El espacio de la judicatura
Es como esa costumbre fruto de una falta de rigor propia en tertulianos para foros más o menos eruditos. No debe confundirse Iglesia con sus Ministros. Pues en el caso que nos ocupa parto de la misma premisa. No debe confundirse justicia con Judicatura.
Conviene dejar claro que muchos ciudadanos creen que son los jueces quienes hacen las leyes. Cuando son las Cámaras parlamentarias a quien corresponde tal función. Y que es precisamente este espacio el que a diferencia del Ejecutivo y Judicial deriva directamente de la elección popular, si bien a través de la partitocracia.
La primera cuestión que se presta a debate. ¿ Es independiente el poder judicial o está de alguna forma subordinado a los otros?. Salvando las conductas personales, sí, estimamos que hay al menos la tentación por parte del poder ejecutivo de controlar al poder judicial. Lo hemos podido comprobar en los últimos tiempos más que nada por la intromisión de la política en todos los demás espacios de la vida civil y de la justicia.
Tanto el Ejecutivo como el Legislativo son poderes temporales. Se someten cada cuatro años al veredicto del pueblo soberano y a la excelencia de la alternancia. El poder judicial, al menos en cuanto a fiscales y jueces, una vez alcanzada la condición por oposición, ejercen hasta la jubilación o retirada por motivos personales. Y así se dan casos absolutamente estrambóticos de abuso o exotismo para sentencias que luego pueden y deben corregir la instancia superior, pero a costa de tiempo y recursos que no siempre están en la edad y el bolsillo de los afectados.
Supongo que las prácticas en la Escuela Judicial comprenderán numerosas y útiles materias para el uso en los juzgados. Pero hay algo que echo de menos. Estar varias jornadas en un coche patrulla de la policía cuando estos agentes se las ven con "sujetos enchulados" a los que hay que reducir en inferioridad de número y se hace preciso valor con cierto grado de actuación eficaz persuasiva. Lo que algunos taimados protectores del delincuente tachan de inmediato como "brutalidad policial".
Tampoco soy partidario de la elección entre los jueces para los órganos de la cúpula en el poder judicial. Es tanto como facilitar la endogamia en una profesión que vive muchas veces aislada de la realidad social con una tendencia a ocupar púlpitos ante los que el usuario de la justicia se siente pequeño y asustado, amén de insuficiente para pagar sus altos costos, que también contribuyen junto con las esperas a la desigualdad del administrado frente a la administración de justicia.
Como en todos los casos se hace imprescindible impedir las denominadas puertas giratorias. Tiene que transcurrir tiempo suficiente entre el cargo de naturaleza política y el regreso a determinados puestos dónde la designación pública o privada colocan al sujeto en posición privilegiada con capacidad para tomar decisiones que afectan a muchas personas.
Dicho lo que antecede debemos exigir análisis científico -que no político- del fenómeno indeseable de la violencia de género y el fracaso en las medidas para su prevención. Se hace indispensable, como en cualquier otra enfermedad social, de equipos multidisciplinares con expertos en la materia y ausencia de la política chusquera.
Discuten la forma de castigar ejemplarmente al asesino de mujeres. Lo basan todo en lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Pero discrepo de la metodología. El núcleo de la enfermedad está en el comportamiento violento, su extensión por la sociedad, la permanencia en la vida habitual, el fracaso de la educación y lo que acontece en la intimidad de muchos hogares. Además no se trata de un problema subcultural propio de nuestro país. Se da en todo el mundo y convive con el desarrollo tecnológico y las mejores condiciones en la calidad para la vida.
Me temo que cada vez es más evidente el efecto llamada que en los psicópatas provoca la información televisiva de los nuevos y reiterados episodios de violencia machista.
Necesitamos revisar las pautas que se emplean para el tratamiento en las raíces más profundas del comportamiento humano, ese que comienza en el hogar, la escuela, el barrio, la universidad y tiene mucho que ver con la publicidad subliminal de los programas con mayor consumo televisivo.
Hasta el momento, 179 asesinos han visto reducidas sus penas de privación de libertad gracias a la chapuza de una tal Irene Jolines Montero. La Fiscal del Estado intenta deshacer las consecuencias señalando a sus colegas de profesión para que interpreten la Ley al más puro estilo podemita.
Además, los delincuentes catalanes que trataron de dar un golpe de Estado también se benefician de los cambios legislativos, a no ser que los jueces interpreten la Ley con criterio de gravedad por lo que hicieron, no se arrepintieron y están dispuestos a volver a intentar.
Muchos esperamos que haya Sardanas y Castellets en las fiestas patronales del Condado que no nación, para dar la bienvenida a sus héroes exiliados de platino por emprender una revuelta que pudo terminar como aquella de 1934.
Algunos/as actúan como señaló Don Antonio Machado. "Todo lo que se ignora se desprecia". "Todo necio confunde valor y precio". "Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien".
