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Viernes, 19 de Mayo de 2023 Tiempo de lectura:

Los candidatos de Vox dibujan las grandes ciudades vascas del futuro

[Img #24214]

 

A medida que nos adentramos en el siglo XXI, la visión que tenemos de nuestras ciudades evoluciona de manera constante. Ante la presión de numerosos problemas emergentes, algunos de los cuales parecen arrastrar un profundo cambio civilizacional, la tarea de imaginar la ciudad del futuro próximo se ha convertido en un esfuerzo tan complejo como trascendental. Teniendo esto en cuenta, los candidatos de Vox a algunos de los principales ayuntamientos de Euskadi explican en exclusiva para La Tribuna del País Vasco su visión de las ciudades que han de venir.

 

Según los alcaldables de Vox, en este nuevo paisaje urbano, la seguridad cobra una nueva relevancia. Ya no se trata sólo de prevenir el crimen, sino de construir resiliencia frente a diversas amenazas, desde desastres naturales hasta crisis económicas. Las ciudades del futuro deben proporcionar un entorno seguro en el que sus habitantes puedan vivir y prosperar.

 

Para Vox, la promoción del conocimiento, por otro lado, se está convirtiendo en un pilar fundamental para el mañana de nuestras ciudades. Este pilar se basa en la premisa de que todas las personas tienen derecho a acceder y contribuir al conocimiento colectivo y que los pueblos y ciudades tienen la responsabilidad de facilitar este proceso. El conocimiento es un motor de innovación y crecimiento, y las ciudades del futuro deben ser espacios donde este recurso esté ampliamente disponible y se fomente su creación.

 

El emprendimiento y las posibilidades de desarrollo, tanto personal como profesional, son igualmente cruciales, según los líderes de Vox. Las ciudades del futuro deberán ser lugares en los que las personas puedan encontrar oportunidades, desarrollar sus talentos y alcanzar sus objetivos. Las políticas y sistemas de apoyo al emprendimiento y al desarrollo personal y profesional serán fundamentales para lograr esto.

 

Los candidatos de Vox destacan la radical importancia que el apoyo a las familias debe tener para construir efectivamente las ciudades del porvenir. Este apoyo puede tomar muchas formas, desde políticas de vivienda asequible hasta servicios de atención infantil y servicios para personas mayores. Las ciudades del futuro deberán ser lugares donde las familias puedan prosperar.

 

Finalmente, la libertad, tanto en términos de derechos civiles como de oportunidades, será un elemento definitorio de las ciudades del futuro. Estas ciudades deberán ser lugares donde las personas sean libres para ser quienes son, vivir como quieran y buscar sus propios caminos hacia la felicidad. Y para educarse y expresarse en el idioma que deseen.

 

Hablan los candidatos.

 

Diego Setién, candidato de Vox a la alcaldía de Bilbao

 

[Img #24209]Bilbao ha de ser ciudad de oportunidades, segura y atractiva para sus vecinos, más aún para quienes deseen desarrollar aquí su proyecto familiar y laboral de futuro.

 

Hasta ahora, los sucesivos gobiernos municipales, encabezados por el PNV, han impuesto su particular ideología, condenando al olvido las necesidades reales de una población que demanda seguridad, oportunidades, libertad, justicia… un PNV que siempre ha contado con la fiel complicidad del PSE, no lo olvidemos.

 

Han vendido al ciudadano una imagen de que Bilbao es una Arcadia feliz”, para una ciudad que, hoy en día, encabeza los rankings de aumento de la criminalidad, donde el menudeo de drogas, los atracos, las peleas entre bandas y demás fenómenos se dan a cualquier hora el día, en cualquier calle.

 

Nuestro Bilbao del futuro se perfilará como una ciudad hecha para ser vivida y disfrutada por sus vecinos, los bilbaínos, con seguridad, libertad y sin miedo. En la que los niños puedan salir a la calle a jugar con sus amigos sin que las madres se sientan atemorizadas por si les ocurre algo.

 

Una ciudad sin peligrosos guetos y de oportunidades, donde la lengua vasca no se imponga marginando al español, en la que la imposición del euskera, amplificada por el candidato Aburto, no suponga un obstáculo para las aspiraciones de los ciudadanos.

 

Una ciudad donde los jóvenes puedan emprender, donde quieran vivir y venir, para quedarse y tener facilidades para formar una familia y desarrollar un proyecto de futuro.

