Consulta, elecciones e irracionalidad
Como ya les explicamos, la Asociación difundió un comunicado en el que explicaba su visión de la nueva campaña en la que ANC va a lanzar a 100.000 voluntarios a ‘vender’ la independencia puerta a puerta. De entre el eco que el mismo tuvo en los medios, destacamos una breve intervención en 13TV de la Asociación en la persona de nuestro amigo Pablo Ginés. También hemos inquirido a la Guardia Urbana de Barcelona acerca del método de cálculo empleado para determinar el número de asistentes a la V.
A propósito de la V, aún aparecen interpretaciones: destacamos la vergüenza que siente Fernando García de Cortázar o esta revisión del tan cacareado carácter pacífico del ‘prusés’.
Hay quien opina (con agudeza) que no va a haber ni consulta ni elecciones, tal vez por ello (como sugiere Jesús Royo) haya esteladas en las rotondas. El caso es que los ciudadanos de a pie tenemos la misma sensación que Victoria Prego porque, habiéndose aprobado la Ley de Consultas (con un PSC vergonzante incluido) parece llegada la hora del Estado o de ese ‘escandaloso artículo’ 155. Y el estado sigue sin aparecer o apareciendo a destiempo, por lo que hay quien cree que -en el fondo- es el Estado el culpable (y los que callan, como reconocen propios y extraños). En todo caso, parece que la consulta se puede suspender ‘sin suspense’. ¡Ojalá pudiéramos vernos libres de esta pesadilla que incluso es anticatalana (además de costosa e inútil como todos los referéndums!
A pesar de todo, hay personas que siguen infatigablemente dando alimento a la razón, ya sea desgranando argumentos (en especial, contra los que abogan por la desobediencia) o con el peso de la Historia. Sin embargo, parece que la izquierda ha sucumbido a la irracionalidad, que la Ilustración ha sido derrotada. (Que se lo digan si no a Piqué o a los Gasol).
A todo esto, votó Escocia, tras un largo precalentamiento periodístico, antes, durante (ver Arcadi Espada y Jesús Laínz) y, sobre todo, después, mucho después (vean especialmente a Juan Manuel de Prada y Javier Tajadura) y mucho, mucho después (fíjense en el magnífico chiste y cómo cada cual arrima el ascua a su sardina).
La consejera de educación no tiene ningún empacho en decir que va a hacer trampas con la LOMCE porque aquí de lo que se trata es de continuar con la inmersión, la mejor arma al servicio del secesionismo (ya sea su origen sionista o no), el mejor instrumento para la forja de ‘la nación’. Desmintiendo las cifras oficiales, CCC da publicidad al número de padres demandantes de educación en español (y también a otros documentos de interés). Y la polémica sociolingüística de la semana ha venido a cuento de la potencial introducción del árabe como asignatura.
El terrorismo sigue afortunadamente en decadencia periodística, también aquí, donde el nacionalismo lo ve con simpatía distante. Hay que reseñar esta semana la condena del asesino ‘Fanecas.
Queremos hacer mención aparte de dos grandes parlamentos: la brillante intervención de Albert Rivera en el Parlamento catalán con motivo del debate de la Ley de Consultas y el, aparentemente decisivo, discurso del laborista Gordon Brown dirigido a sus conciudadanos escoceses.
Por último, cabe mencionar que Societat Civil Catalana, Libres e Iguales y Ciudadanos han presentado su convocatoria para el 12-O (y el día 3, Premio a la Tolerancia, -sin olvidar que hay más, mucho Mas-).
Como ya les explicamos, la Asociación difundió un comunicado en el que explicaba su visión de la nueva campaña en la que ANC va a lanzar a 100.000 voluntarios a ‘vender’ la independencia puerta a puerta. De entre el eco que el mismo tuvo en los medios, destacamos una breve intervención en 13TV de la Asociación en la persona de nuestro amigo Pablo Ginés. También hemos inquirido a la Guardia Urbana de Barcelona acerca del método de cálculo empleado para determinar el número de asistentes a la V.
A propósito de la V, aún aparecen interpretaciones: destacamos la vergüenza que siente Fernando García de Cortázar o esta revisión del tan cacareado carácter pacífico del ‘prusés’.
Hay quien opina (con agudeza) que no va a haber ni consulta ni elecciones, tal vez por ello (como sugiere Jesús Royo) haya esteladas en las rotondas. El caso es que los ciudadanos de a pie tenemos la misma sensación que Victoria Prego porque, habiéndose aprobado la Ley de Consultas (con un PSC vergonzante incluido) parece llegada la hora del Estado o de ese ‘escandaloso artículo’ 155. Y el estado sigue sin aparecer o apareciendo a destiempo, por lo que hay quien cree que -en el fondo- es el Estado el culpable (y los que callan, como reconocen propios y extraños). En todo caso, parece que la consulta se puede suspender ‘sin suspense’. ¡Ojalá pudiéramos vernos libres de esta pesadilla que incluso es anticatalana (además de costosa e inútil como todos los referéndums!
A pesar de todo, hay personas que siguen infatigablemente dando alimento a la razón, ya sea desgranando argumentos (en especial, contra los que abogan por la desobediencia) o con el peso de la Historia. Sin embargo, parece que la izquierda ha sucumbido a la irracionalidad, que la Ilustración ha sido derrotada. (Que se lo digan si no a Piqué o a los Gasol).
A todo esto, votó Escocia, tras un largo precalentamiento periodístico, antes, durante (ver Arcadi Espada y Jesús Laínz) y, sobre todo, después, mucho después (vean especialmente a Juan Manuel de Prada y Javier Tajadura) y mucho, mucho después (fíjense en el magnífico chiste y cómo cada cual arrima el ascua a su sardina).
La consejera de educación no tiene ningún empacho en decir que va a hacer trampas con la LOMCE porque aquí de lo que se trata es de continuar con la inmersión, la mejor arma al servicio del secesionismo (ya sea su origen sionista o no), el mejor instrumento para la forja de ‘la nación’. Desmintiendo las cifras oficiales, CCC da publicidad al número de padres demandantes de educación en español (y también a otros documentos de interés). Y la polémica sociolingüística de la semana ha venido a cuento de la potencial introducción del árabe como asignatura.
El terrorismo sigue afortunadamente en decadencia periodística, también aquí, donde el nacionalismo lo ve con simpatía distante. Hay que reseñar esta semana la condena del asesino ‘Fanecas.
Queremos hacer mención aparte de dos grandes parlamentos: la brillante intervención de Albert Rivera en el Parlamento catalán con motivo del debate de la Ley de Consultas y el, aparentemente decisivo, discurso del laborista Gordon Brown dirigido a sus conciudadanos escoceses.
Por último, cabe mencionar que Societat Civil Catalana, Libres e Iguales y Ciudadanos han presentado su convocatoria para el 12-O (y el día 3, Premio a la Tolerancia, -sin olvidar que hay más, mucho Mas-).