Siguen sin localizarse cinco pañuelos de Balenciaga que Camio regaló a varios concejales del PNV
La Fiscalía pide ocho años de cárcel para Mariano Camio, exalcalde de Guetaria por el PNV, por posibles delitos de malversación de caudales públicos y falsedad documental
Según la Fiscalía de Guipúzcoa, Mariano Camio, exalcalde de la localidad de Guetaria por el PNV, habría cometido cuatro presuntos delitos durante la gestión “gravemente dañosa” que realizó para la sociedad y la fundación encargadas de la puesta en marcha del proyecto del Museo Balenciaga. Consecuentemente, la Fiscalía solicita ocho años de cárcel para Camio y pide, además, cuatro años de prisión para el arquitecto cubano Julián Argilagos, que mantuvo una "relación sentimental" con Camio y que se hizo cargo del proyecto, aunque no tenía convalidado su título en España. Para un tercer acusado, Rolando Paciel, otro arquitecto cubano que asumió las obras del museo mientras Argilagos residía en Miami, reclama una multa de cuatro meses.
El Museo Balenciaga se inauguró en junio de 2011 cuando el caso ya estaba en los juzgados.
El Fiscal considera que Camio pretendió enriquecer a Argilagos durante el tiempo en que "gozó de las más amplias facultades de gestión, administración y disposición de posibles" en la Fundación Balenciaga, constituida en 1999, y en la sociedad Berroeta Aldamar, creada en 2005. La Fiscalía considera también que el exalcalde del PNV se excedió en sus facultades y, "con pleno conocimiento de quebranto patrimonial, llevó a cabo una gestión gravemente dañosa (para las entidades que administraba), actuando en consecuencia contra los intereses económicos de las mismas". Concretamente, el Ministerio Fiscal imputa a Camio un delito continuado de administración desleal, otro societario y, además, dos delitos de falsedad en documento mercantil y de malversación de caudales públicos.
El fiscal explica que Camio "potenció sobremanera" la presencia de Argilagos en el proyecto y detalla que, a pesar de que el Patronato de la Fundación había establecido que quedara fuera de la dirección, le atribuyó funciones directivas y de ejecución. En este sentido, Camio firmó un contrato con Argilagos que contenía "cláusulas no habituales", según el cual los honorarios del arquitecto se incrementarían sobre lo acordado si aumentaba el presupuesto, de forma que un proyecto que no debía superar los 800 millones de pesetas (4,8 millones de euros) llegó a los 15 millones de euros. La cifra correspondiente para el arquitecto cubano llegó a 1.126.830 euros.
"La cláusula resultó a la postre contraria y dañina para los intereses económicos de la Fundación (...) no sólo pactaron un presupuesto superior al coste acordado, sino que además actuaron con intención defraudadora y de quebranto económico social (...) máxime si tenemos en cuenta que ambos fueron artífices del aumento", destaca la Fiscalía.
Además de todo esto, el acuerdo permitía a Argilagos residir en Miami sin que disminuyeran sus "derechos retributivos", lo que conllevó la contratación de Rolando Paciel, cuya titulación tampoco estaba reconocida en España y a quien pagaba la sociedad Berroeta Aldama cuando debía haberlo hecho el propio Argilagos, añade el fiscal.
El Ministerio Público añade que Camio también se sirvió de sus poderes "para obtener un lucro ilícito personal", en el que incluye viajes, reparaciones de su vehículo privado y combustible.
La Fiscalía también recuerda que está acreditado que de manera fehaciente que Mariano Camio regaló seis pañuelos pertenecientes a la Colección Balenciaga a los ex concejales peneuvistas del Ayuntamiento de Guetaria, José Luis Azcue, Martín Udabe, Iñaki Txueka y Juana Basurto para compensarles, según sus propias palabras, “por una dura legislatura municipal en el Ayuntamiento”.
Las personas que recibieron tan preciados obsequios reconocieron a la Ertzaintza que Camio fue el autor de los regalos. Miren Lore Basurto (viuda de Martín Udabe) explicó que “fue por la dedicación y por las horas que pasaban fuera de sus casas”. Juana Basurto dijo no saber que las prendas eran de Balenciaga. Iñaki Txueka, que fue diputado del PNV en Madrid, fue el único que pidió explicaciones a Camio al saber que el pañuelo formaba parte de los fondos de la fundación. Posteriormente, lo devolvió. Hasta el momento, no hay noticias sobre en qué armarios se encuentran ahora el resto de los pañuelos de Balenciaga “regalados” por Camio a sus compañeros del PNV.
