Barrionuevo-Gal: ¿Otro pago a Sortu (Bildu)?
Mientras en el resto de España pasaba bastante desapercibida, la entrevista de José Barrionuevo en El País reconociendo su implicación en la banda terrorista GAL convulsionó el panorama político vasco con numerosas reacciones. Por un lado, el estupor por un sorprendente alegato a favor del delito que ha generado una oleada de condenas. Por el otro, el de los sicarios morales de ETA que las recibieron con un entusiasmo desbordante.
Su eco llegó a la reciente jornada que COVITE celebró el día 16 de noviembre en Pamplona. El hijo de un asesinado, Julio Vidaurre, [1] junto la condena, hacía este atinado análisis:
Las declaraciones de este señor son lamentables por el contenido, las formas y el momento.
Ha conseguido revitalizar cierto discurso que tenía del mundo patriótico vasco… el mundo patriota está encantado con estas declaraciones, porque hacen un ejercicio de equidistancia… un gran señor que fue a nivel importantísimo en el Gobierno de España, que diga estas cosas, es que les ha hecho la ola y en ciertos aspectos hemos retrocedido con estas declaraciones… la izquierda patriótica vasca sacará sus réditos y ya la verdad, no sé, en qué estaba pensando el señor Barrinuevo cuando dijo estas cosas, pero es lamentable.
Contexto y perspectiva
Como todos, recibí esta noticia con estupor y me pregunté como era tan torpe de decir esto. Como todos, inicialmente consideré que era una iniciativa particular del ex ministro para justificarse y como decía Vidaurre, en un momento particularmente malo, en un periodo preelectoral en el que los verdugos políticos sacarán réditos.
Pero los historiadores no debemos quedarnos en las primeras impresiones y debemos profundizar en otros aspectos, de forma lo más racional posible:
Primer principio. Las casualidades en política existen, pero son extremadamente raras. Rarísimas.
Segundo principio. La perspectiva. José Barrionuevo siempre ha sido un militante socialista particularmente entregado y disciplinado. Tras las elecciones de 1982, el Ministerio del Interior era el más complicado y lo asumió. Cuando era ministro, le pidieron practicar el terrorismo y, tal como ha reconocido, lo hizo. Cuando las investigaciones apuntaban a Míster X, se le dijo que tenía que comerse el marrón y disciplinadamente se lo comió sin cantar. Había que entrar en prisión y lo hizo sin más reproches que a los jueces, salvando siempre al PSOE. Cuando sale gracias a Aznar (el PP y trabajo sucio para otros, conceptos indisolublemente unidos), no dice nada. Llega Rodríguez Zapatero, empiezan las negociaciones con ETA y mientras su sucesor José Luis Corcuera brama de indignación, nuestro protagonista calla, calla y calla. Carlos Dávila[2], buen conocedor de las cloacas y el terrorismo en los ochenta y noventa, en un reciente análisis habla del “el siempre callado José Barrionuevo Peña”.
Tercer principio. El contexto. Dávila relaciona su confesión con una venganza por cómo se ignoró a los ex ministros del primer Gobierno en las celebraciones del 40 aniversario de la victoria del PSOE. Esta posibilidad la veo difícil sino imposible, porque este periodista no ha tenido en cuenta que la entrevista la concede a El País, periódico que hoy se parece poco o nada al de los ochenta y noventa.
El historiador Antonio Elorza ha desvelado cómo cuando llega a la presidencia Rodríguez Zapatero ordena en este medio una limpia de todo colaborador que no fuera de izquierda dura y radical, sustituyéndolos por ultras. Visto con perspectiva, en los últimos quince años este medio (El País) por un lado acoge cada vez más contenidos cercanos a la ultraizquierda y por otro, se ha convertido ya sin tapujos, sin matices ni contenidos críticos, en el periódico del PSOE. Los lectores vascos lo entenderán perfectamente: es el Deia del socialismo. Si quieres vengarte del ninguneo de Sánchez, ¿cómo vas a elegir al fiel y servil mamporrero del sanchismo? A estas alturas de la película ¿cómo el señor Dávila puede creer en la “independencia” de este periódico cuando éste hace lo posible, lo imposible y lo más miserable para tapar las vergüenzas del partido gubernamental?
Otro aspecto del contexto queda muy bien explicado en el vídeo de Covite: la “batalla del relato” que el mundo abertzale está librando. El 2 de octubre, el conocido intelectual ultranacionalista Fermín Muguruza, fue entrevistado en eldiario.es sobre la presentación de su película de animación Black is Beltza, basada en el cómic del mismo nombre que se desarrolla durante los años ochenta en diversos lugares del mundo, entre ellos Pamplona. El titular elegido por el medio no necesita más explicación “Un ejercicio de memoria en plena batalla por el relato”. Los pocos que buceamos en el albañal de la comunicación ultranacionalista vasca [3], palpamos día a día como están poniendo una increíble cantidad de medios en España y Francia para obtener una victoria en este campo.
