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Pedro Chacón
Sábado, 14 de Enero de 2023 Tiempo de lectura:

Los dos padres Lojendio

[Img #23541]En la página web del Ayuntamiento de Bilbao hay un apartado referido al callejero de la villa, donde se nos explica por qué una calle se llama como se llama. En cuanto a la denominada Padre Lojendio se nos dice lo siguiente: “El Reverendo Padre Juan Lojendio Garín, de la Compañía de Jesús, nació en San Sebastián en 1877 y falleció el 10 de enero de 1964. Con su muerte, acaba un destacado capítulo de la historia de la Villa, que comenzó en 1922, cuando fue destinado a la misma por sus superiores. Primero en la Universidad de Deusto, luego en el Centro San Luis y, por último, en la Residencia de los Padres Jesuitas, donde ejerció su ministerio ejemplar, imprimiendo un sello especial de forma de ser, de pensar y de actuar, cuando menos en dos generaciones”.

 

Cualquiera que no se tome la molestia de dirigirse al citado callejero digital podría suponer, no obstante, y perfectamente también, que el Padre Lojendio de la placa es en realidad el sobrino del titular de la calle y que también se apellidaba así, solo que, en lugar de Garín de segundo, en este caso sería Irure. Hablamos de Luis María Lojendio Irure, benedictino nacido en San Sebastián en 1907 y fallecido en el Monasterio de Leire (Navarra) en 1987. Por lo tanto, tendríamos dos Padres Lojendio, en lugar de uno, y nadie sabría a cuál de los dos se refiere la placa que nombra esa corta calle del centro de Bilbao, que va de Hurtado de Amézaga y Alameda de Urquijo, puesto que la placa no nos da su segundo apellido. Lo único que justifica al primer Padre Lojendio sobre el segundo es, lógicamente, la vinculación a Bilbao del primero, que en el caso de su sobrino no se dio, que sepamos, o al menos no de una manera tan intensa. Pero para eso habría que saber al detalle las vidas de ambos, algo en lo que la inmensa mayoría de los bilbaínos, como podemos suponer, no ha reparado en absoluto.

 

Todo empezó con el matrimonio formado por Juan Pablo Lojendio Estensoro, natural de Gaviria, y María Dolores Garín Elósegui, natural de Tolosa, ambos en Guipúzcoa, que se casaron en 1864 y tuvieron seis hijos, a saber: Sergio, Luisa, Indalecia, Reverenda Madre María de la Visitación (de la Compañía de María), Reverendo Padre Juan (de la Compañía de Jesús), el de la calle de Bilbao, y Julián Lojendio Garín, progenitor a su vez de quien llegaría a ser también Padre benedictino Luis María Lojendio Irure.

 

Por la fecha en que nació, se deduce que el primer Padre Lojendio, Juan Lojendio Garín (S.J.), llegó con 55 años a Bilbao y que, a partir del final de la Guerra Civil, que para la capital vizcaína fue el 19 de junio de 1937, con la entrada de la V Brigada de Navarra que puso la bandera rojigualda en el balcón del Ayuntamiento, vivió bajo el régimen franquista durante los 27 años que le quedaron de vida hasta fallecer (no se especifica, pero se supone que en Bilbao) en 1964.

 

El primer Padre Lojendio, que en teoría es el que da nombre a la calle de Bilbao, tiene publicado, entre otros, un libro titulado Historia de España, que es un libro de texto para sus alumnos del Colegio de Estudios Superiores de Deusto, donde ejercía como profesor de la asignatura. Su fecha de aparición es 1914 y en sus consideraciones iniciales se hace constar que “es altamente digno de estudio en el desarrollo de la historia nacional la beneficiosa y civilizadora influencia que ha ejercido en España el influjo del sentimiento religioso, alma de todos los grandes hechos de que con razón se enorgullecen los españoles”. Asímismo, un poco más adelante, cuando se explican las etapas de la historia de España, al llegar a la época contemporánea se dice: “La edad contemporánea está caracterizada principalmente por el establecimiento en España de un nuevo y funesto régimen político bajo el sistema constitucional y por los golpes demoledores asestados contra la religión católica y las tradiciones netamente españolas, causando entre otros males la división de ánimos entre los españoles, causa y origen de su actual estado lastimoso.”

 

El segundo Padre Lojendio, Luis María Lojendio Irure, es descrito como un fervoroso católico y franquista, jefe de la Oficina de Información Diplomática (OID) bajo el ministerio de Alberto Martín Artajo desde 1946. En 1960 ingresó en la orden benedictina y desde 1968 fue nombrado Abad del Monasterio del Valle de los Caídos, que es por lo que se le conoce, sobre todo, sustituyendo al anterior Abad, Fray Justo Pérez de Urbel. El Padre Lojendio permaneció en el cargo hasta 1979. Fue, por lo tanto, durante once años, la máxima autoridad eclesiástica del lugar donde estaban enterrados tanto el general Francisco Franco como José Antonio Primo de Rivera. De hecho, fue este padre Lojendio el que ofició los funerales por la muerte de Francisco Franco, con la presencia de los ya Reyes de España Juan Carlos I y Sofía un 20 de diciembre de 1975, al mes de fallecido el anterior Jefe del Estado. Así lo recordaban las crónicas: “Ya en el atrio de la basílica, el abad del monasterio benedictino, padre Luis Maria de Lojendio, dio a besar a Sus Majestades el «lignum Crucis», lo que hicieron de rodillas. Seguidamente, y bajo palio, los Reyes entraron en el templo, precedidos de la Escolanía del Monasterio, que interpretaba motivos religiosos. (…) Después de unos breves minutos de oración, comenzó la ceremonia religiosa, que fue oficiada por el padre Lojendio.” Recordemos que Francisco Franco, Jefe del Estado español entre 1939 y 1975, fue exhumado del Valle de los Caídos por el actual gobierno de Pedro Sánchez el 24 de octubre de 2019 y trasladado al panteón del cementerio de Mingorrubio en El Pardo (Madrid), en cumplimiento de las previsiones de la Ley de Memoria Histórica, que ha sido sustituida recientemente por la llamada Ley de Memoria Democrática.

