Boguemos... boguemos
![[Img #23553]](https://latribunadelpaisvasco.com/upload/images/01_2023/5127_img_20230115_230340.jpg)
Este artículo político fue escrito en una primera versión en la Revista Euzkadi de abril de 1915, firmado por Baserri. Aunque eran otras circunstancias y otros los actores, pese a que han pasado 108 años, sigue teniendo plena vigencia, cambiando unas pocas palabras y nombres, porque la demagogia es siempre igual: cuando llegan unas elecciones y una crisis, nos promete regar a los electores de subvenciones y sueldos a cambio de nada y “asaltar el cielo” (lo mismo que entonces acabaron asaltando el Palacio de Invierno). En el mundo de la izquierda radical siempre aparecen Scylla y Caribdis, llevando al país al naufragio si consiguieran sus propósitos. Y hay que tener cuidado con ellas, porque a veces ganan, como sucedió en el País Vasco en 2016. Por eso creo que hay que repetir lo que acertadamente se escribió entonces contra los demagogos, (demagogas ahora).
“Los ciudadanos progresistas conscientes debemos despreciar a nuestros antecesores. Ellos representan la vieja libertad; pero el presente es nuestra gloria, porque nosotros no tenemos necesidad de fundar la esperanza en nuestro propio esfuerzo”.
“Contamos en el País Vasco y España, ¡oh felicidad! con multitud de protectoras desinteresadas y justas. Irene nos cobija, Yolanda acude solícita a consolarnos en nuestras tribulaciones. A ellas nos abandonamos sin resistencia porque sus consejos se informan en la equidad. La virtud y la justicia, nuevas ninfas Egerias, les dictan y las guían”.
“Apenas han cometido una nueva barrabasada con nosotros, claman en nombre de la libertad ultrajada. Ellas nos hablan de reivindicaciones próximas y en su égida confiamos los ciudadanos; ellas nos muestran el camino de la gloria y seguimos humildes sus huellas; ellas ¡oh dicha inmensa!, nos evitan el horrible trabajo de pensar; los electores de izquierda radical no pensamos ya por cuenta propia, ¿para qué? Vivimos por la inteligencia de Irene, vivimos por el corazón de Yolanda”.
“Si a una nueva idea resiste nuestro espíritu, el prisma de Irene nos la descompone en rayos de colores y los aceptamos todos; si una nueva costumbre repugna a nuestra naturaleza el tamiz de Yolanda nos la presenta admisible. Irene es Scylla, Yolanda es Caribdis; nosotros bogamos, bogamos de Scylla a Caribdis”.
“Choca nuestro espíritu con Irene y cede; al contacto de Yolanda nuestras energías se disipan; Irene nos ha amansado, Yolanda nos habitúa a sus proyectos. Irene es nuestra norma, Yolanda nuestro modelo. Somos hechos a su imagen y semejanza. ¡Oh felicidad!; su origen es nuestro origen, su desarrollo nuestro desarrollo, su voz es nuestra voz, su voluntad es nuestro deseo”.
“La libertad de los antiguos es una ficción vieja matizada de maravillas ilusorias por la imaginación de los soberbios; nosotros nos hemos comprometido a no tener ideas. ¿Diríase que nuestra alma sé ha disminuido?, ¡no! La mansedumbre es incorruptible en nuestro progresismo.”
“Si el presente venturoso no nos cuesta una hora de nuestro sueño, ni un adarme de nuestros placeres, ¿qué nos importa del futuro? Irene es Scylla, Yolanda es Caribdis; nosotros bogamos, bogamos de Scylla a Caribdis”.
“Ellas nos han proporcionado la cultura y sus ideas y nosotros nos felicitamos mutuamente. Nada lo hemos adquirido, todo lo hemos recibido de sus manos. Somos flexibles y nos hemos inclinado a ellas; si pensáramos se entristecerían nuestras alegrías”.
“Somos los ciudadanos de bien de la generación del progreso. Nosotros lo ignoramos todo, nosotros lo tememos todo. Irene nos habla de la sociedad patriarcal y derrama subvenciones sobre nosotros, Yolanda nos promete llenar de rosas nuestro futuro. Y nosotros amamos la sociedad y el futuro de ellas. La sociedad de Irene y el futuro de Yolanda.”
“Irene es Scylla, Yolanda es Caribdis: nosotros bogamos, bogamos de Scylla a Caribdis”.