Otro elemento contextual a añadir lo tenemos en el equipo dirigente de la Moncloa. No vamos a entrar en las motivaciones, escrúpulos, moral o ideario del actual titular, Pedro Sánchez, porque eso son consideraciones subjetivas difícilmente valorables y en este ámbito prescindibles. Lo que sí es un hecho objetivo es que el Presidente del Gobierno y su equipo, cuando han tenido que negociar con las fuerzas políticas ultranacionalistas de Cataluña y País Vasco, conceden poca o nula importancia a los aspectos simbólicos. Se ve una y otra vez, que no tienen el menor problema durante estos procesos de diálogo en ceder en elementos identitarios aparentemente inocuos, que sus beneficiarios, embarcados en un proyecto secesionista a largo plazo, consideran decisivos.
En este apartado hay que destacar una última coincidencia: cuando se publica la entrevista en El País, el 2 de noviembre, se estaba en plena negociación para los Presupuestos Generales del Estado, cuyo acuerdo se rubricó el 22 de noviembre, justo el momento en el que como dice el Julio Vidaurre, “el mundo patriota está encantado con estas declaraciones.
Con todos los datos sobre la mesa, dejo al lector que reflexión sobre estos indicios y juzgue si esta inoportuna declaración ha sido inoportuna o muy oportuna e interesada para los intereses a corto plazo de Pedro Sánchez y su equipo.
Y recuerden, en política las casualidades no existen.
[1] Con independencia del fragmento citado, recomendamos la visión de toda la jornada, en especial la intervención de los dos ciudadanos franceses con su denuncia del nuevo Santuario de Impunidad en Francia.
[2] Artículo en OkDiario, 11 de noviembre.
[3] Los partidos constitucionalistas del País Vasco se tendrían que preguntar como este mundo político no está monotorizado permanentemente, haciendo un estrecho seguimiento de sus planteamientos y aplicando las lecciones para luchar contra su discurso y sus campañas día a día. Porque sí lector, esto es lo que esta ocurriendo ahora. Luego nos quejaremos de que sean la segunda fuerza política con una gran diferencia de votos sobre los demás.
Mientras en el resto de España pasaba bastante desapercibida, la entrevista de José Barrionuevo en El País reconociendo su implicación en la banda terrorista GAL convulsionó el panorama político vasco con numerosas reacciones. Por un lado, el estupor por un sorprendente alegato a favor del delito que ha generado una oleada de condenas. Por el otro, el de los sicarios morales de ETA que las recibieron con un entusiasmo desbordante.
Su eco llegó a la reciente jornada que COVITE celebró el día 16 de noviembre en Pamplona. El hijo de un asesinado, Julio Vidaurre, [1] junto la condena, hacía este atinado análisis:
Las declaraciones de este señor son lamentables por el contenido, las formas y el momento.
Ha conseguido revitalizar cierto discurso que tenía del mundo patriótico vasco… el mundo patriota está encantado con estas declaraciones, porque hacen un ejercicio de equidistancia… un gran señor que fue a nivel importantísimo en el Gobierno de España, que diga estas cosas, es que les ha hecho la ola y en ciertos aspectos hemos retrocedido con estas declaraciones… la izquierda patriótica vasca sacará sus réditos y ya la verdad, no sé, en qué estaba pensando el señor Barrinuevo cuando dijo estas cosas, pero es lamentable.
Contexto y perspectiva
Como todos, recibí esta noticia con estupor y me pregunté como era tan torpe de decir esto. Como todos, inicialmente consideré que era una iniciativa particular del ex ministro para justificarse y como decía Vidaurre, en un momento particularmente malo, en un periodo preelectoral en el que los verdugos políticos sacarán réditos.
Pero los historiadores no debemos quedarnos en las primeras impresiones y debemos profundizar en otros aspectos, de forma lo más racional posible:
Primer principio. Las casualidades en política existen, pero son extremadamente raras. Rarísimas.
