Noam Chomsky: "Casi la mitad de la riqueza mundial es propiedad de corporaciones con sede en EEUU"
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Noam Chomsky es un destacado lingüista, filósofo, científico cognitivo, historiador y activista político estadounidense. Nacido el 7 de diciembre de 1928 en Filadelfia (EEUU), Chomsky es ampliamente considerado como el "padre de la lingüística moderna" por sus contribuciones teóricas y analíticas al campo.
Chomsky es especialmente conocido por su teoría de la gramática generativa y su concepto de gramática universal. La gramática generativa es un enfoque formal y teórico para describir la estructura de las lenguas humanas. La gramática universal es la idea de que todas las lenguas humanas comparten ciertas propiedades comunes y se basan en un conjunto innato de principios y reglas gramaticales.
Además de sus contribuciones a la lingüística, Chomsky es conocido por sus posturas políticas de izquierda y muy críticas con el capitalismo y con la política exterior de Estados Unidos. A lo largo de su vida, ha sido un crítico acérrimo de los medios de comunicación y de la concentración del poder en manos de pocas corporaciones y gobiernos.
Noam Chomsky es autor de numerosos libros y ensayos, tanto en el ámbito de la lingüística como en el del pensamiento político. Algunas de sus obras más conocidas incluyen Estructuras sintácticas" (1957), Aspectos de la teoría de la sintaxis (1965), La responsabilidad de los intelectuales (1967), Los guardianes de la libertad (1988, coescrito con Edward S. Herman) y ¿Quién domina el mundo? (2014), entre otras muchas
Noam Chomsky es, sin duda, una de las mentes más lúcidas y críticas del mundo. Conversación exclusiva con La Tribuna del País Vasco.
¿Existe la posibilidad de que Estados Unidos fracase en la guerra de Ucrania? ¿Se dan las condiciones para un nuevo revés como en Vietnam y, más recientemente, en la guerra de Afganistán?
Es importante tener presente la planificación imperial y no dejarse atrapar por el discurso de los poderosos -el sentido común hegemónico, en términos de Gramsci-. Estados Unidos es una sociedad muy abierta en términos comparativos. Tenemos un rico historial de planificación interna. En el discurso hegemónico, Vietnam se considera un fracaso estadounidense. Es cierto que Estados Unidos no logró sus objetivos máximos, pero un vistazo al historial de planificación muestra que sí logró sus objetivos principales, temas sobre los que he escrito con cierto detalle.
En el caso de Ucrania, algunos comentaristas estadounidenses y británicos están exultando abiertamente de grandes éxitos: por una fracción de su colosal presupuesto militar, Estados Unidos está degradando gravemente las fuerzas militares de su principal adversario militar. Pero hay mucho más. Los objetivos oficiales de EEUU son continuar la guerra para debilitar gravemente a Rusia. Si la guerra se intensifica aún más, y Ucrania es prácticamente destruida mientras que Rusia se ve gravemente debilitada, ¿es eso un éxito o un fracaso para los EEUU?
¿Se está produciendo una verdadera "implosión" de EEUU? El aumento de la pobreza en su país, correlativo a una desaparición de la clase media, así como otras patologías sociales (drogadicción, conflictos raciales, violencia armada) ¿hacen realmente viable el imperio norteamericano?
La viabilidad imperial tiene muchas dimensiones. En el ámbito militar, Estados Unidos está muy a la cabeza. Cerca de la mitad de la riqueza mundial es propiedad de corporaciones con sede en EEUU. La agresión criminal de Putin en Ucrania entregó a Washington un precioso regalo: Europa, ahora firmemente bajo control estadounidense. Ya no se habla de una Europa independiente ni del "hogar común europeo" de Gorbachov, al menos por ahora. Estados Unidos ha utilizado su recién reforzado dominio de Europa para extender la OTAN a la región Indo-Pacífica, alistando a Europa en su campaña para impedir el desarrollo de China.
