Según varios diputados y senadores
Los servicios secretos brasileños habrían alertado al gobierno de Lula da Silva sobre posibles actos violentos
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Los servicios secretos brasileños habría alertado al gobierno de extrema-izquierda de Lula da Silva sobre un posible ataque contra varios edificios públicos un día antes de que se produjeran los disturbios en la Plaza de los Tres Poderes el pasado 8 de enero de 2023. Concretamente, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública fue alertado el 7 de enero por la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) sobre un posible ataque a los edificios gubernamentales, según ha denunciado el senador Marcos do Val.
“Según la ANTT [Agencia Nacional de Transporte Terrestre], hubo un aumento en el número de fletes de autobuses hacia Brasilia para este fin de semana. Hay un total de 105 autobuses, con cerca de 3.900 pasajeros”, decía el documento emitido por la ABIN el 7 de enero, según el medio local Folha de S. Paulo. “Existen llamados a acciones violentas y tentativas de ocupación de edificios públicos, principalmente en la Explanada de los Ministerios”, añade.
Según informa The Epoch Times, el senador Do Val, miembro titular de la Comisión Mixta de Control de las Actividades de Inteligencia del Congreso, envió un oficio el lunes dirigido al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, solicitando explicaciones sobre su papel ante dichas advertencias. Do Val también preguntó al ministro cuáles fueron las acciones que llevaron a cabo tanto el Ministerio de Justicia como Defensa, y la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal para “prevenir y contener las mencionadas ‘acciones violentas e intentos de ocupación de edificios públicos’”.
Del mismo modo, el diputado federal, Gral. Girão Monteiro, también envió un oficio dirigido al ministro Dino exigiendo aclaraciones y respuestas “sobre estas ‘alertas’ recibidas anteriormente”. “¿Quiere decir que el Ministro Dino sabía lo que podía pasar? ¿Avisó a su presidente? ¿Y ambos no hicieron nada? ¿Qué medidas se adoptaron?. ¿Qué órganos se activaron para tratar de impedir las acciones?”, ha preguntado.
Girão fue más allá y cuestionó las acciones que se emplearon para lograr identificar a las 1.200 personas que actualmente se encuentran detenidas “en un polideportivo en condiciones infrahumanas y qué artículos del [Código Penal] se les imputan”. En medio de estos cuestionamientos por la inacción del gobierno de Lula, algunos han planteando que esta sería una estrategia para posteriormente acusar a manifestantes bolsonaristas y perseguirlos.
El eurodiputado español Hermann Tertsch dijo que la pasividad de Lula “solo pudo ser interesada”. “Se multiplican los indicios de que el gobierno de Lula estaba informado de que el domingo unos grupos anti Lula iban a generar incidentes. Y que permitieron que se generarán las imágenes que necesitaban para justificar la represión. Hubo pasividad y elementos provocadores”, escribió en Twitter.
Los servicios secretos brasileños habría alertado al gobierno de extrema-izquierda de Lula da Silva sobre un posible ataque contra varios edificios públicos un día antes de que se produjeran los disturbios en la Plaza de los Tres Poderes el pasado 8 de enero de 2023. Concretamente, el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública fue alertado el 7 de enero por la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) sobre un posible ataque a los edificios gubernamentales, según ha denunciado el senador Marcos do Val.
“Según la ANTT [Agencia Nacional de Transporte Terrestre], hubo un aumento en el número de fletes de autobuses hacia Brasilia para este fin de semana. Hay un total de 105 autobuses, con cerca de 3.900 pasajeros”, decía el documento emitido por la ABIN el 7 de enero, según el medio local Folha de S. Paulo. “Existen llamados a acciones violentas y tentativas de ocupación de edificios públicos, principalmente en la Explanada de los Ministerios”, añade.
Según informa The Epoch Times, el senador Do Val, miembro titular de la Comisión Mixta de Control de las Actividades de Inteligencia del Congreso, envió un oficio el lunes dirigido al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, solicitando explicaciones sobre su papel ante dichas advertencias. Do Val también preguntó al ministro cuáles fueron las acciones que llevaron a cabo tanto el Ministerio de Justicia como Defensa, y la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal para “prevenir y contener las mencionadas ‘acciones violentas e intentos de ocupación de edificios públicos’”.
Del mismo modo, el diputado federal, Gral. Girão Monteiro, también envió un oficio dirigido al ministro Dino exigiendo aclaraciones y respuestas “sobre estas ‘alertas’ recibidas anteriormente”. “¿Quiere decir que el Ministro Dino sabía lo que podía pasar? ¿Avisó a su presidente? ¿Y ambos no hicieron nada? ¿Qué medidas se adoptaron?. ¿Qué órganos se activaron para tratar de impedir las acciones?”, ha preguntado.
Girão fue más allá y cuestionó las acciones que se emplearon para lograr identificar a las 1.200 personas que actualmente se encuentran detenidas “en un polideportivo en condiciones infrahumanas y qué artículos del [Código Penal] se les imputan”. En medio de estos cuestionamientos por la inacción del gobierno de Lula, algunos han planteando que esta sería una estrategia para posteriormente acusar a manifestantes bolsonaristas y perseguirlos.
El eurodiputado español Hermann Tertsch dijo que la pasividad de Lula “solo pudo ser interesada”. “Se multiplican los indicios de que el gobierno de Lula estaba informado de que el domingo unos grupos anti Lula iban a generar incidentes. Y que permitieron que se generarán las imágenes que necesitaban para justificar la represión. Hubo pasividad y elementos provocadores”, escribió en Twitter.