La mujer, las ciencias y la técnica
“Por la plena incorporación de la mujer a las carreras técnicas”
(Anuncio pagado por la Comunidad de Madrid)
En ciertas carreras de ciencias, sobre todo en las biosanitarias, medicina, farmacia, enfermería, etc. ̶ al igual que en muchas otras de sociales o humanidades ̶ , el porcentaje de mujeres es similar o incluso superior al de hombres. Pero en las carreras técnicas –ingenierías, matemáticas, informática…− el porcentaje de mujeres suele estar por debajo de un tercio con respecto a los hombres. ¿Es cuestión de gustos o intereses? ¿O estarán peor dotadas las mujeres para estas materias? Y, claro está, ya se han alzado voces feministas, escandalizadas porque no hay paridad en los estudios ni, por tanto, en los trabajos. “Las cifras son de sobra conocidas: en Apple, las mujeres ocupan el 20% de los puestos de perfil técnico, y en Google, solo el 17%. Un informe del Comité Económico Mixto del Congreso de Estados Unidos estima que en aquel país solo el 14% de los ingenieros en activo son mujeres. La explicación feminista ya sabemos cuál es: ¡el machismo!, ¡el heteropatriarcado! De ahí el anuncio y la propaganda en la que gastan el dinero de los contribuyentes.
Veamos algunos datos más. En el curso 2020-2021, el 56% de los alumnos universitarios eran mujeres, mientras que el 44% eran hombres. Pero si vamos a ingenierías, informática o matemáticas, las cifras se invierten, 26% de mujeres en ingenierías frente a 74% de hombres, 14% frente a 86% en informática y 36% frente a 65% en matemáticas. Un dato curioso es que, actualmente, mientras que las mujeres son el 26% del total del alumnado de Ingenierías, este porcentaje es casi 20 puntos más alto en las E.T.S. de Arquitectura donde el porcentaje de mujeres es del 44%. ¿Será porque la arquitectura tiene un componente más artístico y se sienten más atraídas por este tipo de estudios? (Newtral, 12/05/2022, Ministerio de Educación y Universidades 2021).
Y aquí viene la sorpresa. Parece que estamos yendo en dirección contraria a la deseada y promovida por las liberadoras. En Formación Profesional de Informática y Comunicación de grado superior la representación de la mujer ha caído al 10%, cuando en 2000-2001 era del 27%. Esta tendencia se confirma en grados universitarios. Vayamos más atrás, en Matemáticas la proporción de chicas en 1985-1986 era de 50,7 %. Qué raro, ¿no? Habían hecho sus estudios primarios y secundarios en la España franquista y heteropatriarcal y ya superaban la cuota del 50%. En 2019, con la ¿ayuda? de las liberadoras hemos retrocedido. Hay un 63,3% de hombres y un ¡36,7% de mujeres! Una diferencia de más de 27 puntos en el porcentaje de hombres y mujeres que cursan Matemáticas en las universidades públicas españolas actuales. (Nius, 11/02/2022).
¿Por qué no hay más mujeres que elijan ingenierías? Hay alumnas muy brillantes que han cursado estos estudios y que no han tenido problema alguno para colocarse en empresas tecnológicas, pero claro está, son las menos. ¿Cuáles son las razones reales de que menos mujeres elijan carreras tecnológicas? Quienes han trabajado durante décadas con jóvenes en Bachillerato saben que no hay ningún tipo de coacción sobre la mujer para que elijan unas u otras carreras, al contrario, se les indica a todos las carreras que tienen más salidas laborales, entre ellas Informática e Ingenierías, pero está claro que estas carreras no les resultan atractivas por lo general. Sin embargo, y ciegas ante los datos, las liberadoras ya tienen la misma respuesta de siempre, “desde que las niñas tienen seis años ya se las está dirigiendo hacia ciertos estudios”, ¿cuántas niñas habrán visto criar? Hay que buscar argumentos inventados para llegar al machismo, fuente de todos los males. Si la mujer por propia voluntad no quiere cursar dichos estudios, ¿qué pueden hacer las mejoradoras-de-las-mujeres en su tarea salvadora? ¿acaso tienen los gobiernos que incentivar (obligar) a las mujeres para que vayan a carreras tecnológicas? Ya está en marcha la idea de que tengan las matrículas más baratas en estas carreras. ¿No pueden dejarlas en paz y que elijan libremente lo que les gusta e interesa? Claro está que siguiendo la doctrina de que todo es creación social deben ser reeducadas para conformar los gustos al 50%. Seleccionadas y condicionadas desde los dos años, al igual que en Un mundo feliz, para que salga el dichoso porcentaje. Al mismo tiempo, tendrá que hacerse lo mismo con los chicos, pero en sentido contrario.
