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Sábado, 03 de Junio de 2023 Tiempo de lectura:

Inteligencia Artificial, tecnologías disruptivas y cambio antropológico

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La actual explosión de la Inteligencia Artificial (IA) se debe a varios factores clave que han convergido en los últimos años, facilitando rápidos, disruptivos y revolucionarios avances en esta área de investigación que, a decir de algunos, arrastrará a la humanidad al centro del infierno y que, por el contrario, según otros, será capaz de hacer (tras)ascender al ser humano a cielos deíficos donde todo puede ser posible.  

 

Algunos de los factores más importantes que pueden identificarse en este impulso de la IA:

 

Disponibilidad de grandes volúmenes de datos: La era digital ha llevado a la creación y almacenamiento de cantidades masivas de datos. Estos datos son esenciales para alimentar y entrenar algoritmos de IA, especialmente aquellos basados en aprendizaje profundo. La disponibilidad de conjuntos de datos más grandes y diversos ha permitido a la IA mejorar su rendimiento y aplicabilidad en numerosos campos.

 

Avances en hardware: El progreso en la capacidad de procesamiento de las unidades de procesamiento gráfico (GPU) y las unidades de procesamiento tensor (TPU) ha permitido a los investigadores y desarrolladores ejecutar algoritmos de IA más potentes y complejos. Estos dispositivos de hardware proporcionan la capacidad de cómputo necesaria para entrenar y ejecutar modelos de aprendizaje profundo a gran escala.

 

Innovaciones en algoritmos y técnicas: En las últimas décadas, ha habido importantes avances en algoritmos y técnicas de IA, especialmente en las técnicas de aprendizaje profundo y en el diseño de las redes neuronales. Estos desarrollos han permitido la creación de modelos de Inteligencia Artificial más precisos y eficientes, que pueden abordar ya problemas antes considerados demasiado complejos o inaccesibles para las IAs.

 

Mayor inversión: El interés en la IA ha llevado a un aumento significativo en la inversión por parte de gobiernos, empresas y organizaciones de investigación. Esta financiación ha permitido el desarrollo de nuevas tecnologías y la creación de centros de investigación y laboratorios dedicados exclusivamente al estudio y la innovación en este campo.

 

Colaboración y acceso a la información: La comunidad de investigación en IA se ha vuelto cada vez más colaborativa y abierta, con investigadores compartiendo algoritmos, resultados y conjuntos de datos a través de plataformas en línea y repositorios públicos. Esta tendencia ha acelerado el progreso en el campo al permitir que los investigadores se basen en los avances de los demás y eviten la duplicación de esfuerzos.

 

La combinación de todos estos factores en diferentes medidas ha creado un ambiente propicio para el rápido crecimiento y la adopción de la IA en múltiples sectores de la economía y la sociedad. Como resultado, estamos siendo testigos de una explosión en el desarrollo y aplicación de la IA en áreas como la medicina, el transporte, la cultura, la comunicación y el entretenimiento. De hecho, la irrupción global de la Inteligencia Artificial, que está teniendo incluso poderosas consecuencias geopolíticas, puede estar definiendo ya una profunda revolución antropológica y cultural, además de ideológica, política y económica, a la que en este número especial de Naves en Llamas prestamos una atención monográfica.

 

Pero, en primer lugar, antes de realizar cualquier análisis, es conveniente resumir muy escuetamente algunas de las principales ventajas de la IA, así como algunos de los posibles peligros a ella asociados.

 

Ventajas de la Inteligencia Artificial

 

[Img #24303]Automatización y eficiencia: La IA permite automatizar tareas que antes requerían intervención humana, lo que aumenta la eficiencia en una amplia gama de industrias.

 

Avances en medicina: La IA ha mejorado significativamente el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, y ha facilitado la investigación y el desarrollo de nuevos medicamentos.

 

Innovación en transporte: Los vehículos autónomos y sistemas de tráfico inteligente ofrecen un futuro más seguro y eficiente en el transporte.