Por otra parte, existen presiones internacionales hacia la multipolaridad, e internamente el orden social ha sufrido gravemente bajo el asalto neoliberal desde Reagan. Pero eso no es todo. No está claro si los planificadores estadounidenses pueden conseguir perpetuar el dominio mundial de Estados Unidos, ni hasta qué punto pueden hacerlo.
Como español e hispanohablante, me siento obligado a preguntarles al respecto: ¿dejará algún día Iberoamérica de ser el patio trasero de EEUU? ¿No hay síntomas de un progresivo distanciamiento de la hegemonía estadounidense? ¿Anuncia un nuevo tiempo el fortalecimiento de las relaciones de algunos países iberoamericanos con Rusia y China? ¿Será Iberoamérica en el futuro un nuevo "polo" frente al mundo monopolizado por EEUU?
Hay síntomas claros, no es la primera vez. Conviene recordarlo ahora que nos acercamos al 50 aniversario del primer 11-S, mucho más destructivo que el segundo, el único conocido en general gracias al poder de la ideología imperial. Iberoamérica ha buscado a menudo un cierto grado de independencia, incluyendo estructuras organizativas, como UNASUR y CELAC en los últimos años. Iberoamérica tiene perspectivas de convertirse en una fuerza independiente importante en los asuntos mundiales. Ha habido pasos en esa dirección en el pasado, recientemente durante los dos primeros mandatos de Lula. Podría volver a ocurrir. Existen grandes barreras, internas y externas, aunque Estados Unidos ya no tiene el poder de imponer o apoyar una horrible plaga de represión como la que arrasó América Latina desde principios de los años sesenta hasta los ochenta.
¿Qué opina de las teorías multipolares como, por ejemplo, las del filósofo ruso Alexander Dugin, o las del pensador chino Jiang Shigong? ¿Estamos asistiendo realmente al fin de la hegemonía norteamericana?
No me parecen de mucho interés.
Da la impresión de que las fuerzas democráticas y de izquierda, en todo Occidente, han asumido una especie de ideología funcional respecto al capitalismo globalista (por ejemplo, la ideología "woke"). Algunos pensamos que el ala izquierda de las ideologías ha acabado siendo colonizada e instrumentalizada por el gran capital. ¿Comparte este diagnóstico?
La ideología "woke" tiene sus raíces en preocupaciones genuinas y válidas sobre los derechos de las poblaciones reprimidas y marginadas. A veces hay excesos, para regocijo de la derecha, que sirve abyectamente a quienes Adam Smith llamaba "los amos de la humanidad". También tiende a suprimir los intereses de clase cruciales, entregando prácticamente la clase obrera a sus opresores. La subordinación al sentido común hegemónico gramsciano no es, por supuesto, nada nuevo, y debe ser resistida por la auténtica izquierda.
Hace más de treinta años, para mi tesis doctoral, estudié las ideas de un discípulo suyo, Jerry A. Fodor, fuertemente nativista y computacionalista. En la obra de Fodor detecté un pensamiento marcadamente nominalista, atomista, estrechamente vinculado a las tecnologías emergentes de la Inteligencia Artificial. Actualmente la IA es omnipresente, y sus efectos sobre la economía, la educación, las relaciones humanas, etc. son efectos que me parecen devastadores. ¿Cree que ideas como las de Fodor -nominalistas y computacionalistas- han acabado triunfando? Y además, ¿triunfando al servicio del capitalismo y para desgracia de la humanidad?
Estoy seguro de que a Fodor, que era un buen amigo, le habría horrorizado el rumbo de la Inteligencia Artificial actual, una brusca regresión a las tendencias conductistas a las que Fodor se oponía rotundamente. Hay mucho que decir sobre la IA actual, pero es radicalmente opuesta al trabajo científico en ciencia cognitiva al que Fodor hizo importantes contribuciones.
Hay cientos de preguntas para el profesor Chomsky, pero no quiero robarle más tiempo. Es un gran honor para mí conversar con tan eminente sabio. En mi juventud universitaria, estudiando Psicología y Filosofía, nunca había sospechado que algún día tendría la oportunidad de hacerlo. Muchas gracias.