En realidad, los padres, ante todo, son prácticos con respecto al futuro de sus hijos, sean varones o mujeres, y cuando les dicen que quieren hacer una carrera de ciencias se muestran encantados porque en general éstas tienen más salidas profesionales. Me gustaría saber de dónde se sacan las liberadoras esa historia de que el machismo ha puesto difícil la elección de ciertas carreras. Los techos de cristal, etc... todo sirve para sus fines. Que estudien ellas estas carreras o pongan a estudiar a sus hijas si las han tenido, si les parece “una desgracia” que las mujeres no se decanten por este tipo de carreras. Las liberadoras tildan de “sueño lejano el que la mujer alcance la igualdad en estas carreras”. Pero, “sueño lejano” ¿para quién?; pues está claro que si la mujer no elige estas carreras y profesiones es porque no tiene ese sueño. ¿Ahora también van a dictar cuál tiene que ser el “sueño” de las mujeres? Si atendemos al dato de que quienes estudian formación de docentes de enseñanza infantil y primaria sean mujeres en un 98% y en un 68% respectivamente, indicativo de hacia donde van sus intereses, no sería de extrañar que las liberadoras buscasen algún medio para impedir a las mujeres estos estudios tan próximos al sentimiento maternal.
En el año 2017 leíamos el siguiente titular de 20minutos, “En España, el 39% de los científicos son mujeres (…) igual que en 2009”, pero, “supera la media de la UE en científicas”. Vaya, tampoco en la UE las mujeres están siguiendo los deseos y exhortaciones de las mejoradoras-de-las-mujeres.
Claro está que si tenemos en cuenta todas las carreras científicas, no solo las tecnológicas, encontramos que el porcentaje de hombres y mujeres no está tan desequilibrado. Aquí incluimos las licenciaturas en biología, física, química, ciencias medioambientales, medicina y ciencias de la salud, en general. En el curso 2003-2004, el número de mujeres que se licenciaron estaba en todas las universidades españolas por encima del 50% (en la Universidad complutense, por ejemplo, el porcentaje era del 64,05%). ¿Y dónde fue a parar este altísimo número de mujeres de las otras especialidades de ciencias? ¿Adivinan? Pues a la Enseñanza Secundaria, no a la empresa. Se habían decantado más por el trabajo como docentes. ¿Quizás por la distribución del tiempo? Lo cierto es que sus vacaciones coincidirán con las de sus hijos y también los horarios y posiblemente tendrán más tiempo libre que en la empresa privada. La realidad ̶ que no parece gustar a las liberadoras ̶ es que las mujeres valoran mucho su tiempo para dedicarlo a lo que a ellas les parezca. Por desgracia, la enseñanza secundaria en los últimos años se esta haciendo insufrible por el deterioro de la autoridad y especialmente para las mujeres, pero esto a las mejoradoras-de-las mujeres no les preocupa.
Parece que nadie entre las liberadoras se ha parado a pensar por qué están consiguiendo los efectos contrarios a lo que tanto parecen desear. Que su propaganda no tiene sentido.