 

Desarrollo sostenible: La IA puede ayudar a optimizar el uso de los recursos y a mejorar la gestión de los residuos.

 

Análisis de datos y toma de decisiones: La IA puede procesar y analizar grandes volúmenes de datos a velocidades superiores a las humanas, lo que facilita la toma de decisiones informadas en áreas como la gestión empresarial, la predicción de tendencias de mercado y la identificación de oportunidades y riesgos.

 

Mejora de la comunicación: La IA ha permitido avances significativos en la traducción automática y el reconocimiento de voz, eliminando barreras lingüísticas y mejorando la accesibilidad para personas con discapacidades auditivas o del habla.

 

Acceso a la educación: Las tecnologías de IA, como los tutores virtuales y los sistemas de aprendizaje adaptativo, pueden mejorar la calidad y el acceso a la educación, proporcionando experiencias de aprendizaje personalizadas y asistencia en tiempo real a estudiantes de todo el mundo.

 

Mejora en la seguridad pública: La IA puede mejorar la seguridad pública mediante la detección temprana de amenazas terroristas, la identificación de patrones en actividades delictivas y la optimización de la asignación de recursos en la aplicación de la ley.

 

Descubrimiento científico y exploración espacial: La IA puede acelerar el descubrimiento científico y la exploración espacial al analizar grandes cantidades de datos en busca de patrones y correlaciones, así como al controlar y optimizar sistemas complejos como telescopios y sondas espaciales.

 

Asistencia y cuidado de personas mayores y discapacitadas: La IA puede mejorar la calidad de vida de personas mayores y discapacitadas al proporcionar asistencia y apoyo a través de robots y dispositivos inteligentes, facilitando su autonomía y bienestar.

 

¿Y los peligros? No son escasos

 

Desplazamiento laboral: La automatización de empleos puede generar desempleo y desigualdad en la distribución de la riqueza.

 

Sesgos en algoritmos: La IA puede perpetuar y amplificar los muchos sesgos ideológicos existentes entre las élites occidentales, especialmente en lo que hace referencia al silenciamiento del pensamiento conservador, la apología de la ideología progresista (woke) y a la promoción falsaria de la ideología de género o de lo que se conoce como “justicia social”.

 

Vulnerabilidades de seguridad: La IA puede ser utilizada con fines maliciosos, como la peligrosísima creación de deepfakes (vídeos o imágenes falsas) o la realización de ciberataques sumamente sofisticados.

 

Falta de responsabilidad: La toma de decisiones por parte de máquinas con IA puede dificultar la atribución de responsabilidades y la aplicación de leyes y regulaciones.

 

Dependencia tecnológica: A medida que la IA se integra en más y más aspectos de nuestras vidas, existe el riesgo de desarrollar una dependencia excesiva de esta tecnología. Esto podría debilitar nuestras habilidades humanas y reducir nuestra capacidad para tomar decisiones y resolver problemas sin la ayuda de las IAs.

 

Manipulación de información y opinión pública: La IA puede ser utilizada para crear y difundir información falsa o engañosa a gran escala, lo que puede tener consecuencias negativas para la democracia y la formación de la opinión pública.

 

Concentración del poder y monopolios: El rápido avance de la IA puede favorecer a grandes empresas tecnológicas y gobiernos que tienen acceso a enormes cantidades de datos y recursos, lo que podría resultar en una concentración del poder y la creación de monopolios en ciertos sectores.

 

Erosión de la privacidad: El uso de tecnologías de IA en la vigilancia, el análisis de datos y la identificación facial puede llevar a la erosión de la privacidad y al monitoreo constante de las actividades cotidianas de las personas, lo que puede provocar graves deterioros de los derechos y libertades individuales.

 

Riesgos en la salud mental: La interacción constante con sistemas de IA puede tener efectos negativos en la salud mental de las personas, contribuyendo a la adicción, la ansiedad y el aislamiento social.