(*) Arturo Aldecoa Ruiz. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999 – 2019
Este artículo político fue escrito en una primera versión en la Revista Euzkadi de abril de 1915, firmado por Baserri. Aunque eran otras circunstancias y otros los actores, pese a que han pasado 108 años, sigue teniendo plena vigencia, cambiando unas pocas palabras y nombres, porque la demagogia es siempre igual: cuando llegan unas elecciones y una crisis, nos promete regar a los electores de subvenciones y sueldos a cambio de nada y “asaltar el cielo” (lo mismo que entonces acabaron asaltando el Palacio de Invierno). En el mundo de la izquierda radical siempre aparecen Scylla y Caribdis, llevando al país al naufragio si consiguieran sus propósitos. Y hay que tener cuidado con ellas, porque a veces ganan, como sucedió en el País Vasco en 2016. Por eso creo que hay que repetir lo que acertadamente se escribió entonces contra los demagogos, (demagogas ahora).
“Los ciudadanos progresistas conscientes debemos despreciar a nuestros antecesores. Ellos representan la vieja libertad; pero el presente es nuestra gloria, porque nosotros no tenemos necesidad de fundar la esperanza en nuestro propio esfuerzo”.
“Contamos en el País Vasco y España, ¡oh felicidad! con multitud de protectoras desinteresadas y justas. Irene nos cobija, Yolanda acude solícita a consolarnos en nuestras tribulaciones. A ellas nos abandonamos sin resistencia porque sus consejos se informan en la equidad. La virtud y la justicia, nuevas ninfas Egerias, les dictan y las guían”.
“Apenas han cometido una nueva barrabasada con nosotros, claman en nombre de la libertad ultrajada. Ellas nos hablan de reivindicaciones próximas y en su égida confiamos los ciudadanos; ellas nos muestran el camino de la gloria y seguimos humildes sus huellas; ellas ¡oh dicha inmensa!, nos evitan el horrible trabajo de pensar; los electores de izquierda radical no pensamos ya por cuenta propia, ¿para qué? Vivimos por la inteligencia de Irene, vivimos por el corazón de Yolanda”.
“Si a una nueva idea resiste nuestro espíritu, el prisma de Irene nos la descompone en rayos de colores y los aceptamos todos; si una nueva costumbre repugna a nuestra naturaleza el tamiz de Yolanda nos la presenta admisible. Irene es Scylla, Yolanda es Caribdis; nosotros bogamos, bogamos de Scylla a Caribdis”.
“Choca nuestro espíritu con Irene y cede; al contacto de Yolanda nuestras energías se disipan; Irene nos ha amansado, Yolanda nos habitúa a sus proyectos. Irene es nuestra norma, Yolanda nuestro modelo. Somos hechos a su imagen y semejanza. ¡Oh felicidad!; su origen es nuestro origen, su desarrollo nuestro desarrollo, su voz es nuestra voz, su voluntad es nuestro deseo”.
“La libertad de los antiguos es una ficción vieja matizada de maravillas ilusorias por la imaginación de los soberbios; nosotros nos hemos comprometido a no tener ideas. ¿Diríase que nuestra alma sé ha disminuido?, ¡no! La mansedumbre es incorruptible en nuestro progresismo.”
“Si el presente venturoso no nos cuesta una hora de nuestro sueño, ni un adarme de nuestros placeres, ¿qué nos importa del futuro? Irene es Scylla, Yolanda es Caribdis; nosotros bogamos, bogamos de Scylla a Caribdis”.
“Ellas nos han proporcionado la cultura y sus ideas y nosotros nos felicitamos mutuamente. Nada lo hemos adquirido, todo lo hemos recibido de sus manos. Somos flexibles y nos hemos inclinado a ellas; si pensáramos se entristecerían nuestras alegrías”.
“Somos los ciudadanos de bien de la generación del progreso. Nosotros lo ignoramos todo, nosotros lo tememos todo. Irene nos habla de la sociedad patriarcal y derrama subvenciones sobre nosotros, Yolanda nos promete llenar de rosas nuestro futuro. Y nosotros amamos la sociedad y el futuro de ellas. La sociedad de Irene y el futuro de Yolanda.”
“Irene es Scylla, Yolanda es Caribdis: nosotros bogamos, bogamos de Scylla a Caribdis”.
(*) Arturo Aldecoa Ruiz. Apoderado en las Juntas Generales de Bizkaia 1999 – 2019