“Por la plena incorporación de la mujer a las carreras técnicas”
(Anuncio pagado por la Comunidad de Madrid)
En ciertas carreras de ciencias, sobre todo en las biosanitarias, medicina, farmacia, enfermería, etc. ̶ al igual que en muchas otras de sociales o humanidades ̶ , el porcentaje de mujeres es similar o incluso superior al de hombres. Pero en las carreras técnicas –ingenierías, matemáticas, informática…− el porcentaje de mujeres suele estar por debajo de un tercio con respecto a los hombres. ¿Es cuestión de gustos o intereses? ¿O estarán peor dotadas las mujeres para estas materias? Y, claro está, ya se han alzado voces feministas, escandalizadas porque no hay paridad en los estudios ni, por tanto, en los trabajos. “Las cifras son de sobra conocidas: en Apple, las mujeres ocupan el 20% de los puestos de perfil técnico, y en Google, solo el 17%. Un informe del Comité Económico Mixto del Congreso de Estados Unidos estima que en aquel país solo el 14% de los ingenieros en activo son mujeres. La explicación feminista ya sabemos cuál es: ¡el machismo!, ¡el heteropatriarcado! De ahí el anuncio y la propaganda en la que gastan el dinero de los contribuyentes.
Veamos algunos datos más. En el curso 2020-2021, el 56% de los alumnos universitarios eran mujeres, mientras que el 44% eran hombres. Pero si vamos a ingenierías, informática o matemáticas, las cifras se invierten, 26% de mujeres en ingenierías frente a 74% de hombres, 14% frente a 86% en informática y 36% frente a 65% en matemáticas. Un dato curioso es que, actualmente, mientras que las mujeres son el 26% del total del alumnado de Ingenierías, este porcentaje es casi 20 puntos más alto en las E.T.S. de Arquitectura donde el porcentaje de mujeres es del 44%. ¿Será porque la arquitectura tiene un componente más artístico y se sienten más atraídas por este tipo de estudios? (Newtral, 12/05/2022, Ministerio de Educación y Universidades 2021).
Y aquí viene la sorpresa. Parece que estamos yendo en dirección contraria a la deseada y promovida por las liberadoras. En Formación Profesional de Informática y Comunicación de grado superior la representación de la mujer ha caído al 10%, cuando en 2000-2001 era del 27%. Esta tendencia se confirma en grados universitarios. Vayamos más atrás, en Matemáticas la proporción de chicas en 1985-1986 era de 50,7 %. Qué raro, ¿no? Habían hecho sus estudios primarios y secundarios en la España franquista y heteropatriarcal y ya superaban la cuota del 50%. En 2019, con la ¿ayuda? de las liberadoras hemos retrocedido. Hay un 63,3% de hombres y un ¡36,7% de mujeres! Una diferencia de más de 27 puntos en el porcentaje de hombres y mujeres que cursan Matemáticas en las universidades públicas españolas actuales. (Nius, 11/02/2022).
¿Por qué no hay más mujeres que elijan ingenierías? Hay alumnas muy brillantes que han cursado estos estudios y que no han tenido problema alguno para colocarse en empresas tecnológicas, pero claro está, son las menos. ¿Cuáles son las razones reales de que menos mujeres elijan carreras tecnológicas? Quienes han trabajado durante décadas con jóvenes en Bachillerato saben que no hay ningún tipo de coacción sobre la mujer para que elijan unas u otras carreras, al contrario, se les indica a todos las carreras que tienen más salidas laborales, entre ellas Informática e Ingenierías, pero está claro que estas carreras no les resultan atractivas por lo general. Sin embargo, y ciegas ante los datos, las liberadoras ya tienen la misma respuesta de siempre, “desde que las niñas tienen seis años ya se las está dirigiendo hacia ciertos estudios”, ¿cuántas niñas habrán visto criar? Hay que buscar argumentos inventados para llegar al machismo, fuente de todos los males. Si la mujer por propia voluntad no quiere cursar dichos estudios, ¿qué pueden hacer las mejoradoras-de-las-mujeres en su tarea salvadora? ¿acaso tienen los gobiernos que incentivar (obligar) a las mujeres para que vayan a carreras tecnológicas? Ya está en marcha la idea de que tengan las matrículas más baratas en estas carreras. ¿No pueden dejarlas en paz y que elijan libremente lo que les gusta e interesa? Claro está que siguiendo la doctrina de que todo es creación social deben ser reeducadas para conformar los gustos al 50%. Seleccionadas y condicionadas desde los dos años, al igual que en Un mundo feliz, para que salga el dichoso porcentaje. Al mismo tiempo, tendrá que hacerse lo mismo con los chicos, pero en sentido contrario.