Según la Fiscalía de Guipúzcoa, Mariano Camio, exalcalde de la localidad de Guetaria por el PNV, habría cometido cuatro presuntos delitos durante la gestión “gravemente dañosa” que realizó para la sociedad y la fundación encargadas de la puesta en marcha del proyecto del Museo Balenciaga. Consecuentemente, la Fiscalía solicita ocho años de cárcel para Camio y pide, además, cuatro años de prisión para el arquitecto cubano Julián Argilagos, que mantuvo una "relación sentimental" con Camio y que se hizo cargo del proyecto, aunque no tenía convalidado su título en España. Para un tercer acusado, Rolando Paciel, otro arquitecto cubano que asumió las obras del museo mientras Argilagos residía en Miami, reclama una multa de cuatro meses.
El Museo Balenciaga se inauguró en junio de 2011 cuando el caso ya estaba en los juzgados.
El Fiscal considera que Camio pretendió enriquecer a Argilagos durante el tiempo en que "gozó de las más amplias facultades de gestión, administración y disposición de posibles" en la Fundación Balenciaga, constituida en 1999, y en la sociedad Berroeta Aldamar, creada en 2005. La Fiscalía considera también que el exalcalde del PNV se excedió en sus facultades y, "con pleno conocimiento de quebranto patrimonial, llevó a cabo una gestión gravemente dañosa (para las entidades que administraba), actuando en consecuencia contra los intereses económicos de las mismas". Concretamente, el Ministerio Fiscal imputa a Camio un delito continuado de administración desleal, otro societario y, además, dos delitos de falsedad en documento mercantil y de malversación de caudales públicos.
El fiscal explica que Camio "potenció sobremanera" la presencia de Argilagos en el proyecto y detalla que, a pesar de que el Patronato de la Fundación había establecido que quedara fuera de la dirección, le atribuyó funciones directivas y de ejecución. En este sentido, Camio firmó un contrato con Argilagos que contenía "cláusulas no habituales", según el cual los honorarios del arquitecto se incrementarían sobre lo acordado si aumentaba el presupuesto, de forma que un proyecto que no debía superar los 800 millones de pesetas (4,8 millones de euros) llegó a los 15 millones de euros. La cifra correspondiente para el arquitecto cubano llegó a 1.126.830 euros.
"La cláusula resultó a la postre contraria y dañina para los intereses económicos de la Fundación (...) no sólo pactaron un presupuesto superior al coste acordado, sino que además actuaron con intención defraudadora y de quebranto económico social (...) máxime si tenemos en cuenta que ambos fueron artífices del aumento", destaca la Fiscalía.
Además de todo esto, el acuerdo permitía a Argilagos residir en Miami sin que disminuyeran sus "derechos retributivos", lo que conllevó la contratación de Rolando Paciel, cuya titulación tampoco estaba reconocida en España y a quien pagaba la sociedad Berroeta Aldama cuando debía haberlo hecho el propio Argilagos, añade el fiscal.
El Ministerio Público añade que Camio también se sirvió de sus poderes "para obtener un lucro ilícito personal", en el que incluye viajes, reparaciones de su vehículo privado y combustible.
La Fiscalía también recuerda que está acreditado que de manera fehaciente que Mariano Camio regaló seis pañuelos pertenecientes a la Colección Balenciaga a los ex concejales peneuvistas del Ayuntamiento de Guetaria, José Luis Azcue, Martín Udabe, Iñaki Txueka y Juana Basurto para compensarles, según sus propias palabras, “por una dura legislatura municipal en el Ayuntamiento”.
Las personas que recibieron tan preciados obsequios reconocieron a la Ertzaintza que Camio fue el autor de los regalos. Miren Lore Basurto (viuda de Martín Udabe) explicó que “fue por la dedicación y por las horas que pasaban fuera de sus casas”. Juana Basurto dijo no saber que las prendas eran de Balenciaga. Iñaki Txueka, que fue diputado del PNV en Madrid, fue el único que pidió explicaciones a Camio al saber que el pañuelo formaba parte de los fondos de la fundación. Posteriormente, lo devolvió. Hasta el momento, no hay noticias sobre en qué armarios se encuentran ahora el resto de los pañuelos de Balenciaga “regalados” por Camio a sus compañeros del PNV.