 

Mi Bilbao es una ciudad que cuide todos sus barrios por igual y que no sólo promocione a unos pocos. Seguridad y oportunidades para todos para configurar una Bilbao ejemplar dentro de España.

 

Andrés Paramio, candidato de Vox a la alcaldía de San Sebastián

 

[Img #24207]Mi San Sebastián del futuro es una ciudad en la que el euskera no sea impedimento para atraer talento, que premie el conocimiento y la valía de las personas.

 

San Sebastián, históricamente desde su misma génesis como puerto navarro fundado por el rey Sancho el Sabio en el año 1180, ha sido una ciudad con un fuerte componente comercial. Con el tiempo, intensificó ese carácter abierto y adoptó rasgos liberales, convirtiéndose en un fuerte polo de atracción turística.

 

Desgraciadamente, en algunos aspectos hemos visto una involución. La lengua, que no es sino un elemento de comunicación y transmisión cultural, se ha alzado como un elemento diferenciador entre "donostiarras buenos" y "donostiarras malos", siendo usada como arma y tamiz político.

 

San Sebastián está intentando convertirse en un referente desde el punto de vista tecnológico. Pero estamos cometiendo un error de base. Es muy complicado atraer talento, y más aún que se fije en la ciudad, si quienes vienen tropiezan con que sus hijos tienen problemas para estudiar en su lengua materna.

 

En nuestra ciudad conviven dos lenguas, ambas igual de vascas. Veo un San Sebastián del futuro donde el euskera no sea obstáculo para quienes no lo conocen a la hora de acceder a puestos públicos. Donde se premie el conocimiento y el valor personal por encima del conocimiento del euskera. No se trata de ir contra el euskera, se trata de facilitar la vida de las personas y de derribar muros. Si un cirujano me ha de operar, lo que menos me importa es si sabe o no euskera, quiero que sea el mejor.

 

Por tanto, en mi San Sebastián del futuro veo una ciudad libre de imposiciones lingüísticas, una ciudad libre a la hora de elegir qué forma de movilidad usar, sin restricciones artificiales que reserven el acceso al centro de la ciudad a la élite de la ciudad que vive en ella o puede costearse un moderno y caro vehículo eléctrico. Quiero una ciudad segura. La libertad es también poder pasear con tranquilidad y seguridad por cualquier zona de nuestra ciudad.

 

Quiero una ciudad donde los hijos de San Sebastián puedan vivir en su ciudad, sin verse obligados a emigrar a otras localidades por el inasumible precio de la vivienda. Quiero una Donostia abierta al turismo, receptiva y amable. Quiero una ciudad donde cada céntimo de euro recaudado de los bolsillos de los ciudadanos sea gestionado de forma eficaz, llegando a quienes lo necesiten y cubriendo los servicios necesarios para mejorar la vida de la comunidad.

 

Quiero una San Sebastián libre de la violencia terrorista, una San Sebastián que recuerde a las víctimas y no recompense a los verdugos, una San Sebastián donde en libertad se pueda reivindicar que ser vasco es la mejor manera de ser español sin miedo y sin afrontar amenazas.

 

Esa es mi San Sebastián del futuro, esa es la Donostia de Vox.

 

Teresa Jiménez, candidata de Vox a la alcaldía de Vitoria

 

[Img #24211]Una ciudad segura, familiar, emprendedora, esa es mi Vitoria del futuro… atractiva para los turistas y, aún más importante, para los vitorianos.

 

Vitoria es una ciudad que sorprende por su arte, naturaleza y patrimonio, entre otras virtudes.

 

Hunde sus raíces en la historia, como muchas otras ciudades de España. Vitoria ha visto grandes acontecimientos desde su fundación allá por el año 1181 por orden del Rey Sancho el Sabio y aún le quedan muchos por presenciar. Esta tierra vio morder el polvo a las huestes de Napoleón en la batalla más decisiva, quizás, de la Guerra de Independencia.

 

Hoy en día, poder pasear con tranquilidad por Olárizu, ir al centro de la ciudad a ver el casco medieval o disfrutar de unas fiestas tradicionales en las que hace años se suprimieron las celebraciones taurinas se está convirtiendo en algo cada vez más difícil debido al aumento de la delincuencia. Con el apoyo de los vitorianos lucharé por lograr una ciudad más segura.

 

Quiero que la familia vuelva a ser el centro sobre el cual se vertebra la sociedad. Para ello debe ser el epicentro de las políticas que se desarrollen.