Noam Chomsky es un destacado lingüista, filósofo, científico cognitivo, historiador y activista político estadounidense. Nacido el 7 de diciembre de 1928 en Filadelfia (EEUU), Chomsky es ampliamente considerado como el "padre de la lingüística moderna" por sus contribuciones teóricas y analíticas al campo.
Chomsky es especialmente conocido por su teoría de la gramática generativa y su concepto de gramática universal. La gramática generativa es un enfoque formal y teórico para describir la estructura de las lenguas humanas. La gramática universal es la idea de que todas las lenguas humanas comparten ciertas propiedades comunes y se basan en un conjunto innato de principios y reglas gramaticales.
Además de sus contribuciones a la lingüística, Chomsky es conocido por sus posturas políticas de izquierda y muy críticas con el capitalismo y con la política exterior de Estados Unidos. A lo largo de su vida, ha sido un crítico acérrimo de los medios de comunicación y de la concentración del poder en manos de pocas corporaciones y gobiernos.
Noam Chomsky es autor de numerosos libros y ensayos, tanto en el ámbito de la lingüística como en el del pensamiento político. Algunas de sus obras más conocidas incluyen Estructuras sintácticas" (1957), Aspectos de la teoría de la sintaxis (1965), La responsabilidad de los intelectuales (1967), Los guardianes de la libertad (1988, coescrito con Edward S. Herman) y ¿Quién domina el mundo? (2014), entre otras muchas
Noam Chomsky es, sin duda, una de las mentes más lúcidas y críticas del mundo. Conversación exclusiva con La Tribuna del País Vasco.
¿Existe la posibilidad de que Estados Unidos fracase en la guerra de Ucrania? ¿Se dan las condiciones para un nuevo revés como en Vietnam y, más recientemente, en la guerra de Afganistán?
Es importante tener presente la planificación imperial y no dejarse atrapar por el discurso de los poderosos -el sentido común hegemónico, en términos de Gramsci-. Estados Unidos es una sociedad muy abierta en términos comparativos. Tenemos un rico historial de planificación interna. En el discurso hegemónico, Vietnam se considera un fracaso estadounidense. Es cierto que Estados Unidos no logró sus objetivos máximos, pero un vistazo al historial de planificación muestra que sí logró sus objetivos principales, temas sobre los que he escrito con cierto detalle.
En el caso de Ucrania, algunos comentaristas estadounidenses y británicos están exultando abiertamente de grandes éxitos: por una fracción de su colosal presupuesto militar, Estados Unidos está degradando gravemente las fuerzas militares de su principal adversario militar. Pero hay mucho más. Los objetivos oficiales de EEUU son continuar la guerra para debilitar gravemente a Rusia. Si la guerra se intensifica aún más, y Ucrania es prácticamente destruida mientras que Rusia se ve gravemente debilitada, ¿es eso un éxito o un fracaso para los EEUU?
¿Se está produciendo una verdadera "implosión" de EEUU? El aumento de la pobreza en su país, correlativo a una desaparición de la clase media, así como otras patologías sociales (drogadicción, conflictos raciales, violencia armada) ¿hacen realmente viable el imperio norteamericano?
La viabilidad imperial tiene muchas dimensiones. En el ámbito militar, Estados Unidos está muy a la cabeza. Cerca de la mitad de la riqueza mundial es propiedad de corporaciones con sede en EEUU. La agresión criminal de Putin en Ucrania entregó a Washington un precioso regalo: Europa, ahora firmemente bajo control estadounidense. Ya no se habla de una Europa independiente ni del "hogar común europeo" de Gorbachov, al menos por ahora. Estados Unidos ha utilizado su recién reforzado dominio de Europa para extender la OTAN a la región Indo-Pacífica, alistando a Europa en su campaña para impedir el desarrollo de China.