En realidad, los padres, ante todo, son prácticos con respecto al futuro de sus hijos, sean varones o mujeres, y cuando les dicen que quieren hacer una carrera de ciencias se muestran encantados porque en general éstas tienen más salidas profesionales. Me gustaría saber de dónde se sacan las liberadoras esa historia de que el machismo ha puesto difícil la elección de ciertas carreras. Los techos de cristal, etc... todo sirve para sus fines. Que estudien ellas estas carreras o pongan a estudiar a sus hijas si las han tenido, si les parece “una desgracia” que las mujeres no se decanten por este tipo de carreras. Las liberadoras tildan de “sueño lejano el que la mujer alcance la igualdad en estas carreras”. Pero, “sueño lejano” ¿para quién?; pues está claro que si la mujer no elige estas carreras y profesiones es porque no tiene ese sueño. ¿Ahora también van a dictar cuál tiene que ser el “sueño” de las mujeres? Si atendemos al dato de que quienes estudian formación de docentes de enseñanza infantil y primaria sean mujeres en un 98% y en un 68% respectivamente, indicativo de hacia donde van sus intereses, no sería de extrañar que las liberadoras buscasen algún medio para impedir a las mujeres estos estudios tan próximos al sentimiento maternal.
En el año 2017 leíamos el siguiente titular de 20minutos, “En España, el 39% de los científicos son mujeres (…) igual que en 2009”, pero, “supera la media de la UE en científicas”. Vaya, tampoco en la UE las mujeres están siguiendo los deseos y exhortaciones de las mejoradoras-de-las-mujeres.
Claro está que si tenemos en cuenta todas las carreras científicas, no solo las tecnológicas, encontramos que el porcentaje de hombres y mujeres no está tan desequilibrado. Aquí incluimos las licenciaturas en biología, física, química, ciencias medioambientales, medicina y ciencias de la salud, en general. En el curso 2003-2004, el número de mujeres que se licenciaron estaba en todas las universidades españolas por encima del 50% (en la Universidad complutense, por ejemplo, el porcentaje era del 64,05%). ¿Y dónde fue a parar este altísimo número de mujeres de las otras especialidades de ciencias? ¿Adivinan? Pues a la Enseñanza Secundaria, no a la empresa. Se habían decantado más por el trabajo como docentes. ¿Quizás por la distribución del tiempo? Lo cierto es que sus vacaciones coincidirán con las de sus hijos y también los horarios y posiblemente tendrán más tiempo libre que en la empresa privada. La realidad ̶ que no parece gustar a las liberadoras ̶ es que las mujeres valoran mucho su tiempo para dedicarlo a lo que a ellas les parezca. Por desgracia, la enseñanza secundaria en los últimos años se esta haciendo insufrible por el deterioro de la autoridad y especialmente para las mujeres, pero esto a las mejoradoras-de-las mujeres no les preocupa.
Parece que nadie entre las liberadoras se ha parado a pensar por qué están consiguiendo los efectos contrarios a lo que tanto parecen desear. Que su propaganda no tiene sentido.