 

Inestabilidad económica y financiera: La automatización de las decisiones económicas y financieras a través de la IA puede aumentar la velocidad y la complejidad de las transacciones, lo que podría generar inestabilidad en los mercados y aumentar el riesgo de crisis financieras.

 

Dificultad para predecir el comportamiento de la IA: A medida que los sistemas de IA se vuelven más complejos, puede ser difícil predecir su comportamiento y sus efectos en el mundo real. Esto plantea importantes preocupaciones sobre la posibilidad de que la IA cause daños no intencionados o tome decisiones inesperadas.

 

IA y transhumanismo

 

Conocemos las ventajas y los peligros de las IAs, pero, independientemente de éstos, hay que tener en cuenta que nos hallarnos frente a una tecnología disruptiva y que ésta se encuentra ya transformando la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Esto está llevando a la creación de un nuevo tipo de sociedad, en la que las IAs y la interacción humano-máquina juegan un papel fundamental en la toma de decisiones y en la solución de problemas. La integración de la IA en diversos aspectos de la vida diaria puede dar lugar a una mayor eficiencia y personalización, pero también a nuevos desafíos, como la pérdida de privacidad y la sumisión dependiente de las máquinas.

 

Nos guste o no, la IA también está influyendo en el concepto de lo que significa ser humano. La convergencia de la inteligencia artificial con otras tecnologías emergentes, como la biotecnología y la nanotecnología, está dando cuerpo a una ideología transhumanista que si hasta hace apenas una década era solamente pura teoría hoy es una realidad física. El transhumanismo aboga por la mejora de las capacidades humanas a través de la integración de tecnologías avanzadas en nuestros cuerpos y mentes, y sugiere que, en un futuro cercano, podríamos superar las limitaciones físicas y cognitivas inherentes a nuestra biología, lo que generaría un nuevo tipo de ser humano. Sin embargo, este avance también plantea preocupaciones éticas y filosóficas, como la potencial desigualdad en el acceso a estas tecnologías y el riesgo de perder nuestra humanidad en el proceso de mejora.

 

Sí, hay que decirlo claramente: la inteligencia artificial está transformando tanto la sociedad como nuestra propia naturaleza humana. Y, por ello, es esencial abordar estos cambios y sus implicaciones de manera responsable y ética, garantizando que los beneficios de la IA sean accesibles para todos y asegurándonos de que se preservan los valores y principios que nos definen como seres humanos. De hecho, esta cuestión es tan radicalmente importante que durante los últimos meses han sido numerosos los llamamientos públicos realizados a favor de imponer una moratoria total en el desarrollo de investigaciones y productos asociados con la Inteligencia Artificial.

 

Argumentos a favor de la moratoria

 

Tiempo para considerar implicaciones éticas: Una moratoria permitiría a la sociedad reflexionar sobre las implicaciones éticas y filosóficas de la IA, lo que podría resultar en el desarrollo de tecnologías más éticas y equitativas.

 

Regulación y supervisión: Un período de pausa podría facilitar la creación de leyes y regulaciones adecuadas para supervisar el desarrollo y aplicación de la IA, garantizando teóricamente la protección de los derechos humanos y la seguridad.

 

Prevención del mal uso: Al detener temporalmente el desarrollo de ciertas tecnologías de IA, se podría minimizar el riesgo de su uso indebido por parte de actores malintencionados, como el empleo de IA en armas autónomas o en vigilancia masiva.

 

Reducción de la brecha tecnológica: Una moratoria podría ayudar a frenar la ampliación de la brecha tecnológica entre países desarrollados y en desarrollo, permitiendo que estos últimos tengan la oportunidad de alcanzar a las naciones más avanzadas en términos de investigación y desarrollo.