Por otra parte, existen presiones internacionales hacia la multipolaridad, e internamente el orden social ha sufrido gravemente bajo el asalto neoliberal desde Reagan. Pero eso no es todo. No está claro si los planificadores estadounidenses pueden conseguir perpetuar el dominio mundial de Estados Unidos, ni hasta qué punto pueden hacerlo.
Como español e hispanohablante, me siento obligado a preguntarles al respecto: ¿dejará algún día Iberoamérica de ser el patio trasero de EEUU? ¿No hay síntomas de un progresivo distanciamiento de la hegemonía estadounidense? ¿Anuncia un nuevo tiempo el fortalecimiento de las relaciones de algunos países iberoamericanos con Rusia y China? ¿Será Iberoamérica en el futuro un nuevo "polo" frente al mundo monopolizado por EEUU?
Hay síntomas claros, no es la primera vez. Conviene recordarlo ahora que nos acercamos al 50 aniversario del primer 11-S, mucho más destructivo que el segundo, el único conocido en general gracias al poder de la ideología imperial. Iberoamérica ha buscado a menudo un cierto grado de independencia, incluyendo estructuras organizativas, como UNASUR y CELAC en los últimos años. Iberoamérica tiene perspectivas de convertirse en una fuerza independiente importante en los asuntos mundiales. Ha habido pasos en esa dirección en el pasado, recientemente durante los dos primeros mandatos de Lula. Podría volver a ocurrir. Existen grandes barreras, internas y externas, aunque Estados Unidos ya no tiene el poder de imponer o apoyar una horrible plaga de represión como la que arrasó América Latina desde principios de los años sesenta hasta los ochenta.
¿Qué opina de las teorías multipolares como, por ejemplo, las del filósofo ruso Alexander Dugin, o las del pensador chino Jiang Shigong? ¿Estamos asistiendo realmente al fin de la hegemonía norteamericana?
No me parecen de mucho interés.
Da la impresión de que las fuerzas democráticas y de izquierda, en todo Occidente, han asumido una especie de ideología funcional respecto al capitalismo globalista (por ejemplo, la ideología "woke"). Algunos pensamos que el ala izquierda de las ideologías ha acabado siendo colonizada e instrumentalizada por el gran capital. ¿Comparte este diagnóstico?
La ideología "woke" tiene sus raíces en preocupaciones genuinas y válidas sobre los derechos de las poblaciones reprimidas y marginadas. A veces hay excesos, para regocijo de la derecha, que sirve abyectamente a quienes Adam Smith llamaba "los amos de la humanidad". También tiende a suprimir los intereses de clase cruciales, entregando prácticamente la clase obrera a sus opresores. La subordinación al sentido común hegemónico gramsciano no es, por supuesto, nada nuevo, y debe ser resistida por la auténtica izquierda.
Hace más de treinta años, para mi tesis doctoral, estudié las ideas de un discípulo suyo, Jerry A. Fodor, fuertemente nativista y computacionalista. En la obra de Fodor detecté un pensamiento marcadamente nominalista, atomista, estrechamente vinculado a las tecnologías emergentes de la Inteligencia Artificial. Actualmente la IA es omnipresente, y sus efectos sobre la economía, la educación, las relaciones humanas, etc. son efectos que me parecen devastadores. ¿Cree que ideas como las de Fodor -nominalistas y computacionalistas- han acabado triunfando? Y además, ¿triunfando al servicio del capitalismo y para desgracia de la humanidad?
Estoy seguro de que a Fodor, que era un buen amigo, le habría horrorizado el rumbo de la Inteligencia Artificial actual, una brusca regresión a las tendencias conductistas a las que Fodor se oponía rotundamente. Hay mucho que decir sobre la IA actual, pero es radicalmente opuesta al trabajo científico en ciencia cognitiva al que Fodor hizo importantes contribuciones.
Hay cientos de preguntas para el profesor Chomsky, pero no quiero robarle más tiempo. Es un gran honor para mí conversar con tan eminente sabio. En mi juventud universitaria, estudiando Psicología y Filosofía, nunca había sospechado que algún día tendría la oportunidad de hacerlo. Muchas gracias.