con 599 portadores de primer apellido y 636 de segundo, más de la mitad de los cuales viven en Navarra, seguido de lejos por Madrid y Guipúzcoa. Está en 12 provincias españolas en total pero no en Álava. No hay nadie apellidado Leotz.

 

Eceizabarrena lo traemos porque es el apellido de un conocido político nacionalista del PNV guipuzcoano, presidente de las Juntas Generales de Guipúzcoa. El apellido es demostrativo de lo que hacen muchos nacionalistas en una situación así. Eceizabarrena tiene 99 portadores de primer apellido y 82 de segundo, la mayoría residentes en Guipúzcoa y unos pocos en Madrid. Lo que hacen los nacionalistas es ponerse Ezeizabarrena, con zeta en lugar de la primera “c”. De estos hay 11 de primero y 28 de segundo, casi todos en Guipúzcoa. Pero lo que no hay es la forma que prescribe Euskaltzaindia: Ezeitzabarrena.

 

Navarlaz tiene 726 portadores de primer apellido y 743 de segundo y está presente en 13 provincias españolas, pero está presente como cuatro veces más fuera de País Vasco y Navarra, en el resto de España, que dentro. Donde más por este orden en Lérida, Huesca, Navarra y Barcelona. Está en el Nomenclátor de Euskaltzaindia, que propone Navarlatz como forma eusquérica, de la que, como cabía suponer, no hay ni un solo portador.

 

Nazabal tiene 458 portadores de primero y 414 de segundo. Este sí que está más presente dentro de País Vasco y Navarra que fuera, en el resto de España, donde sólo está presente, por este orden, en Cantabria, Madrid y Barcelona. Pero no hay nadie que se apellide Natzabal.

 

Olaizola tiene 1702 portadores de primero y 1537 de segundo. De los que más de la mitad residen en Guipúzcoa y entre las demás provincias españolas donde está presente (16), donde más está es en Vizcaya seguido de Navarra. Es decir que está unas seis veces más presente dentro de País Vasco y Navarra que fuera. Pues aun así, no hay nadie apellidado Olaitzola, que es la forma eusquérica que propone Euskaltzaindia.

 

Ormaza tiene 433 apellidados así de primero y 392 de segundo, residentes en 14 provincias españolas. Más de la mitad en Vizcaya y luego de lejos en Madrid y Murcia. En total está más presente en País Vasco y Navarra que en el resto de España. Pero no hay Ormatza. Hormaza tiene la mitad de portadores que Ormaza pero le pasa lo mismo. No hay Hormatza.

 

Oroz es un clásico apellido navarro, con 1244 portadores de primero y 1220 de segundo, de los que más de la mitad viven en Navarra. Está presente en un total de 23 provincias españolas así como en Melilla. Pero no hay Orotz.

 

Unzúe tiene 400 portadores de primero y 426 de segundo presentes en 11 provincias españolas, más de la mitad en Navarra. También está en Vizcaya y Guipúzcoa pero no en Álava. El caso es que Untzue nada.

 

Urdániz tiene 399 portadores de primero y 401 de segundo, de los que más de la mitad viven en Navarra. Está en un total de 12 provincias españolas, pero entre las vasco-navarras no está en Vizcaya. Pero hay más portadores en País Vasco y Navarra que en el resto. Aun así, Urdanitz nada.

 

Uroz es como Oroz pero con una diferencia, que apenas está en Navarra. Uroz tiene un total de 1270 portadores de primero y 1018 de segundo, de los que apenas un 2% está en País Vasco y Navarra. Está en 25 provincias españolas y en Melilla. Pero no está ni en Vizcaya ni en Álava. Se entiende entonces que no haya nadie que se apellide Urotz, como marca Euskaltzaindia.

 

Uriz tiene 810 portadores de primer apellido y 652 de segundo. Está en 16 provincias españolas, de los que más de la mitad viven en Navarra. También hay algo en Vizcaya y Guipúzcoa. Pero el caso es que en su forma eusquérica preceptiva, que es Uritz, no hay nada.

 

Urroz tiene 478 portadores de primer apellido y 554 de segundo, presentes en 10 provincias españolas. En Navarra más de la mitad y en las provincias vascas también hay algo, por lo tanto el balance es bastante favorable para País Vasco y Navarra respecto del resto de España. Pero no hay Urrotz.

 

Usandizaga tiene 426 portadores de primero y 398 de segundo, de los que dos tercios viven en Guipúzcoa. También hay en Vizcaya, Navarra y Álava por este orden. También está en Barcelona, Madrid y Baleares por este orden. Pero en definitiva mucho más presente dentro de País Vasco y Navarra que en el resto de España. Pero Usanditzaga no hay.

 

Zornoza tiene 1457 portadores de primero y 1433 de segundo, presente en 17 provincias españolas. Donde más en Valencia, Albacete, Madrid, Alicante y Barcelona, por este orden. En País Vasco y Navarra los portadores no llegan ni al 10% del total. El caso es que no hay apellidados Zornotza.

 

Zuazo tiene 1180 apellidados de primero y 1083 de segundo, presentes en 23 provincias españolas. Casi la mitad viven en Vizcaya. En Álava viven del orden de 100 y ya menos en Guipúzcoa y Navarra. En total en País Vasco y Navarra hay más que en resto de España. Pero aun así, no hay Zuatzo.

 

Zuazua tiene 496 portadores de primero y 480 de segundo. Está presente en 13 provincias españolas, casi la mitad en Vizcaya, seguido de Asturias y Guipúzcoa. Pero en total viven más Zuazua dentro de País Vasco y Navarra que en el resto de España. Aun así no hay Zuatzua.

 

Zugazaga tiene 348 portadores de primero y 365 de segundo, de los que casi todos viven en Vizcaya y luego, por este orden, en Madrid, Álava y Burgos. Pero no hay ningún Zugatzaga.

 

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