Es como esa costumbre fruto de una falta de rigor propia en tertulianos para foros más o menos eruditos. No debe confundirse Iglesia con sus Ministros. Pues en el caso que nos ocupa parto de la misma premisa. No debe confundirse justicia con Judicatura.
Conviene dejar claro que muchos ciudadanos creen que son los jueces quienes hacen las leyes. Cuando son las Cámaras parlamentarias a quien corresponde tal función. Y que es precisamente este espacio el que a diferencia del Ejecutivo y Judicial deriva directamente de la elección popular, si bien a través de la partitocracia.
La primera cuestión que se presta a debate. ¿ Es independiente el poder judicial o está de alguna forma subordinado a los otros?. Salvando las conductas personales, sí, estimamos que hay al menos la tentación por parte del poder ejecutivo de controlar al poder judicial. Lo hemos podido comprobar en los últimos tiempos más que nada por la intromisión de la política en todos los demás espacios de la vida civil y de la justicia.
Tanto el Ejecutivo como el Legislativo son poderes temporales. Se someten cada cuatro años al veredicto del pueblo soberano y a la excelencia de la alternancia. El poder judicial, al menos en cuanto a fiscales y jueces, una vez alcanzada la condición por oposición, ejercen hasta la jubilación o retirada por motivos personales. Y así se dan casos absolutamente estrambóticos de abuso o exotismo para sentencias que luego pueden y deben corregir la instancia superior, pero a costa de tiempo y recursos que no siempre están en la edad y el bolsillo de los afectados.
Supongo que las prácticas en la Escuela Judicial comprenderán numerosas y útiles materias para el uso en los juzgados. Pero hay algo que echo de menos. Estar varias jornadas en un coche patrulla de la policía cuando estos agentes se las ven con "sujetos enchulados" a los que hay que reducir en inferioridad de número y se hace preciso valor con cierto grado de actuación eficaz persuasiva. Lo que algunos taimados protectores del delincuente tachan de inmediato como "brutalidad policial".
Tampoco soy partidario de la elección entre los jueces para los órganos de la cúpula en el poder judicial. Es tanto como facilitar la endogamia en una profesión que vive muchas veces aislada de la realidad social con una tendencia a ocupar púlpitos ante los que el usuario de la justicia se siente pequeño y asustado, amén de insuficiente para pagar sus altos costos, que también contribuyen junto con las esperas a la desigualdad del administrado frente a la administración de justicia.
Como en todos los casos se hace imprescindible impedir las denominadas puertas giratorias. Tiene que transcurrir tiempo suficiente entre el cargo de naturaleza política y el regreso a determinados puestos dónde la designación pública o privada colocan al sujeto en posición privilegiada con capacidad para tomar decisiones que afectan a muchas personas.
Dicho lo que antecede debemos exigir análisis científico -que no político- del fenómeno indeseable de la violencia de género y el fracaso en las medidas para su prevención. Se hace indispensable, como en cualquier otra enfermedad social, de equipos multidisciplinares con expertos en la materia y ausencia de la política chusquera.
Discuten la forma de castigar ejemplarmente al asesino de mujeres. Lo basan todo en lograr la igualdad entre hombres y mujeres. Pero discrepo de la metodología. El núcleo de la enfermedad está en el comportamiento violento, su extensión por la sociedad, la permanencia en la vida habitual, el fracaso de la educación y lo que acontece en la intimidad de muchos hogares. Además no se trata de un problema subcultural propio de nuestro país. Se da en todo el mundo y convive con el desarrollo tecnológico y las mejores condiciones en la calidad para la vida.
Me temo que cada vez es más evidente el efecto llamada que en los psicópatas provoca la información televisiva de los nuevos y reiterados episodios de violencia machista.
Necesitamos revisar las pautas que se emplean para el tratamiento en las raíces más profundas del comportamiento humano, ese que comienza en el hogar, la escuela, el barrio, la universidad y tiene mucho que ver con la publicidad subliminal de los programas con mayor consumo televisivo.
Hasta el momento, 179 asesinos han visto reducidas sus penas de privación de libertad gracias a la chapuza de una tal Irene Jolines Montero. La Fiscal del Estado intenta deshacer las consecuencias señalando a sus colegas de profesión para que interpreten la Ley al más puro estilo podemita.
Además, los delincuentes catalanes que trataron de dar un golpe de Estado también se benefician de los cambios legislativos, a no ser que los jueces interpreten la Ley con criterio de gravedad por lo que hicieron, no se arrepintieron y están dispuestos a volver a intentar.
Muchos esperamos que haya Sardanas y Castellets en las fiestas patronales del Condado que no nación, para dar la bienvenida a sus héroes exiliados de platino por emprender una revuelta que pudo terminar como aquella de 1934.
Algunos/as actúan como señaló Don Antonio Machado. "Todo lo que se ignora se desprecia". "Todo necio confunde valor y precio". "Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto, sino voluntad de bien".