 

Argumentos en contra de la moratoria

 

Retraso en innovación y beneficios: Una moratoria en el desarrollo de la IA podría retrasar importantes avances de ésta en áreas como la medicina, educación, transporte, comunicación y gestión de recursos, lo que a su vez retrasaría la obtención de sus beneficios potenciales.

 

Pérdida de competitividad: La interrupción del desarrollo de la IA podría afectar a la competitividad de las empresas y países que dependen de estas tecnologías para impulsar sus economías y mantener su liderazgo en el ámbito global.

 

Desarrollo clandestino: La imposición de una moratoria podría hacer estallarr el desarrollo clandestino de tecnologías de IA por parte de actores que no están dispuestos a cumplir con las restricciones, lo que dificultaría el seguimiento y la regulación de dichas tecnologías.

 

Desigualdad en la aplicación de la moratoria: La implementación de una moratoria a nivel global podría resultar complicada, ya que diferentes países y regiones tienen distintas perspectivas, intereses y prioridades en relación con el desarrollo de la IA. Esto podría llevar a desigualdades en su aplicación y cumplimiento.

 

Cambio antropológico en la era de la Inteligencia Artificial

 

La explosión de las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) está cambiando fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos entre nosotros y con nuestro entorno. Estos cambios no solo afectan a aspectos prácticos y funcionales de nuestras vidas, sino que también tienen implicaciones profundas en nuestra comprensión de lo que significa ser humano en la era de la IA.

 

Definitivamente, nos encontramos en medio de un cambio antropológico que está redefiniendo nuestra relación con la tecnología y remodelando nuestra identidad como especie. Algunas de las implicaciones más significativas de este cambio incluyen:

 

Cambios en la percepción del trabajo y el propósito humano: La robotización y la IA están transformando la naturaleza del trabajo.  Esto nos obliga a reconsiderar el papel del trabajo en nuestras vidas y a explorar nuevas formas de encontrar propósito y satisfacción personal en una sociedad donde la IA desempeña un papel cada vez más prominente.

 

Nuevas interacciones y relaciones humano-máquina: A medida que la IA se vuelve más avanzada y ubicua, nuestras interacciones con las máquinas inteligentes se vuelven más complejas y personales. Esto plantea preguntas sobre cómo establecer límites apropiados en nuestras relaciones con las máquinas y cómo garantizar que la tecnología mejore, en lugar de socavar, nuestras conexiones humanas.

 

Redefinición del conocimiento y la inteligencia: La IA está expandiendo los límites de lo que se considera conocimiento y de cómo se adquiere éste. A medida que las máquinas se vuelven más capaces de aprender, razonar y crear, debemos reevaluar nuestras concepciones sobre la conciencia, la inteligencia, la creatividad y el aprendizaje, tanto en términos humanos como en términos de IA.

 

Para terminar, una curiosidad: he pedido a GPT-4 de OpenAI, la IA con la que trabajamos en LaTribuna del País Vasco, una conclusión a la larga reflexión que he planteado en este artículo editorial. Su respuesta es la siguiente:

 

“Una reflexión final sobre la inteligencia artificial es que, si bien ofrece un enorme potencial para transformar y mejorar muchos aspectos de nuestras vidas, también presenta desafíos y riesgos que deben abordarse con responsabilidad y precaución. Es fundamental fomentar un enfoque ético y centrado en el ser humano en el desarrollo y la implementación de la IA para garantizar que sus beneficios sean ampliamente compartidos y sus riesgos mitigados. El futuro de la IA dependerá de la colaboración entre gobiernos, empresas, investigadores y la sociedad civil para establecer regulaciones, normas y principios que guíen su uso responsable. En última instancia, nuestro objetivo debe ser garantizar que la IA sirva como una herramienta poderosa para mejorar el bienestar humano y proteger nuestro planeta”.

 

Lo que no sé es la razón por la que GPT-4 habla en primera persona del plural, incluyéndose a sí mismo entre el conjunto de seres humanos. Prefiero no preguntárselo.

 

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