El 15 de mayo de 2020, cuando el mundo entero se hallaba confinado siguiendo las directrices de la OMS (Organización Mundial de la Salud) contra el Covid-19, el Departamento de Defensa de EEUU lanzó una crítica feroz al estudio "Proximal Origin" (Origen Proximal), que el Dr. Anthony Fauci, responsable de la gestión de la pandemia en este país, había utilizado para demostrar el presunto origen natural del virus SARS-Cov-2.

Según informa The Epoch Times, el contundente análisis fue redactado por el comandante Jean-Paul Chretien, médico naval en la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa, y por el Dr. Robert Cutlip, investigador de la Agencia de Inteligencia de Defensa. El documento se hizo público el 15 de mayo, cuando fue divulgado por el grupo de búsqueda de orígenes de virus DRASTIC (Decentralized Radical Autonomous Search Team Investigating Covid-19).

El documento de trabajo cuestionaba de manera detallada la teoría del origen natural propuesta en el estudio "Proximal Origin", concluyendo que "los argumentos que emplea (la investigación) para respaldar un escenario de origen natural para el SARS-CoV-2 no están fundamentados en análisis científicos, sino en suposiciones infundadas".

La aparición de este documento interno del Pentágono es significativa, ya que evidencia que los funcionarios gubernamentales eran conscientes, desde los primeros meses de la pandemia, de que no existían pruebas que respaldaran un origen natural del virus Covid-19. Además, tras la desacreditación del estudio "Proximal Origin", el Gobierno de EEUU también habría estado al tanto de los intentos de Fauci de establecer una falsa narrativa sobre el origen del Covid-19.

Hay que recordar que el estudio "Proximal Origin" fue ideado por Fauci durante una teleconferencia confidencial el 1 de febrero de 2020, con el aparente propósito de desviar la atención de un posible origen de laboratorio del Covid-19, para centrar todas las miradas en una teoría de origen natural. Fauci encargó a un grupo de científicos, liderados por Kristian Andersen, de Scripps Research, y Robert Garry, de la Facultad de Medicina de Tulane, la redacción de un estudio que pudiera desacreditar la teoría de la fuga de laboratorio. A pesar de su participación directa en la concepción del estudio y en la formulación de sus argumentos, el papel de Fauci se mantuvo oculto al público. Posteriormente, Fauci otorgó generosas subvenciones financiadas por los contribuyentes a Andersen y Garry.

Los errores del estudio "Proximal Origin" fueron rápidamente identificadas por los revisores de la revista científica Nature, un hecho que solo se conoció a finales del año pasado gracias a los correos electrónicos obtenidos por el periodista independiente Jimmy Tobias mediante la Ley de Libertad de Información. A pesar de esto, con la ayuda de Jeremy Farrar, ahora científico jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien apoyó a Fauci en la formulación de la narrativa del origen natural, "Proximal Origin" fue aceptado para su publicación en Nature Medicine el 17 de marzo de 2020. El estudio afirmaba audazmente que ningún "escenario basado en laboratorio es plausible".

El 17 de abril de 2020, el entonces presidente Donald Trump indicó que la pandemia de Covid-19, “probablemente” se originó en un laboratorio de Wuhan, China. Ese mismo día, durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Fauci descartó de manera rotunda la posibilidad de un origen de laboratorio del Covid-19, citando el estudio "Proximal Origin" como respaldo. Pretendiendo independencia, Fauci dijo a los periodistas que no podía recordar los nombres de los autores. Lo que no se conocía en ese momento era que Fauci no solo estaba muy familiarizado con los autores, sino que había liderado personalmente la iniciativa de redactar el estudio "Proximal Origin".

"Proximal Origin" se convirtió en la principal referencia de los medios de comunicación de todo el mundo para respaldar la teoría del origen natural del coronavirus, reiterando la afirmación de Fauci de que el estudio proporcionaba evidencia concluyente de que el Covid-19 se había originado en la naturaleza. Se convirtió en uno de los trabajos académicos más citados de todos los tiempos. No obstante, mientras Fauci y los medios de comunicación aseguraban al público que "Proximal Origin" había resuelto el debate sobre el origen, los investigadores del Pentágono habían llegado a una conclusión muy distinta. Concretamente, Chretien y Cutlip, del Departamento de Defensa, encontraron en su investigación que las características del Covid-19 que "Proximal Origin" atribuía a la evolución natural, en realidad eran "consistentes con otro escenario: que el SARS-CoV-2 se desarrolló en un laboratorio, utilizando métodos que los principales investigadores de coronavirus emplean comúnmente para estudiar cómo los virus infectan las células y causan enfermedades, evaluando el potencial de los coronavirus animales para transmitirse a los humanos y desarrollando medicamentos y vacunas".