 

Quiero una ciudad donde no sea tan difícil emprender, eliminando todas las trabas burocráticas posibles y donde una persona joven tenga acceso a trabajo y vivienda para poder realizarse como persona y establecer una familia si ese es su deseo.

 

En definitiva, quiero que todos los vitorianos y quienes quieran establecerse en la ciudad o visitarnos sientan que conforman una comunidad segura, amable y cohesionada.

 

Mariola Cordero, candidata de Vox a la alcaldía de Galdácano

 

[Img #24208]Galdácano ha de ser un solo municipio y no dos, un pueblo con un barrio llamado Usánsolo, un lugar acogedor, atractivo y con posibilidades de desarrollo futuro para su población.

 

En el futuro inmediato, Galdácano debería ser lo que acaba de dejar de ser, un municipio de poco menos de 30.000 habitantes, con todo lo que ello implica, por ejemplo en la cuantía de las subvenciones que la Diputación vizcaína destina a cada pueblo. Debería ser lo que hoy es, un municipio con todos sus barrios, también con el de Usánsolo, recientemente declarado como municipio independiente.

 

En consecuencia, mi Galdácano es el que camina en el mismo sentido que Europa, por la unión de núcleos urbanos para ganar en fuerza, para mejor gestión del dinero de todos en servicios que, de lo contrario, dividiendo, se encarecen de forma notable e irresponsable.

 

Como todos los pueblos y ciudades del País Vasco, en Galdácano el euskera es un idioma para la división entre "buenos y malos vascos", para la discriminación de la población castellanohablante en el acceso a cualquier empleo público, que es justo lo contrario de lo que quiero para este municipio: igualdad de oportunidades y libertad para decidir cómo educar a nuestros hijos.

 

Obviamente, el Ayuntamiento de Galdácano no será coartada para que los herederos de ETA manipulen la historia y construyan una falsa memoria, equiparando a las víctimas con sus verdugos. Y no podemos olvidar que fue en este municipio donde la coalición EH Bildu - Sociedad Aranzadi, perpetró semejante humillación a quienes hemos sufrido la violencia terrorista durante décadas.

 

Volviendo al principio, este municipio no necesita dos alcaldes, uno para un pueblo de algo menos de 25.000 habitantes y otro para Usánsolo, con menos de 5.000. Un alcalde y un ayuntamiento, menos gasto público en sueldos políticos, más dinero para la ciudadanía, para resolver los problemas locales.

 

Para, por ejemplo, promocionar el comercio local y evitar el cierre de negocios que se disparó en pandemia. Deseo un Galdácano en el que los vecinos no se vean obligados a desplazarse a grandes superficies, incluso a otros municipios, para comprar incluso los productos más básicos, algo que afecta de forma especialmente grave a nuestros mayores.

 

Un Galdácano con menor carga impositiva, con barrios conectados entre sí y con el centro, con uno de los hospitales más importantes de Vizcaya, con conexión mediante las formas más modernas de transporte, en este caso a través de la Línea 5 del metro, con mejoras en la accesibilidad a las zonas con una orografía más complicada, como Aperribai, Txistulanda u Olabarrieta.

 

Un sólo municipio y no dos, barrios iguales y conectados, un pueblo acogedor, donde la imposición lingüística e ideológica no se permite, y menos aún se fomente, en el que haya oportunidades para vivir, para desarrollar un proyecto familiar, para emprender y crecer.

 

Pedro Gandásegui, candidato de Vox a la alcaldía de Irún

 

[Img #24210]Mi Irún del futuro es el Irún que fue, una ciudad próspera y floreciente, a la que añadiría la libertad que ETA le negó y la que otros partidos niegan hoy a Vox.

 

Como dice nuestro lema La patria empieza en los barrios”. Nuestros barrios y pueblos son la suma de muchas familias, generaciones, relaciones vecinales, costumbres y rutinas compartidas, vivencias heredadas, pequeños comercios y hogares en los que otros compraron, vendieron o habitaron; comunidades que unen pasado, presente y futuro. El Irún que yo veo en el futuro es un Irún en el que todos estos valores y principios confluyen y venimos a proteger.

 

Tanto los iruneses como nosotros, nuestro partido Vox y yo en particular, añoramos una ciudad floreciente donde el comercio y la industria eran los baluartes de la misma. Irún era una ciudad cosmopolita (que no multicultural), compuesta y fortalecida por los esfuerzos de los trabajadores oriundos e inmigrantes que hicieron tan grande a esta ciudad y a esta provincia que es Guipúzcoa.