Segundo principio. La perspectiva. José Barrionuevo siempre ha sido un militante socialista particularmente entregado y disciplinado. Tras las elecciones de 1982, el Ministerio del Interior era el más complicado y lo asumió. Cuando era ministro, le pidieron practicar el terrorismo y, tal como ha reconocido, lo hizo. Cuando las investigaciones apuntaban a Míster X, se le dijo que tenía que comerse el marrón y disciplinadamente se lo comió sin cantar. Había que entrar en prisión y lo hizo sin más reproches que a los jueces, salvando siempre al PSOE. Cuando sale gracias a Aznar (el PP y trabajo sucio para otros, conceptos indisolublemente unidos), no dice nada. Llega Rodríguez Zapatero, empiezan las negociaciones con ETA y mientras su sucesor José Luis Corcuera brama de indignación, nuestro protagonista calla, calla y calla. Carlos Dávila[2], buen conocedor de las cloacas y el terrorismo en los ochenta y noventa, en un reciente análisis habla del “el siempre callado José Barrionuevo Peña”.
Tercer principio. El contexto. Dávila relaciona su confesión con una venganza por cómo se ignoró a los ex ministros del primer Gobierno en las celebraciones del 40 aniversario de la victoria del PSOE. Esta posibilidad la veo difícil sino imposible, porque este periodista no ha tenido en cuenta que la entrevista la concede a El País, periódico que hoy se parece poco o nada al de los ochenta y noventa.
El historiador Antonio Elorza ha desvelado cómo cuando llega a la presidencia Rodríguez Zapatero ordena en este medio una limpia de todo colaborador que no fuera de izquierda dura y radical, sustituyéndolos por ultras. Visto con perspectiva, en los últimos quince años este medio (El País) por un lado acoge cada vez más contenidos cercanos a la ultraizquierda y por otro, se ha convertido ya sin tapujos, sin matices ni contenidos críticos, en el periódico del PSOE. Los lectores vascos lo entenderán perfectamente: es el Deia del socialismo. Si quieres vengarte del ninguneo de Sánchez, ¿cómo vas a elegir al fiel y servil mamporrero del sanchismo? A estas alturas de la película ¿cómo el señor Dávila puede creer en la “independencia” de este periódico cuando éste hace lo posible, lo imposible y lo más miserable para tapar las vergüenzas del partido gubernamental?
Otro aspecto del contexto queda muy bien explicado en el vídeo de Covite: la “batalla del relato” que el mundo abertzale está librando. El 2 de octubre, el conocido intelectual ultranacionalista Fermín Muguruza, fue entrevistado en eldiario.es sobre la presentación de su película de animación Black is Beltza, basada en el cómic del mismo nombre que se desarrolla durante los años ochenta en diversos lugares del mundo, entre ellos Pamplona. El titular elegido por el medio no necesita más explicación “Un ejercicio de memoria en plena batalla por el relato”. Los pocos que buceamos en el albañal de la comunicación ultranacionalista vasca [3], palpamos día a día como están poniendo una increíble cantidad de medios en España y Francia para obtener una victoria en este campo.
Otro elemento contextual a añadir lo tenemos en el equipo dirigente de la Moncloa. No vamos a entrar en las motivaciones, escrúpulos, moral o ideario del actual titular, Pedro Sánchez, porque eso son consideraciones subjetivas difícilmente valorables y en este ámbito prescindibles. Lo que sí es un hecho objetivo es que el Presidente del Gobierno y su equipo, cuando han tenido que negociar con las fuerzas políticas ultranacionalistas de Cataluña y País Vasco, conceden poca o nula importancia a los aspectos simbólicos. Se ve una y otra vez, que no tienen el menor problema durante estos procesos de diálogo en ceder en elementos identitarios aparentemente inocuos, que sus beneficiarios, embarcados en un proyecto secesionista a largo plazo, consideran decisivos.
En este apartado hay que destacar una última coincidencia: cuando se publica la entrevista en El País, el 2 de noviembre, se estaba en plena negociación para los Presupuestos Generales del Estado, cuyo acuerdo se rubricó el 22 de noviembre, justo el momento en el que como dice el Julio Vidaurre, “el mundo patriota está encantado con estas declaraciones.
Con todos los datos sobre la mesa, dejo al lector que reflexión sobre estos indicios y juzgue si esta inoportuna declaración ha sido inoportuna o muy oportuna e interesada para los intereses a corto plazo de Pedro Sánchez y su equipo.
Y recuerden, en política las casualidades no existen.
[1] Con independencia del fragmento citado, recomendamos la visión de toda la jornada, en especial la intervención de los dos ciudadanos franceses con su denuncia del nuevo Santuario de Impunidad en Francia.
[2] Artículo en OkDiario, 11 de noviembre.
[3] Los partidos constitucionalistas del País Vasco se tendrían que preguntar como este mundo político no está monotorizado permanentemente, haciendo un estrecho seguimiento de sus planteamientos y aplicando las lecciones para luchar contra su discurso y sus campañas día a día. Porque sí lector, esto es lo que esta ocurriendo ahora. Luego nos quejaremos de que sean la segunda fuerza política con una gran diferencia de votos sobre los demás.











