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La Tribuna del País Vasco
Lunes, 29 de Mayo de 2023 Tiempo de lectura:

¡Sánchez, vete ya!

Última Hora: Pedro Sánchez convoca elecciones para el próximo 23 de julio

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El resultado de las recientes elecciones locales celebradas en España ha puesto de manifiesto el abismal hundimiento al que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arrastrado al PSOE. Los datos hablan por sí solos: un centrista e inane Partido Popular (PP) ha obtenido una victoria aplastante, arrebatándole a la extrema-izquierda socialista y comunista el control de las principales comunidades y ciudades del país. Además, Vox, moviéndose con habilidad entre el liberalismo conservador y sus tendencias más identitarias, ha alumbrado y certificado el resurgir de una nueva derecha que en los próximos años marcará de forma importante una parte destacada del poder municipal y regional. La debacle socialista, abanderada por Pedro Sánchez, es un claro reflejo de cómo amplias capas de la sociedad española están profundamente descontentas, cuando no intensamente indignadas, con las incontables aberraciones políticas cometidas por los Ejecutivos PSOE-Podemos.

 

No es solamente la forma totalitaria en que el Presidente del Gobierno lidera el país, recurriendo permanentemente a la utilización del decreto-ley, que supone un claro abuso de poder y que ha de ser siempre una medida excepcional. Sobre todo, se trata de que el dúo PSOE-Podemos, al cimentar su poder, tanto central como regional y local, en los antiguos terroristas, en los artífices del golpe de Estado catalán, en los independentistas vascos y en la oclocrática autoridad de un populacho corrompido y tumultuoso, no ha dudado en poner en jaque la estabilidad y unidad de España. Nunca, de ninguna manera, permitir y alentar el desmembramiento del país puede considerarse como una posible solución a los constantes desafíos regionales. Pero es que, además, el Presidente del Gobierno ha demostrado, en su patético intento por conservar el poder, una alarmante disposición a ignorar la hispanofobia manifiesta de estas formaciones. Esta actitud irresponsable y peligrosa, que ha legitimado y normaliza el odio a todo lo que suene a España, ha tenido ahora su respuesta en las urnas locales y territoriales, que han gritado un estentóreo “Sánchez, vete ya”.

 

Una gran mayoría de los ciudadanos españoles ha dicho alto y claro que desean que el PSOE de Pedro Sánchez desaparezca. Y que Pedro Sánchez se marche. Y así lo han aclamado porque el peor mandatario español de los últimos cien años ha arruinado la economía española, con la agricultura y la ganadería particularmente afectadas; ha destruido grandes infraestructuras, entre las que se hallan decenas de presas en un país con graves carencias en el reparto de agua; ha promovido de forma irresponsable la inmigración ilegal; ha transformado el sistema judicial, con la aquiescencia generalizada de éste, en un guiñapo a su servicio; ha convertido a España en un cero a la izquierda desde un punto vista internacional, arrastrando al país ante todas y cada una de las organizaciones globalistas de corte socialdemócrata que a nadie representan y poniéndolo a los pies de Marruecos. Por si todo esto fuera poco, Pedro Sánchez, al que apenas quedan unos meses de Gobierno, ha arruinado y endeudado gravemente a los ciudadanos, es el Presidente del desempleo, de los "okupas" y de la inseguridad y es también el principal aliado del adoctrinamiento educativo de los más pequeños, de la imposición de una delirante ideología de género y de la ruina generalizada de la clase media.

 

Estas elecciones han demostrado que los españoles están agotados de soportar a esa catástrofe presidencial llamada Pedro Sánchez y al partido que éste representa. Necesitamos un liderazgo que se centre en unir a España, no en dividirla. Necesitamos un liderazgo que condene firmemente la violencia y la hispanofobia, no que las tolere por conveniencia política. Necesitamos un liderazgo que defienda nuestros valores, nuestras tradiciones, nuestras costumbres y nuestro pasado. Necesitamos un país que se sienta seguro y protegido, que mire al porvenir en libertad y que no se atasque en un pasado manipulado y maniqueo. Necesitamos que Pedro Sánchez asuma la responsabilidad de sus acciones y dimita de una vez. Solo de este modo puede dar comienzo la necesaria y urgente reconstrucción de nuestro sistema político y abrirse el camino hacia un futuro más prometedor para España.

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