 

Yo, para Irún, quiero eso y mucho más. Quiero que además de volver a nuestros principios y valores, se le unan el derecho a disentir, a poder hablar y expresarse en libertad, a no ser marcado por sentirse español (sí, con todas las letras) y vasco al mismo tiempo, a no sentir el vacío social” por relacionarse con alguien que se sienta español; es decir, a vivir con dignidad.

 

Tanto en Irún como en todas las poblaciones de las provincias vascas existe una anormalidad política. El derecho a disentir con el sentimiento nacionalista vasco no existe; no puedes pronunciarte dentro de los partidos políticos tradicionales; hasta el PP vasco ha claudicado: Euskadi se tiene que construir también con Bildu” (Borja Sémper). Me niego. No me representan. En sus listas todavía hay 37 condenados de ETA y, entre ellos, siete asesinos; sí, siete asesinos, que pueden dar marcha atrás e incumplir aquello que han anunciado, que renunciarían sus actas en caso de ser elegidos.

 

En Vox nos encontramos estas personas que seguimos sin claudicar, que nos sentimos abandonados y desilusionados por la deriva en la que han desembocado los partidos tradicionales que defendían la Constitución y, en el que un día, antaño, encontramos refugio. Hace mucho tiempo que no nos sentimos identificados; nos sentimos traicionados por su camino escogido.

 

Pienso en Irún como una ciudad con sentido común, en el que sus gobernantes y dirigentes ayudan y dan soporte a sus ciudadanos en su día a día, en sus relaciones, sus negocios, sus familias,.., sin trabas, con una sola dirección: hacer próspero a irún, como un día lo fue. Pienso en Irún como en una ciudad libre de una Agenda 2030 que solo satisface a unos políticos de no se sabe dónde y que solo quieren imponer una forma de pensar, de vivir, de comer, de relacionarse única y exclusivamente para satisfacer sus necesidades lucrativas. Pienso en Irún como una ciudad segura, donde sus ciudadanos puedan pasear, trabajar, divertirse, comprar, comerciar,…, sin miedo y a cualquier hora del día o de la noche, sin tener que mirar a derecha o izquierda por temor a quien les puedan atracar, violar o matar a la vuelta de la esquina.

 

Rafael Moreno, candidato de Vox a la alcaldía de Guecho

 

[Img #24212]El Guecho del futuro ha de ser el del sentido común, el de las familias con hijos, más seguro y con un mejor transporte público, en el que no se impongan ni idiomas ni ideologías.

 

En el futuro cercano me gustaría ver un Guecho en el que hemos recuperado espacios de libertad. Un Guecho en el que cualquier ciudadano pueda pasear por su municipio sin sentirse intimidado por la presión independentista, sin ser insultado, acosado, amenazado o agredido por sus ideas, donde no se imponga el euskera para obtener el carnet de buen vasco.

 

Me gustaría dejar un Guecho en el que se reconozca el enorme valor de la familia para la seguridad, la estabilidad y el progreso de nuestra sociedad, donde se reconozca el enorme potencial que aportan los hijos para nuestro futuro y donde se reconozca la enorme labor de nuestros mayores para hacer de Guecho el municipio que fue y debe volver a ser y donde no se sientan solos o, lo que es peor, un estorbo. Un Guecho donde no te miren raro o te critiquen por tener una familia numerosa.

 

Veo un nuevo Guecho con una movilidad diferente, con un transporte público rápido y eficaz que haga más fácil moverse dentro de nuestro pueblo, comprar en nuestro pueblo, consumir en nuestro comercio y que no nos condene a huir a los grandes centros comerciales. Donde poder acudir a nuestro ambulatorio cuando enfermamos o nos lesionamos sin depender de que alguien nos acerque a otro mucho más lejano.

 

Un Guecho seguro, donde poder dormir tranquilos porque sabemos que nuestros hijos van a llegar a casa sin percances. Donde nuestra vivienda, nuestro domicilio, es inviolable, donde el fruto de nuestro esfuerzo y nuestro trabajo este a salvo de los amigos de lo ajeno y de un Ayuntamiento que nos facilite la vida en lugar de malgastar nuestros impuestos.

 

En resumen, un municipio cómodo, agradable, un Guecho amable donde lo normal, el sentido común, no sea extraordinario.

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