 

El Padre Luis María Lojendio Irure fue el segundo de siete hermanos, todos nacidos en San Sebastián, del matrimonio formado por Julián Lojendio Garín y María Irure Olascoaga, a saber: Juan Pablo (1906- Madrid, 1973), Luis María (1907- Leire, Navarra, 1987), Miguel María (1908- Madrid, 1977), José María (1910-1979), Ignacio María (1914- Sevilla, 2002), Julián María y María Dolores. De estos dos últimos no tenemos datos, pero de los anteriores sí. Conviene destacar que, aparte de Luis María, tenemos que Juan Pablo y Miguel María fueron diplomáticos, mientras que José María llegó a ser presidente de Euskaltzaindia e Ignacio María fue constitucionalista e historiador de las ideas políticas. Haremos un repaso de estos últimos, que nos dan la medida de la altura de miras de todos los miembros de esta familia.

 

Antes diremos que el apellido Lojendio era en principio Lujambio y que en la persona de José Ramón Lojendio se castellanizó en Lojendio, según dice en su tesis sobre Luis María Lojendio Irure su sobrino Juan Bosco Lojendio Osborne (p. 15). No nos da explicaciones de cómo se llegó a Lojendio desde Lujambio. El apellido Lojendio solo lo portan en España 38 personas de primer apellido y 46 de segundo y es de suponer, por tanto, que sean todos los descendientes de José Ramón Lojendio, de Hernani, y Luisa Estensoro, de Olaverría, padres de Juan Pablo Lojendio Estensoro, padre a su vez de Juan Lojendio Garín, el primer Padre Lojendio, y de Julián Lojendio Garín, que fue padre a su vez de Luis María Lojendio Irure, el segundo Padre Lojendio. Todos ellos viven, por este orden, en Sevilla, Santa Cruz de Tenerife y Madrid. Aunque es posible que otros vivan en otras provincias porque, como ya sabemos, el INE no nos da las ubicaciones cuando no superan los 4 residentes por provincia. El apellido Lujambio, por su parte, tiene más de 200 portadores, la mayoría en Guipúzcoa, pero también los hay, por este orden, en Navarra, Vizcaya, Álava y Madrid. Lujanbio, que es la grafía eusquérica de Lujambio, tiene unos 40 portadores, la mayoría en Guipúzcoa y algunos en Navarra.

 

Juan Pablo Lojendio Irure se presentó como candidato de la CEDA por la provincia de Guipúzcoa en las elecciones de febrero de 1936 y fue el candidato más votado. Pero al tener que ir a segunda vuelta por no haber conseguido el porcentaje suficiente, no se volvió a presentar y fueron elegidos un candidato nacionalista y dos del Frente Popular. Las razones por las que no se presentó a la segunda vuelta no las conocemos de momento. Fue embajador durante el régimen franquista en las siguientes plazas, por orden cronológico: Cuba, Suiza, Italia y Santa Sede. Estando de embajador en Cuba protagonizó un incidente diplomático conocido como el “incidente Lojendio”, al interrumpir una emisión de televisión en directo en la que estaba presente el propio Fidel Castro para desmentir unas afirmaciones suyas en las que acusaba a la embajada española en Cuba de estar ejerciendo actividades contrarrevolucionarias. Fue expulsado de inmediato del país.

 

Miguel María Lojendio Irure se sumó al alzamiento nacional durante su paso por la Dirección General de Marruecos y colonias. Fue, durante el régimen franquista, embajador de España en Egipto, Chile, Austria y Francia, por este orden. Y recibió, igual que Juan Pablo, cuatro medallas al mérito durante el régimen de Franco, además de ser nombrado oficial de la Legión de Honor francesa.

 

En cuanto a Ignacio María Lojendio Irure, hablamos de un prestigioso profesor de Derecho Político en la Universidad de Sevilla, donde ejerció desde 1942, tras ganar unas oposiciones contra pronóstico. Durante los años cincuenta y sesenta se dedicó a la empresa privada. Luego volvió a la docencia y a la investigación y a él le debemos un par de artículos enjundiosos sobre nuestra Constitución de 1978 y su aplicación al País Vasco.

 

Y por lo que respecta a José María Lojendio Irure, estudió derecho en Madrid y París, fue presidente del Tribunal Tutelar de Menores y en su vertiente de importante orador en euskera, llegó a ser el tercer presidente de la Real Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia), ocupando el cargo entre 1963 y 1966.

 

En resumidas cuentas, que la calle Padre Lojendio, que se refiere al jesuita Juan Lojendio, en realidad se podría referir igualmente al benedictino Luis María Lojendio, Abad del Valle de los Caídos y oficiante del funeral de Francisco Franco en 1975. Por ideología serían perfectamente intercambiables. A los de la memoria histórica, que han depurado los nombres de todas las calles de Bilbao referidos a personajes que recordaran, aunque fuera remotamente, o hicieran alguna mínima alusión, al régimen franquista, se les ha escapado este. Y como no ponen nada en la placa, en cuanto a la identidad del personaje, ni tampoco su segundo apellido, podemos pensar que es cualquiera de los dos padres Lojendio que acabamos de ver. Esperemos que no lean este texto y les dé por tomar medidas.

 

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